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El PP vende el “estilo Almeida” para lo que queda de mandato ante el reproche de Vox por sus “políticas de izquierda”

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, al inicio del debate sobre el estado de la ciudad.

Sofía Pérez Mendoza

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Un racimo de novedades menores pero con “estilo Almeida”. Hora y media de discurso sin papeles, fruto del músculo entrenado del opositor, le han dado al primer edil -arropado por el presidente del PP de Madrid y la presidenta de la Asamblea- para anunciar un nuevo billete de autobús que permitirá cambiar de línea en una hora por 1,80 euros, transporte público gratuito en la primera quincena de septiembre para atraer a usuarios ante el desplome generado por la pandemia y la construcción de 1.186 viviendas nuevas de alquiler asequible. Y poco más. Gobierno y oposición, hace un año unidos a través de los Pactos de la Villa, han radiografiado la capital de formas antagónicas en el segundo Debate sobre el Estado de la Ciudad. “Un ejemplo para España y para el mundo”, ha dicho el PP; “toneladas de humo”, ha resumido Más Madrid; “políticas de izquierda”, ha zanjado Vox.

Criticado por un discurso “triunfalista” a su izquierda y a su derecha, el Gobierno municipal -multirrepresentado en el debate por el alcalde, la vicealcaldesa, la portavoz del grupo Andrea Levy y la concejala Sofía Miranda- se ha aferrado a lo difíciles que han sido los dos últimos años para desgranar su gestión pasada: se ha cruzado la pandemia, la nevada Filomena -de cuya respuesta municipal incluso ha sacado pecho el alcalde- y una crisis mayúscula entre PP y Ciudadanos que fulminó al partido liberal de la Asamblea de Madrid tras unas elecciones anticipadas.

De la futura, se han detallado decenas de pequeños compromisos, de poco impacto y lejanos a la grandilocuencia de los tiempos de mayorías absolutas del PP en el Ayuntamiento. Las obras para peatonalizar la Puerta del Sol empezarán antes de que finalice el año. También los trabajos para derribar el puente de Pedro Bosch, en Pacífico. En el nuevo bulevar de Joaquín Costa -el resultado de la desaparición del scalextric- se levantará una estatua de homenaje a las víctimas del terrorismo, ha precisado también el alcalde. La vicealcaldesa ha anunciado, asimismo, algunas novedades, como la reactivación de la Comisión del Ocio Sostenible este viernes, un foro para reunir a los hosteleros, los comerciantes y los empresarios del ocio nocturno con los vecinos. No se reunía desde 2017.

Hasta que llegó el debate nacional con los indultos por bandera. “Presidente del Gobierno, aprenda de este alcalde, que se levanta a primera hora para ir a Mercamadrid, que fue el primero en madrugar para estar en los hospitales... Menos hacer magdalenas, lo ha hecho todo por los madrileños”, apuntó Andrea Levy. El primer edil luego pidió el “indulto” para el portavoz socialista, Pepu Hernández, para no seguir comentando su intervención y advirtió al jefe del Ejecutivo nacional que “indultar a los golpistas no puede suponer la condena para Madrid”. “Madrid -ha dicho- es un refugio para los que quieren desarrollar su vida sin hostigamiento por pensar diferente”.

¿Y qué es el estilo Almeida? “Gestión, gestión, gestión”, ha resumido él mismo, pese a que ya pasa el ecuador del mandato sin un proyecto emblemático para la ciudad. “Confrontación, confrontación, confrontación”, ha diferido Hernández. La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, ha lamentado que la corporación de PP y Ciudadanos viva, a su juicio, de las rentas del anterior Gobierno y le ha diagnosticado “síndrome de Cibeles”: “completa desconexión e incomprensible triunfalismo”. “Nivel estar orgulloso de la gestión de Filomena”, ha agregado irónicamente Maestre. Para la vicealcaldesa, Begoña Villacís, la izquierda ha querido “pintar una ciudad de Orban, pero tienen una ciudad más cerca de Macron”.

Las bancadas de PP y Ciudadanos se han llevado las manos a la cabeza con la intervención del portavoz de Vox, Javier Ortega Smith. La extrema derecha, con cuyo apoyo se sostiene al Gobierno municipal, ha pedido al primer edil que extreme sus políticas “sin complejos”. A Vox se le quedan cortas las cesiones de la corporación y ha exigido más, además de reinvindicar como propios un manojo de políticas, suyas o no. “Para ustedes la izquierda son todos aquellos que no piensan como Vox. Como no tiene críticas, se apropia de los logros de este equipo de Gobierno”, ha contestado Almeida.

Ortega Smith subía a la tribuna con el colmillo afilado, directo a desestabilizar al Gobierno de coalición. “Nos intentan convencer de que son uña y carne pero escuchas una voz de un lado y la voz de la réplica diciendo lo contrario”, ha criticado. “Pero son uña clavada en carne”, ha proseguido sugiriendo que el pacto entre PP y Ciudadanos genera “incertidumbre e inseguridad” a los madrileños.

Almeida y Villacís han cerrado sus discursos con un mensaje de unidad que ha querido responder de forma contundente al socio incómodo al que como Gobierno en minoría necesitan para todo. “Soy la orgullosa vicealcaldesa de una ciudad plural con un gobierno plural que ha soportado terremotos y ha sido un ejemplo para el resto de España”, ha zanjado Villacís. “Frente a lo que digan, el día que no tengamos diferencias y no las arreglemos, ese día nos estaremos equivocando. Que tengamos muchas diferencias y por mucho tiempo”, ha cerrado el alcalde. Se da por concluida la sesión.

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