¿A qué vecino del barrio le daban palmas?
Al sereno. Creados en 1765, para encender los faroles que iluminaban Madrid al anochecer, los serenos iban tocados con gorra y bata gris, portaban cinturón de cuero para sujetar un amplio manojo de llaves, llevaban un silbato y golpeaban el empedrado con su chuzo, al tiempo que cantaban la hora y el estado del tiempo.
Los serenos conocían todos los secretos del barrio y eran los reyes de la noche madrileña.
En el año 1976 fueron reconvertidos en vigilantes nocturnos, y pese al intento de Tierno Galván, de que volvieran a las calles de Madrid, estos populares y entrañables personajes acabaron desapareciendo, aunque, todavía, permanecen en la memoria histórica de la ciudad y de algunos vecinos mayores del barrio.
-¡Sereno!
-¡Va!
No había un solo sereno por barrio, sino por calle y, en principio, no les estaba permitido hablar demasiado con los vecinos.
Los mayores de Malasaña recuerdan que el último sereno que se ocupabó de la calle del Pez se llamaba Amador. (Si tú o tus padres-abuelos recordáis algún otro nombre de sereno de los que trabajaron en el barrio, compártelo con nosotros dejando un comentario)
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