Un artista internacional en busca de apoyo para impulsar la cultura en su pueblo
No es común que los estudios de arte estén abiertos al público en España. Que se pueda visitar el hábitat del artista y compartir un tiempo mientras pinta una nueva obra de arte o presenta sus últimos proyectos. Todavía menos si ese lugar está en un casa antigua en una localidad de 2.000 habitantes.
El artista Pako Campo decidió volver a su pueblo en 2014 cuando, viviendo en Ámsterdam, se dió cuenta que el trabajo que realizaba por Internet lo podía hacer de la misma forma en Cenicero, cerca de su familia. “He vivido casi 20 años fuera pero a mí siempre me ha tirado esto, me gusta la gente de aquí, cómo somos, nuestros valores”, reconce el artista.
Poco a poco fue construyendo su estudio de arte en una casa de la familia. Mientras tanto, los viajes por todo el mundo se hacían cada vez más habituales y con ellos, el interés y el reconocimiento de su trabajos no paraba de crecer. “La primera vez que expuse en una feria en Nueva York, un representante de la Universidad de Queens adquirió mi obra para el museo”, recuerda del punto de inflexión que le hizo empezar a confiar. Desde ahí, las obras de Pako Campo también han viajado a Florencia, Ámsterdam, Salamanca, Madrid, Singapur...
Pero siempre volviendo a Cenicero. De hecho, este artista tiene en mente nuevos proyectos, como la creación de dos salas de exposiciones en la parte baja y el calado de su estudio pero lamenta la falta de apoyo institucional. “Mi intención era darle ese plus cultural al pueblo, un espacio para hacer talleres, conferencias, todo lo que sea posible hacer por acercar el arte a Cenicero”, explica.
Pako Campo ha diseñado el nuevo logotipo de la localidad y el Ayuntamiento le ha encargado algunos carteles y el merchandasing de la nueva Oficina de Turismo, pero le gustaría que el apoyo continuara. “Miembros del Gobierno de La Rioja han visitado mi estudio, he hablado mucho de este proyecto pero no he obtenido ninguna respuesta”, lamenta el artista, que siente que no se haya contado con él en las reuniones del Gobierno para tomar el pulso del sector. “Mi objetivo es que se dinamice el sector cultural en La Rioja, el arte es imprescindible”, defiende rotundo.
Mientras ese sueño sigue buscando ayuda, en un rincón de Cenicero seguirán naciendo cuadros llenos de ciudades de colores que reflejan la diversidad y no olvidan la crítica social. Pako Campo también investiga con pigmentos fluorescentes, impresión 3D y criptoarte. Lo que ahora es un estudio lleno de las últimas novedades de panorama artístico busca crecer mientras grita la necesidad de apoyo a la cultura.
0