Lo que ocurrió en Chueca y Salesas en vacaciones

Se suele asociar el mes de agosto con un periodo de inactividad total, especialmente en el centro de la ciudad. Este año, sin embargo, Chueca y Salesas ha estado de lo más movidito y, aunque la actividad comercial se ha reducido y gran número de vecinos han aprovechado para tomarse unas merecidas vacaciones fuera del barrio, los que se han quedado han visto cómo cada vez más madrileños y turistas se decantan por venir a visitarnos en uno de los meses más calurosos del año y tiran por tierra el mito de que agosto es un mes muerto.

Como viene siendo habitual, la menor afluencia de vecinos ha sido aprovechada por los organismos públicos para actuar con “estivalidad” y alevosía vía Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (como la publicación de los Anteproyectos de explotación Centro Deportivo Municipal Barceló y la modificación del Plan Especial Barceló, que autoriza la construcción de oficinas, viviendas y hasta un hotel en el solar de la Travesía de San Mateo en el que ahora hay una zona infantil) o por vía postal, enviando a las comunidades de propietarios documentación oficial con un limitado plazo de respuesta (como las menguantes ayudas para la instalación de ascensores, que afectan a numerosas comunidades de vecinos de Chueca y Salesas en las que hay muchas personas mayores).

Tampoco nos libramos de las zanjas y los cortes de calles para la actualización de las acometidas de electricidad y aguazanjas y los cortes de calles para la actualización de las acometidas de electricidad y agua que se venían realizando en los meses previos y las obras de la Plaza de la Villa de París marchan viento en popa para dar forma al proyecto de la futura Audiencia Nacional, que robará parte del aparcamiento público y transformará por completo el aspecto de uno de los pocos espacios verdes que tanto se necesitan en el barrio. Además, la calle Fernando VI está en plena metamorfosis, que eclosionará en otoño: nuevas aceras y pavimento para esta deteriorada vía y la incorporación de algunos árboles (muchos menos de los deseados por los vecinos, dicho sea de paso).

Durante el verano se han seguido cayendo árboles en Madrid, todos ellos sin ninguna víctima mortal, como el de la Calle General Castaños o, más recientemente, el de la cercana calle Montera, que fue a parar sobre las mesas de una terraza. Peor suerte corrieron varios jóvenes que estaban de cañas en otra terraza (esta vez ilegal) en la calle Rodríguez San Pedro, sobre los que cayó parte de recubrimiento de un balcón de un inmueble que, pese a haber pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) con informes favorables, causó la muerte de uno de ellos a causa de un traumatismo craneoencefálico. Un incidente que bien podría reproducirse en las numerosas terrazas ilegales que nos podemos encontrar en el barrio y que tantas veces ha denunciado la Asociación de Vecinos de Chueca.

Tampoco podemos olvidarnos de la basura y la suciedad, que muy lejos de irse de vacaciones parecen haber llegado para quedarse como una estampa más del barrio y de toda la ciudad. Las altas temperaturas, la afluencia de más visitantes a las numerosas zonas de ocio de Chueca y Salesas y el más que insuficiente servicio de limpieza (donde brillan por su ausencia los baldeos) complican el día a día de los vecinos y comerciantes y hacen totalmente nauseabundo e insoportable el tránsito por las calles.

'Avisos Madrid', una nueva herramienta para notificar incidencias

Durante el verano el Ayuntamiento de Madrid ha aprovechado también para lanzar la aplicación móvil 'Avisos Madrid' (disponible para Android e iOS), un nuevo canal mediante el que los madrileños podrán notificar avisos e incidencias relativas a mobiliario urbano, alumbrado, limpieza urbana y residuos, zonas verdes o arbolado, aceras y calzadas, vehículos abandonados y otras causas.

Cualquier aviso se inicia con la realización de una fotografía, continúa con la geolocalización de la incidencia en un plano y finaliza con la introducción de una breve descripción, quedando grabado en ese mismo instante en los sistemas informáticos del Sistema de Gestión de Avisos del Ayuntamiento de Madrid, que derivarán cada caso a los servicios municipales competentes. ¿Compensará el cuantioso desembolso para el desarrollo de esta aplicación una mejor gestión de las reclamaciones realizadas por los ciudadanos o seguirá siendo tan ineficaz como las actuales herramientas disponibles?