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Rita Maestre: “Me dirijo a las mujeres, hay alternativa a los gobiernos más machistas y carcas que ha tenido Madrid”

La candidata de Más Madrid al Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre.

Fátima Caballero

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“Nunca hemos dado por perdido Madrid”, dice Rita Maestre (Madrid, 1988). La candidata de Más Madrid al Ayuntamiento de la capital confía en que este domingo puede haber un vuelco electoral que devuelva a Cibeles a un gobierno progresista como el de Manuela Carmena en 2015. Para ello apela a los indecisos, que son, afirma, “en su mayoría mujeres”, a las que se dirige en esta entrevista con elDiario.es para pedirles el voto y acabar así con “los gobiernos más machistas y carcas que ha tenido Madrid”.

Maestre reivindica su espacio como el que “ha dado la batalla” en Madrid y nunca “la ha dado por perdida” frente a los que lo llaman “izquierda cuqui”. La candidata de Más Madrid asegura que pase lo que pase el domingo, seguirá en el Ayuntamiento de Madrid los próximos cuatro años: “Me quedaré donde me hayan puesto los ciudadanos con sus votos: en el Gobierno o en la oposición”.

¿Por qué cree que es la mejor candidata para gobernar la ciudad de Madrid?

Porque me he trabajado esta ciudad durante cuatro años. Porque nunca hemos dado por perdido Madrid, porque no hemos bajado los brazos, la hemos recorrido calle a calle, barrio a barrio, porque tenemos propuestas, alternativas y soluciones para todos los barrios de esta ciudad.

Las encuestas reflejan que el escenario entre los dos bloques de izquierda y derecha está muy ajustado en Madrid. El sábado, en el acto central en la Plaza Mayor, usted apeló a los indecisos. Dijo que todavía las encuestas reflejan que son muchos. ¿Tiene identificados quiénes son?

Hay muchas mujeres indecisas. Según las encuestas, hay muchas mujeres que están esperando en estos últimos días de campaña al debate, a los actos finales, a las entrevistas finales para decidir su voto. Y yo me dirigí a ellas y lo voy a hacer también en esta recta final de la campaña, para que recuerden que hay alternativa a los gobiernos más machistas, más antiguos, más carcas que ha habido en esta ciudad y en esta comunidad en mucho tiempo. Que esa alternativa se llama Más Madrid, que se llama espacio progresista y que puede gobernar para ellas para mejorar la seguridad en las calles de esta ciudad, para mejorar los derechos sociales, para ampliar los servicios públicos, para facilitar la conciliación, para trabajar por ellas.

La abstención ha perjudicado históricamente a la izquierda en las elecciones. Los barrios que votan más masivamente suelen ser los que votan a la derecha y la abstención alcanza porcentajes muy altos en los barrios más humildes. ¿Qué pasa con esos lugares para que haya tanta desconexión con la política?

Antes de la abstención va el pesimismo, la sensación de que no hay nada que hacer. Cuando no hay ningún incentivo para ir a votar, porque da la sensación de que la batalla está ya perdida o hay quien genera la sensación de que esa batalla está perdida, entonces, para qué levantarte ese domingo e ir a votar. Por eso yo me he centrado en combatir el derrotismo, en combatir ese pesimismo sobre Madrid como una ciudad perdida, como una región perdida donde no hay nada que hacer. Claro que hay mucho por hacer. Hemos demostrado que cuando hay movilización por parte del electorado progresista hay cambio político en Madrid, lo hicimos en 2015 y por eso nosotros llamamos a volver a hacerlo en 2023. 

¿Qué les ofrece Más Madrid para que tengan esos incentivos para ir a las urnas este domingo?

Creernos Madrid, creernos esta ciudad, creernos esta región, quererla y estar centrados en gobernarla. Una fuerza política tiene que presentarse con la claridad y con la solvencia y con la contundencia de un programa para las mayorías. Un programa para gobernar para la gente corriente, que es para lo que nos presentamos nosotros. Y hemos demostrado tanto en el pasado, cuando gobernamos la ciudad de Madrid, con Manuela Carmena, como durante estos cuatro años en los que hemos sido la única oposición al Gobierno del Partido Popular, que somos esa alternativa que está centrada en transformar la ciudad y en ponerla al servicio de la mayoría.

Coinciden casi todos los candidatos, usted también lo ha dicho, en que el problema de la vivienda es uno de los más importantes, si no el más importante, que tiene ahora mismo Madrid. ¿Aplicará la ley estatal si llega a ser alcaldesa?

