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El Congreso no tiene aún solución para Echenique: persisten las barreras para los diputados en sillas de ruedas

Pablo Echenique.

Constanza Lambertucci

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El diputado Pablo Echenique se ha estrenado este miércoles como portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, pero cuando empiecen las sesiones del Pleno no podrá sentarse junto a su grupo parlamentario ni acceder a la tribuna de oradores. Las instalaciones del hemiciclo aún no son accesibles para personas que usan sillas de ruedas. El político, que tiene atrofia muscular espinal y una discapacidad del 88%, se había ubicado hasta ahora en los escaños de la última fila o, como se lo vio durante las sesiones del debate de investidura, en la zona inferior, delante de la bancada reservada al Gobierno y cerca de las taquígrafas.

Mientras el Congreso está “estudiando” las opciones para reformar el Salón de Plenos, las barreras del pleno quedan expuestas. Cuatro escaleras largas y angostas para acceder a los escaños; cinco escalones para subir hasta la tribuna de oradores y otros más para llegar a la Mesa. Estos obstáculos dificultan que Echenique o cualquier otro diputado en silla de ruedas o con movilidad reducida se muevan con comodidad por la sala, pese a que la normativa aprobada en 2013 obliga a que los edificios tengan unas “condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación” a partir de diciembre de 2017.

“Una contradicción”, expone un portavoz del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) por correo electrónico: “Una ley emanada del Parlamento, vulnerada por ese mismo Parlamento”.

En la anterior legislatura, Echenique, que entonces era secretario de Organización y Programa de Podemos, asistió a la constitución de las Cortes desde el “gallinero”. Así se conoce la parte más alta del hemiciclo, accesible por un elevador. Desde allí, el político ha seguido los plenos, o desde la parte inferior del salón, donde se puede acceder desde el exterior del Palacio de las Cortes. Desde esa zona, también han intervenido dos diputados del PP en sillas de ruedas: Ignacio Tremiño y Francisco Vañó, que fueron legisladores hasta el año pasado. Ya entonces las barreras eran evidentes. Pero ahora, en su nuevo cargo, Echenique tendrá que hacer más intervenciones en la sala.

“El Congreso de los Diputados ha ido avanzando en materia de accesibilidad, aunque tienen mucho recorrido de mejora aún”, explica el portavoz de CERMI. Además de los escaños accesibles en las gradas más altas, se han incorporado baños accesibles cercanos al salón de Plenos, se han acomodado los estrados de las salas donde se hacen reuniones de comisiones, hay itinerarios accesibles desde la entradas hasta los despachos, entre otras mejoras que detalla la misma fuente de la confederación. El escaño de Echenique también fue adaptado para facilitarle las votaciones. “Aunque tienen mucho recorrido de mejora aún”, aclara.

El organismo envió en diciembre un estudio en el que analizaba las deficiencias del hemiciclo y formulaba planteamientos para resolverlas. Tras la evaluación, CERMI considera que es “plenamente factible” hacer la reforma y que “no hay excusas” para no dotar de accesibilidad el Palacio de las Cortes, un edificio neoclásico del siglo XIX catalogado. 

En un fragmento del informe, al que ha tenido la agencia Efe, el comité calcula que las obras para reformar la primera fila de escaños, la tribuna de oradores y la Mesa de la Presidencia podrían costar 123.126,34 euros. Esa propuesta, que fue encargada por Ana Pastor (PP) en febrero de 2019 cuando era presidenta del Congreso, contempla un “plan integral de accesibilidad” y reserva un epígrafe específico para el Hemiciclo.

Los técnicos del CERMI sugieren, por un lado, elevar el nivel del suelo en el que se encuentra la mesa de los servicios taquigráficos mediante “un suelo técnico” e igualarlo a la altura de la primera bancada; recomiendan, además, incluir una serie de rampas situadas en las puertas de entrada y salida del pasillo y facilitar “la maniobra de acceso a la bancada”. Para la tribuna de oradores, proponen ampliar el ancho de paso de las escaleras, adelantar unos centímetros el conjunto, elevar la altura de la plataforma de la tribuna, instalar “una escalera elevadora” e introducir un sistema de elevación en el atril que regule la altura en función de las necesidades del orador.

