Lluvia fina es un blog del equipo de política de eldiario.es con análisis y opinión de lo que sucede en el día a día en los partidos políticos
Las encuestas marcan el estado de ánimo
Cuando un medio de comunicación publica una encuesta lo habitual es que, al día siguiente, el jefe de turno le diga al redactor de turno que hay que pedir reacciones a los partidos. Siempre lo consideré una solemne pérdida de tiempo. Si los políticos manejan argumentarios para todo, el manual para responder a preguntas sobre los sondeos que se publican es el más usado, el que mejor conocen, del que no se mueven una coma y del que no se saca un titular.
“Las encuestas sólo son encuestas, la única encuesta válida es la de las urnas”, “las encuestas marcan sólo tendencias”, “los ciudadanos no tienen en la cabeza ahora la idea de ir a votar”, “no comentamos encuestas”, “las encuestas se han equivocado en muchas ocasiones” o, “derrotaremos a las encuestas”, son algunas de las muchas frases que los políticos repiten una y otra vez ante cualquier sondeo y dependiendo de cómo les vaya.
En el fondo, todo es mentira. Los partidos se beben las encuestas que se publican, las analizan al detalle, piden a los medios todos los datos que les puedan facilitar del sondeo publicado y, sobre todo, marcan su estado de ánimo.
El PSOE, que es el partido que más se parece a Felipe González -en cuanto a ciclotímico, me refiero-, está eufórico porque la encuesta publicada en El País le da, por segunda vez en todo lo que va de legislatura, como el partido más votado y con la mayor diferencia hasta ahora frente al PP. El mismo estado de ánimo de un miembro de la Ejecutiva Federal que, tras ver la encuesta de CELESTE-TEL para eldiario.es, preguntó si los socialistas ganaban en voto directo y, al confirmárselo, no dudó en exclamar que estaba seguro de que iban a ganar las elecciones.
Al PP, por su parte, hasta este ecuador de la legislatura, los sondeos le han servido para frenar la crítica interna, reafirmarse en que sus políticas de recortes le desgataban pero eran entendidas por la ciudadanía y ningunear al primer partido de la oposición.
Como a Izquierda Unida las encuestas les han sido útiles para cerrar filas y mantener un rumbo a medio gas en el que no les va nada mal, o a UPyD para ganar eso que se llama “cuota de pantalla” mediática, ante las previsiones que se apuntan sobre sus perspectivas electorales.
Las encuestas cada vez aciertan más con los resultados que finalmente se producen. Aunque no son infalibles. No hay más que recordar que prácticamente todos los sondeos daban mayoría absoluta al PP en Andalucía y, finalmente, ganó las elecciones por apenas un punto de diferencia.
Pese a ello, nadie duda de que los sondeos serán parte de la hoja de ruta de los partidos en los veinte meses consecutivos de precampaña y campaña electoral que se nos avecinan -esto empezará en marzo con las europeas, seguirá en septiembre de cara a las municipales y autonómicas de mayo de 2015; y no habrá parón hasta las generales de noviembre-, y sus datos marcarán estrategias, cambiarán candidatos y, sobre todo, el ambiente interno de los partidos. ¡Que se lo digan a Rubalcaba! Aunque él “no comenta encuestas”.
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