Por supuesto. Haré el uso de todos los instrumentos legales y administrativos que tenga a mi alcance para regular el precio del alquiler, porque el problema del alquiler es de hoy y es de mañana, no se va a solucionar con la construcción de vivienda dentro de 10, 15 o 20 años. Para solucionar el problema de mañana de las familias y de los jóvenes en Madrid hace falta regular el precio del alquiler, como sucede en toda Europa, donde el mercado convive con la regulación y no sólo no pasa nada, sino que el derecho a la vivienda se garantiza a diferencia de lo que pasa en España.

¿Tiene identificadas cuáles son las zonas más tensionadas de la ciudad?

Toda la ciudad de Madrid puede ser declarada zona tensionada según los dos criterios que establece la Ley de Vivienda, tanto el de la renta de las familias como el del incremento del precio sobre el IPC y, por lo tanto, toda la ciudad de Madrid puede ser declarada zona tensionada. 16 de los 21 distritos de Madrid están hoy en máximos históricos. Un piso de 70 metros cuadrados cuesta de media 1.300 euros en Madrid. Así que el problema es grave. Es urgente y requiere soluciones ya.

¿Qué hay que hacer con los impuestos en Madrid, hay que bajarlos, hay que mantenerlos, hay que subirlos?

En las ciudades el único impuesto relevante es el IBI, es un impuesto profundamente regresivo que afecta mucho a la economía de las familias y de las empresas por igual, a las grandes y a las pequeñas, y que por lo tanto, permite poco trabajo de progresividad en la medida en la que es el impuesto más regresivo que hay. Yo soy, por supuesto, partidaria de que en Madrid, a diferencia de lo que ha pasado hasta ahora en la Comunidad de Madrid, quien más tiene más pague, que paguen las eléctricas, que paguen los bancos, que paguen las grandes fortunas y los grandes patrimonios... Pero eso no se decide en la ciudad de Madrid, donde, como digo, el único impuesto relevante es el IBI y en este momento no soy partidaria de subirlo.

¿No es partidaria de subir el IBI? ¿Por qué?

Porque es un impuesto profundamente regresivo que no permite establecer diferencias entre las familias que más lo necesitan y las que menos lo necesitan, y por lo tanto, una subida ahora implicaría un impacto grande en la renta de la mayor parte de las familias madrileñas que lo están pasando mal.

Otro de los grandes problemas es el tema de la contaminación. Con una planta en cada balcón, ¿se combate a la crisis climática como ha propuesto Isabel Díaz Ayuso?

Con una planta en cada balcón se insulta la inteligencia. Lo que necesitamos son políticas valientes contra el cambio climático. Necesitamos echar y llevar al negacionismo a la oposición. Necesitamos tomarnos en serio el mayor desafío de nuestro tiempo, que es el calentamiento global. Para eso hace falta descarbonizar, una revolución del transporte público, hace falta transformar la movilidad de la ciudad de Madrid. Hace falta tomarse en serio el reto para que nuestra ciudad no sea un desierto dentro de de 20 o 30 años.

Más Madrid se ha posicionado como un partido verde y vemos que estas formaciones en Europa tienen buenos resultados, pero aquí en España no acaban de despegar. ¿Por qué cree que pasa eso?

Es verdad que en España no ha habido una tradición histórica de partidos verdes que nacen en el norte de Europa, que nacen en centroeuropa y que, por tanto, tienen allí sus raíces históricas más fuertes. Pero sí creo que en España la preocupación climática es cada vez mayor, muy especialmente entre las generaciones jóvenes, que saben que tienen entre manos un problema cuyas consecuencias, como no se aborde, acabarán pagando, sin un planeta razonablemente confortable en el que vivir. Almeida nos llamó en el debate histéricas climáticas. Esto es una buena representación de dos modelos: el de quien niega que tenemos un problema que es el mayor desafío de nuestro tiempo o el de quienes tomamos en serio este desafío como lo más importante que tenemos entre manos.

¿Cuáles son las medidas que se pueden poner en marcha en ese sentido desde una ciudad como Madrid?

Si hablamos de verde, nosotros nos hacemos cargo del compromiso de Greenpeace. La propuesta de Greenpeace que muchas ciudades han asumido ya como programa de gobierno, que es la regla 3-30-300, es un plan de renaturalización de las calles y del conjunto de las ciudades. Que tengas un árbol a menos de tres metros de tu casa, que veas tres árboles desde la ventana de tu casa, que el 30% de tu calle esté ocupado por más verde y que tengas un parque a menos de 300 metros, pero un parque real, no un parque infantil con un poco de arena en el suelo. Eso no es un parque y no debería contar como tal. Reverdecer y renaturalizar la ciudad con una política valiente, como una política fuerte que implica quitar espacio al coche y a los aparcamientos en superficie. Y cambiar ese protagonismo por el verde.

