Romay y Beirán inciden en el valor del baloncesto como herramienta educativa
Los exjugadores internacionales Fernando Romay y José Manuel Beirán han incidido hoy en la importancia que puede tener el baloncesto, y el deporte en general, como herramienta educativa de los niños.
Romay y Beirán han ofrecido en Logroño una conferencia sobre el papel de los padres en la formación de jugadores jóvenes, una actividad que pertenece al programa “Vía Deportiva” que desarrolla la Fundación de la Federación Española de Baloncesto.
Fernando Romay ha subrayado la “preocupación” que existe tanto en la Federación Española como en las federaciones territoriales de baloncesto por el papel que juegan los padres de quienes empiezan a practicar baloncesto.
Esta iniciativa busca, ha subrayado, “aportar garantías de que para los chavales hacer baloncesto va a ser algo positivo”. En este sentido, ha alertado sobre la existencia de “padres hipermotivados” con la práctica deportiva de sus hijos, y también de otros en el extremo contrario, que son “despreocupados”.
Romay ha advertido de que ninguno de estos casos es beneficioso para los niños, ha asegurado.
En el primero de estos dos casos, ha puntualizado, hay padres que piensan que su hijo siempre es el mejor y eso “no hace ningún favor”, porque muchos niños “sienten que defraudan a sus padres si fallan”.
Aunque el jugar al baloncesto en categorías inferiores “no debe estar exento de dedicación y compromiso”, ha subrayado que el baloncesto para los niños debe ser principalmente “comprensión, diversión y alegría”.
Beirán, por su parte, ha destacado que “es necesario darle valor al trabajo que hacen los padres de los deportistas jóvenes” y en el caso del baloncesto se debe tratar “de que les sirva para la vida en general”.
El exjugador, que en la actualidad es psicólogo, ha asegurado que en ocasiones “y con la mejor intención” los padres y madres de deportistas perjudican a sus hijos.
En concreto ha reconocido que muchos padres no logran controlar su comportamiento en las pistas donde juegan sus hijos, porque se ponen más nerviosos que si fueran ellos los que jugaran, asegura este exdeportista profesional que tiene a dos de sus tres hijos como profesionales del baloncesto.
Sin embargo, Beirán ha incidido en que el deporte sea una herramienta educativa “no es incompatible con el trabajo para mejorar”, aunque “hay que restar importancia a si se gana o se pierde”.
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