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El veto a los pisos Airbnb se extiende al barrio de Trafalgar

El área de Urbanismo ha aclarado la anunciada moratoria de licencias turísticas que avanzó esta semana. Además de afectar a todas las modalidades de alojamiento que se intenten implantar en el distrito Centro sobre edificios residenciales, ha ampliado su ámbito de actuación a parte de Chamberí, entre otras áreas de Madrid.

En concreto, “se suspende la concesión de licencias de viviendas de uso turístico en el barrio de Trafalgar ”, indicó el Ayuntamiento de Madrid en nota de prensa, además de en otras zonas de la capital como Palos de Moguer (Arganzuela), Recoletos y Goya (Salamanca) y  Argüelles (Moncloa-Aravaca). En la práctica esto significa que las empresas que quieran ofertar viviendas turísticas en esta zona tendrán que esperar a que finalice el Plan Especial que ha puesto en marcha el consistorio para regular el sector, para lo que se ha dado un año de plazo (prorrogable a otro).

En el barrio de Trafalgar se ofertan actualmente 869 apartamentos en Airbnb. Su número ha crecido un 49% en solo un año y la tendencia es que siga aumentando, según los datos de la página de análisis Airdna. El 47% de esta oferta de viviendas turísticas está gestionada por profesionales.

Los particulares que alquilan su casa a turistas por plataformas como Airbnb, Homeaway o Booking también están afectados por la medida, ya que el Ayuntamiento les advierte que solo pueden hacerlo un máximo de 90 días al año. En caso contrario, lo considerará actividad económica (en lugar de economía colaborativa) y tendrán que solicitar la pertinente licencia, en las mismas condiciones que las empresas. Y si no se cumple, amenaza con sanciones que apliquen “la disciplina urbanística correspondiente”.

Aunque hasta el momento el sector de la vivienda de uso turístico se ha caracterizado por su desregulación, a partir de este año las empresas que ofertan estos servicios están obligadas -Hacienda publicó la norma a finales de 2017- a detallar las informaciones fiscales de todos sus usuarios, incluyendo propietarios de pisos, las personas que los gestionan, además de la identidad de los alojados y su número de pernoctaciones.

El efecto Airbnb y la subida de precios de las casas

El área de Desarrollo Urbano Sostenible ha tomado esta medida después de estudiar los barrios de Madrid en los que se estaba extendiendo con mayor fuerza el efecto Airbnb, o la conversión de pisos residenciales en alquileres turísticos. Según el consistorio, este fenómeno “está dando lugar a la aparición de problemas de presión y saturación, que dificultan una relación y convivencia armónica entre residentes, comerciantes, hosteleros y turistas”. También cita entre sus efectos la “incidencia en el precio de acceso a la vivienda”.

El Plan Especial que ahora se pone en marcha regulará la implantación de establecimientos hoteleros, albergues, hostels, apartamentos turísticos y viviendas de uso turístico cuando conviven con otros usos como el residencial o industrial en el mismo edificio.