Fuentes parlamentarias aseguran que actualmente están “estudiando” esa propuesta y las de “varios informes” más para decidir qué hacer. “[Las obras para dotar de accesibilidad el edificio] se han hecho por fases y solo queda una parte del Hemiciclo que no es accesible”, defienden las mismas fuentes. En Unidas Podemos, aún no han informado desde dónde intervendrá el portavoz de su grupo ni dónde se ubicará cuando empiecen las sesiones.

Anxo Queiruga, presidente de la Confederación Española de Personas Con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), critica que hasta ahora ha faltado “voluntad política suficiente” para adaptar el espacio. Queiruga insta a las autoridades a comenzar las obras “de manera inmediata” para que “todos los ciudadanos puedan ejercer sus derechos”. “En el siglo XXI, no es de recibo”, zanja.

Otros edificios históricos se han adaptado a la normativa

No sería el primer edificio histórico dotado de accesibilidad: el Museo del Prado, el Palacio Real, el Monasterio de El Escorial, y un largo etcétera. Las Cortes de Aragón, donde Echenique ejerció como diputado autonómico entre 2015 y 2017 tras enfrentarse a la dirección estatal de la formación, son otro ejemplo. El Palacio de la Aljafería, de estilo mudéjar, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2001 y es accesible para personas con discapacidad motriz, visual y auditiva, según promociona el Gobierno de Aragón en la página web.

También la Cámara alta, en Madrid, fue reformada en 2016 después de que la senadora de Podemos Virginia Felipe exigiera accesibilidad universal para moverse por el Salón de Plenos con silla de ruedas. El Senado invirtió entonces 73.301 euros en reformar la zona de oradores -suprimir dos escalones e incorporar un sistema para regular la altura del atril- y también instalar una plataforma elevadora para acceder a las diferentes filas de escaños, entre otras mejoras, según informó en ese momento la agencia Efe.

Arquitectos especializados en accesibilidad coinciden en que las obras son “factibles”. “El propio hemiciclo ha sido objeto de otras reformas, incluso más profundas, cuando se fue dotando de instalaciones actualizadas, como la del voto electrónico”, asegura Luis Delgado, doctor e investigador de la Universidad de Granada. El profesor opina que pese a la “dificultad”, medidas como incorporar una plataforma elevadora y ampliar la tribuna “no deberían ser insalvables”.

La profesora de la Universidad Politécnica de Madrid Nieves Navarro, en cambio, propone aplicar “ajustes razonables” porque el edificio del Congreso es un edificio protegido. Es decir, habilitar un espacio “digno” en la parte inferior del estrado de la sala de oradores, para que una persona usuaria en sillas de ruedas “hable en igualdad de condiciones pero sin subir al estrado”.

En su opinión, no es posible “aplicar con todo rigor la normativa de accesibilidad” en el Hemiciclo por su valor histórico y arquitectónico. “Es complicado, pero hay alternativas”, asegura y va más allá: “¿Por qué tiene que estar a una altura más elevada el orador? En la época en la que se construyó este edificio, entre 1843 y 1850, se establecían jerarquías, pero ese modelo está erradicado. ¿Por qué no planteamos que todos hablen desde el lugar donde se propone hable Echenique?”

El presidente de COCEMFE reconoce que las intervenciones en edificios históricos son “más complejas” pero defiende que el criterio de la accesibilidad “tiene que primar”. Queiruga lamenta que “no hay una visión de inclusión real”: “[La accesibilidad] se ve como algo hecho para las personas con discapacidad, pero beneficia a la sociedad en su conjunto”. El representante de COCEMFE insiste en la necesidad de garantizar a todos los ciudadanos el uso de edificios nuevos y existentes. “Sobre todo, cuando hablamos de organismos públicos. La casa de todos debería ser un referente”, defiende. Mientras no se reforme, el Hemiciclo solo será accesible a algunos.

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