Querer disfrutar de la cultura del vino, único requisito para ser enoturista

Lucía Lefèvre es coordinadora Great Wine Capitals, Responsable de Enoturismo y Desarrollo, Cámara de Comercio de Burdeos, Francia y es una de las más de 350 expertos que estos días están hablando de enoturismo en La Rioja. Su visita a La Rioja responde a su participación en la séptima Conferencia Mundial de Enoturismo de la OMT, aquí aportará sus conocimientos y experiencias, pero también espera “poder conocer a personas de la industria del vino y del turismo para intercambiar conocimientos sobre las buenas prácticas y poder compartir con los mejores ejemplos de enoturismo para ser más competitivos”.

Lefèvre conoce la clave del éxito del modelo enoturístico de Burdeos, trabajo conjunto.

“En Burdeos tentemos la suerte de trabajar desde hace más de veinte años con todos los niveles de actores; desde los responsables públicos a los agentes de turismo privado, pasando por las propiedades vitícolas y la población local. Aún así, uno de los principales preocupaciones del moldeo se centra en la durabilidad, debemos tener en cuenta qué espera la población de la zona y adaptar estas aspiraciones a un turismo que sea sostenible y cohesionado con entorno”.

La historia, la tradición y la capacidad de integrar innovación y nuevas tecnologías son los elementos distintivos y “que convierten en único el modelo enoturístico de Burdeos”. Una zona vinícola que al igual que La Rioja cuenta con una enorme riqueza de territorios. “En La Rioja hay diferentes zonas, al igual que en Burdeos. Quizás las más conocidas son Saint Emilion, Le Medoc, pero hay otras regiones vitícolas como le Soterne, le Grave, con un turismo más rural, más único y con experiencias al aire libre. Pienso que La Rioja y Burdeos tienen muchas similitudes en este sentido y ambas zonas miran hacia un turismo más rural.

Dos zonas, La Rioja y Burdeos, muy similares con un mismo reto desde el punto de vista del enoturismo, “tener datos fiables sobre los que trabajar. Para mí el verdadero reto son los datos, los análisis, para poder comprender cómo funciona el enoturismo, qué es lo que busca realmente la gente”. El concurso Best Of Wine les permite tener un vínculo directo con las bodegas, vínculo que tilda de “maravilloso porque nos ofrece mucha información y las líneas generales sobre las tendencias y lo que más demandan los turistas, pero faltan los datos, las cifras para poder comparar entre las ciudades y poder tomar decisiones conjuntas”.

ACEVIN, representante del enoturismo español

Distintas voces pero un mensaje similar. Y es que la presidenta de ACEVIN, Rosa Melchor vista La Rioja estos días con el objetivo de “intercambiar experiencias, aprendizaje” y por qué no, “hacer un poco de terapia” porque en este tipo de encuentros “nos damos cuenta de que casi compartimos los éxitos, pero también compartimos dificultades y darte cuenta de que no estás solo es muy alentador”.

Así, y como presidenta de ACEVIN, Melchor afirma que el enoturismo ha evolucionado “mucho y bien”. De hecho se siente orgullosa de formar parte de la representación del enoturismo español.

“En España comenzamos hace 30 años, entonces muchos pensaban que era una cuestión de moda, que era puro esnobismo y que era algo que no venía para quedarse, sin embargo, no solo hemos cumplido 30 años sino que hemos sido capaces de consolidar el producto y de ir creciendo en cuanto a cantidad y calidad”.

De hecho, durante estos últimos ocho años, ACEVIN ha incorporado nueve rutas más llegando hasta las 36. “El enoturismo se ha consolidado, hemos sido capaces tejer rutas por todo el territorio nacional, las últimas, una ruta manchega de Almarza, en Albacete. Nuevas rutas que estamos combinando con los atractivos de cada uno de los territorios porque no hace falta entender de vino para ser enoturista sino todo lo contrario, solo hace falta querer disfrutar de la cultura del vino”.

En este sentido y en lo que respecta a La Rioja, la presidenta de ACEVIN asevera que La Rioja “es una de las pioneras y como tal, suele ser también de las que tiente mayor número de visitantes. Además, tiene un nombre que ha adquirido previamente por la calidad de sus vino y eso ha permitido que La Rioja esté siempre entre las más visitadas y tenga un papel fundamental en la propia Asociación a la hora de tomar decisiones”. Y es que, desde ACEVIN conciben a La Rioja como una de las zonas con más arraigo de enoturismo de nuestro país. “En los primeros lugares en los que se comienza a visitar bodegas, no con una intención comercial, sino turística, es, sobre todo La Rioja y Jerez, se podría decir que son el padre y la madre del enoturismo español sin temor a equivocarnos”.

A lo largo de la Conferencia se ha insistido en la importancia de la digitalizción, incluso, la inteligencia artificial. “El futuro ya ha empezado”, sentencia Melchor. “No hay futuro por venir que sea desconocido. En la pandemia ocurrió una circunstancia peculiar. A pesar de las limitaciones y cierres de territorios que había, en los pocos tiempos que se abrieron nos dimos cuenta de que la gente tenía muchas ganas de salir y aprovechaba la cercanía de las rutas. Eso es una oferta que no todo tipo de turismo puede hacer. Si alguien quiere playa solo tienen los que tienen. Nosotros tenemos 36 rutas por toda la península y Canarias. Por lo tanto, es muy sencillo acceder a nuestro turismo tanto si se tiene disponibilidad de una semana como de dos noches. Estamos ahí y siempre hay una ruta cerca. Y hasta ahora hemos comprobado que todo el que visita una ruta no lo hace por última vez, sino que le sirve de referencia para querer conocer qué ofrecen las demás”.

Un futuro para el que se están preparando. “Estamos en el siglo XXI y no cabe duda de que el modo de llegar a la gente no tiene nada que ver con los modos que había hace 50 o 30 años. Innovación en las redes, en el modo de acceder a los turistas, en el modo en que ellos mismos tengan que referirse a nosotros con esas encuestas posteriores de donde extraemos los datos para saber qué es lo que más les ha gustado de la experiencia, con quién iban acompañados, qué edad tienen, cuál es su poder adquisitivo, en qué transporte han llegado… Todo lo hacemos online y, de hecho, para incentivarlos y motivarlos, tenemos en marcha un programa que se llama I love enoturismo, con el cual se sortea anualmente 200 euros en productos que son alojamientos o estancias en alguna de nuestras rutas”. Las nuevas tecnologías son imprescindibles y la innovación debe ser un compañero viaje, asegura Melchor que concluye, “desde ACEVIN continauremos apostando por la comunicación, sobre todo en redes osciales, para que todo el mundo nos conozca”.