Almeida termina la legislatura cumpliendo con los compromisos de calidad del aire de Bruselas, algo que no lograron en el Gobierno anterior.

Me alegro muchísimo de que Almeida haya pasado de llevar a Madrid Central a los tribunales a presumir de las consecuencias de haber mantenido Madrid Central en la ciudad de Madrid, con la pequeña diferencia del medio millón de euros que nos hemos gastado todos los madrileños en que le cambie el nombre a Madrid Central.

Pero creo que tenemos que ir a por más. El 75% de los madrileños están en entornos que superan los límites de contaminación de la Unión Europea y, por lo tanto, la siguiente legislatura tiene que ser mucho más valiente y mucho más aguerrida. Almeida ha mantenido políticas que funcionaban, pero no ha puesto en marcha ni una sola nueva. Yo quiero que la próxima legislatura sea la legislatura de la revolución del transporte público.

Volviendo a las encuestas. Los sondeos reflejan un empate técnico en el Ayuntamiento y también apuntan a que lo que pase puede depender de si la coalición de Podemos e IU logra superar esa barrera del 5% de apoyo. ¿Es un voto útil el voto a Podemos este domingo?

Es muy raro votar a otro partido cuando quieres que gobierne uno, y además en 2019 hubo quien pensó que las elecciones estaban ganadas y que se podía jugar a experimentos, y el resultado es Almeida. Así que mi respuesta es muy clara: si quieres que gobierne Más Madrid, si quieres que gobierne una lista progresista, vota a esa lista progresista directamente.

¿Hubiera sido mejor idea ir juntos en las elecciones? Es algo que siguen reclamando desde Podemos.

Repito que somos la fuerza más votada de la ciudad de Madrid, que somos un proyecto para el conjunto de la ciudad, que quien haya visto la campaña también puede ver el tipo de formación política que cada uno somos y que las campañas también revelan que la nuestra es la de una izquierda que se cree Madrid, que se la cree cuando está en el Gobierno y cuando está en la oposición. Que se trabaja esta ciudad no solo en elecciones, no en los días de campaña, sino durante los cuatro años anteriores, y que ese es el aval y el proyecto que nosotros podemos poner encima de la mesa y que gracias al trabajo que hemos hecho durante estos últimos cuatro años, hoy estamos en condiciones de disputarle la alcaldía a Martínez Almeida.

En una entrevista en elDiario.es dijo que seria “deseable” un gobierno de coalición con el PSOE liderado por Más Madrid. ¿También en coalición con Podemos?

Aspiro a lograr la mayor mayoría posible, desde luego, para gobernar esta ciudad, para deshacer las políticas del Partido Popular. Y para eso, todo voto progresista es bienvenido. Al día siguiente de las elecciones, o mejor dicho, esa misma noche, en función de los resultados electorales, por supuesto, me pondré a buscar y encontrar todos esos votos y todos esos escaños para poner en marcha ese gobierno. Pero tendré que esperar al día de las elecciones para hacerlo.

Dice que hay que esperar al día de las elecciones. ¿Qué pasa si no logra desbancar al gobierno del PP? ¿Seguirá como líder de la oposición en el Ayuntamiento?

Yo me quedaré donde me hayan puesto los ciudadanos con sus votos, en el Gobierno o en la oposición. Espero que sea en el Gobierno, pero también me quedaría en la oposición. Creo que tengo un compromiso con ellos. Lo he demostrado en estos cuatro años, donde nos quedamos en una situación complicada tras las elecciones de 2019 y donde Mónica García y yo nos echamos esta ciudad y esta comunidad a la espalda. Cuando todo el mundo daba por perdido Madrid, nos la echamos a la espalda, nos lo hemos trabajado durante cuatro años, así que nos lo vamos a seguir trabajando también los siguientes cuatro.

¿Teniendo en cuenta que usted lleva ya ocho años en política, ¿cuánto tiempo se ve en la política institucional?

Mientras sea útil a esta ciudad, estaré no solo encantada, sino con la enorme responsabilidad de hacerlo. Espero que sea durante unos años más.

¿Qué respondería a los que llaman a Más Madrid “la izquierda cuqui”?

