La pugna por Madrid: la izquierda perdió votos por el PSOE y la derecha recuperó los apoyos del pasado
Durante muchos años, el PP se presentó a las elecciones municipales de Madrid sin dudas sobre su victoria. La única incertidumbre era si alcanzarían el 50% de los votos o se quedarían por debajo. En 2015 algo cambió. La izquierda logró una movilización sin precedentes y muchos votantes de la derecha, hasta entonces fieles a la cita electoral, negaron su apoyo al PP. No fue suficiente con los que se fueron a Ciudadanos, y los populares perdieron la Alcaldía.
Este 26M, buena parte de esos votantes de la derecha volvieron a las urnas repartiendo sus votos entre Ciudadanos y Vox. En el lado de la izquierda ha ocurrido todo lo contrario. Unos 26.000 votantes han retirado su apoyo a ese bloque, pero la sangría no se ha repartido entre los tres partidos. Es el PSOE el que se ha desangrado este domingo respecto a las elecciones de hace cuatro años.
Es lo que muestran los datos de las elecciones al Ayuntamiento de Madrid, en las que Más Madrid se ha impuesto en votos y concejales, pero la suma con el PSOE le deja por debajo de la mayoría absoluta. Madrid en Pie, la candidatura encabezada por el exconcejal Carlos Sánchez Mato, no ha logrado representación.
La derecha, por su parte, ha alcanzado una mayoría absoluta que descartaban la mayoría de las encuestas. El PP ha sufrido una dura caída respecto a los resultados que hace cuatro años consiguió Esperanza Aguirre, pero logra retener el liderazgo de ese bloque y sumar con Ciudadanos y Vox para recuperar la Alcaldía.
La derecha recupera parte de los apoyos del pasado
La capital fue hasta 2015 un bastión tradicional del PP. Con José María Álvarez del Manzano primero y con Alberto Ruiz Gallardón después, Madrid era una victoria segura cada noche electoral, uno de los territorios que impulsaba al partido a nivel nacional. En 2003, por ejemplo, los populares se llevaron 874.264 votos y subieron 3.000 más en los siguientes comicios. La oposición no podía hacer nada contra un partido que se llevaba la mitad de las papeletas en juego.
En 2011, cambió ligeramente la situación. El PP bajó hasta los 756.952 en las últimas elecciones de Gallardón antes de dar el salto al Ministerio de Justicia. Parte de sus apoyos fueron a parar a un partido de reciente creación que intentaba arañar votos al bipartidismo: UPyD. Sin embargo, la suma de los votos de los populares y del partido fundado por Rosa Díez volvía a arrojar una cifra constante de apoyo a la derecha: 876.553 votos, prácticamente los mismos que en elecciones anteriores.
Esa tendencia se rompió en 2015, con Esperanza Aguirre como cabeza de lista del PP. La expresidenta regional volvió a la primera línea política tras los múltiples escándalos de corrupción de sus gobiernos para tratar de mantener la Alcaldía que el partido veía peligrar por la gestión de Ana Botella y la herencia endeudada de Gallardón. Aguirre fracasó.
En las elecciones de hace cuatro años, Aguirre perdió a buena parte de esos votantes que habían sido fieles a las siglas. Consiguió solo 564.154 votos, el 34,5%. Parte de sus apoyos tradicionales se fueron a la lista que encabezó Begoña Villacís por Ciudadanos, que consiguió 186.487 papeletas. UPyD sumó 29.812 votos al bloque de la derecha pero no consiguió representación. En total fueron 790.320 votos –si se suma también a Vox, que consiguió casi 10.000–, muy lejos de los apoyos que la derecha había tenido tradicionalmente en la capital.
Este 26M se ha revertido en parte esa situación, recuperando unos 40.000 votos. El PP se ha vuelto a dejar buena parte de sus apoyos en esta cita electoral –caen 169.446 votos–, pero sus socios han ganado más de lo que pierden los populares: Ciudadanos ha sumado 125.130 y Vox 114.385.
Esa recuperación viene, por ejemplo, porque las tres derechas han incorporado el voto que hace cuatro años se fue a UPyD y quedó sin representación. Los restos del partido de Rosa Díez, ya totalmente desvinculada de la formación, han arrastrado únicamente a 1.882 votantes a las urnas.
Hay otros sitios donde la derecha también podría haber rascado apoyos para llegar a los 830.577 votos que ha conseguido este 26M. Los votos en blanco han pasado de casi 16.000 a poco más de 7.000, y los nulos, de más de 12.000 en 2015 a algo menos de 6.000 este domingo. Vox también ha arrastrado parte del voto de las formaciones de extrema derecha que eran residuales, como Falange, que ha perdido más de 700 votos.
El PSOE pierde votos para el bloque de la izquierda
El nacimiento de Ahora Madrid y la campaña que se montó en torno a la figura de Manuela Carmena permitió a la izquierda arrebatar la capital a la derecha en unas elecciones históricas. El PSOE cayó más de 100.000 votos, pero Ahora Madrid logró más de medio millón de papeletas y solo un concejal menos que el PP. IU se quedó sin representación, pero consiguió casi 30.000 votos.
Este domingo la izquierda se ha quedado a dos concejales de mantener el bastón de mando en Madrid. Según los datos, Más Madrid, el partido con el que Carmena se ha presentado en esta ocasión, ha caído en 15.731 votos. Sin embargo, es una cifra muy similar a la que sube IU, en esa ocasión con la candidatura de Madrid en Pie, que consigue 15.204 nuevos apoyos. Eso sí, no ha logrado transformarlos en escaños al quedarse por debajo del 5%.
Esos números señalan que las formaciones que hace cuatro años integraron Ahora Madrid apenas pierden 527 votos en los comicios. Sin embargo, el bloque general de la izquierda pierde más de 26.000 votos respecto a 2015. Pasa de los 796.658 apoyos de hace cuatro años a 770.427.
La caída es casi idéntica a la que sufre el PSOE, que no ha logrado rentabilizar el efecto de Pedro Sánchez, que colocó a los socialistas como fuerza más votada en las elecciones de hace un mes. Pepu Hernández, su apuesta personal para la Alcaldía, ha cosechado 223.582 votos frente a los 249.286.
Es posible que buena parte de esos votantes acabaran dando su apoyo a Más Madrid, que ha visto como ha subido la abstención en parte de los distritos en los que basó su victoria de 2015. El caso es que la caída de los socialistas es la que ha restado votos al bloque de partidos de izquierda, lo que, unido a la recuperación que han experimentado los de derechas, ponen al PP a las puertas de recuperar uno de sus bastiones históricos.