Que si la izquierda cuqui es la que ha estado trabajándose esta ciudad cuando todo el mundo miraba a otro lado, recorriendo las calles de esta ciudad cuando no había elecciones y cuando no había cámaras, que si la izquierda cuqui somos las que nos hacemos el trabajo no solo institucional sino político embarazada de ocho meses y con bebés a las espaldas durante una campaña electoral... pues entonces, Madrid se merece ese tipo de izquierda y no una que aparece los últimos días de una campaña electoral.

Quería preguntarle por el debate actual que hay en la política nacional, que ha trascendido incluso fronteras, con los insultos racistas a un jugador del Real Madrid. ¿Cree que España es racista?

Hay partidos que han hecho del racismo su bandera política. Se lo dije a Ortega Smith en el debate: que si gobernaba él, iban a llegar a Cibeles los que gritan mono a Vinicius en la puerta de un estadio. Son personas y un partido político que han hecho del racismo una de sus banderas políticas fundamentales. No solo ellos, sino quienes les han normalizado en las instituciones, como el Partido Popular. Creo que esos discursos de odio desde las tribunas del Congreso de los Diputados, desde los escaños del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, tienen consecuencias en la sociedad y, por supuesto, hay responsabilidades políticas. Por eso es tan importante que en las elecciones de este domingo levantemos no solo a los ultras, sino también a quienes les han puesto el camino más fácil para llegar a las instituciones.

¿Qué cree que se tendría que hacer con una situación así como la que se vivió el otro día en el campo, paralizar el partido?

Es que parece que en España sólo se paraliza un partido cuando alguien llama nazi a un nazi. Es el único ejemplo que hemos tenido en los últimos años, que es cuando la afición del Rayo Vallecano llamó nazi a un nazi. Leía el otro día una entrevista a un ex árbitro sobre los cánticos hace 15 años. Llevamos 15 años sufriendo de forma constante el racismo más explícito dentro y fuera de los estadios, y parece que no estamos dispuestos a hacer nada. Yo creo que sí hay que hacer algo y que de la misma forma que se paró aquel partido, ¿por qué no se va a poder parar uno cuando existen cánticos racistas?

¿Cómo se imagina Madrid si llega al gobierno, en cuatro años?

Pues como una ciudad igual de vibrante, igual de abierta, igual de energética, pero con más árboles, con mejor transporte público, más plazas de escuelas infantiles, con una cultura más libre y con la sensación de volver a ser una ciudad que quiere ser puntera, que quiere ser referencia en el ámbito internacional, en aquellos espacios y temas donde necesitamos ser valientes, en la lucha contra el cambio climático, en la transformación de la ciudad, en los retos urbanos. No una ciudad que va a rebufo de muchas otras capitales europeas.

¿Y cómo se imagina Madrid si hay cuatro años más de Almeida, posiblemente con Vox en el gobierno, como reflejan para ese caso las encuestas?

Como una ciudad más gris, más sucia, menos moderna, una ciudad donde el orgullo se va a ver boicoteado. Aquí estamos hablando de que dentro de un mes vamos a tener que organizar, como cada año, la mayor celebración que sucede en Madrid, que es el orgullo LGTBI, y de si ese orgullo lo organizan y lo gestionan Ortega y Almeida o un gobierno progresista. Así que nos jugamos mucho en que Madrid no vuelva a ser una ciudad de armarios, una ciudad gris, una ciudad contaminada y una ciudad que va a la zaga del resto de las ciudades españolas y europeas.

¿Es Madrid de derechas? Si se compara con el resto de grandes capitales europeas, Madrid es más conservadora a la hora de votar.

Madrid no es de derechas. En Madrid, en 2015, conseguimos un gobierno progresista, un gobierno que le dio la vuelta a lo que había pasado en esta ciudad durante mucho tiempo. En Madrid, la derecha gana cuando se consigue que no se hable de la educación pública, de la sanidad pública, de lo que pasa en nuestras calles, sino que estemos en una especie de disputa ideológica y de confrontación con el conjunto de España. Estas elecciones las vamos a ganar y vamos a darle la vuelta gracias a hablar de lo que pasa en Madrid, de los problemas de Madrid. Que cuando hacemos eso, entonces somos capaces de lograr gobiernos de izquierdas.

Manuela Carmena la ha designado su sucesora, ¿le genera responsabilidad coger su testigo?

Me genera mucha responsabilidad encabezar el espacio progresista de esta ciudad, pero también digo que lo he hecho durante estos cuatro años, a menudo en solitario, a menudo con nuestras propias fuerzas. Lo hemos hecho llevando la propuesta, la alternativa y la oposición al gobierno de Almeida a cada barrio de esta ciudad. Así que estamos preparados.

Entrevista completa a Rita Maestre

Vídeo: Clara Rodríguez e Irene González

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