Más comodidad, buen seguimiento y varias lagunas: así funciona el abono de transporte en el móvil previa expansión
“Me da sensación de poderío. Hasta he notado que la gente se me queda mirando”. Así cuenta Andrés el “gusto” que le da validar su abono de transporte desde el teléfono móvil. Es uno de los 4.000 participantes del programa piloto lanzado a finales de julio por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM), que esta misma semana se abre a otras 4.000 personas antes de su expansión generalizada para quien lo solicite, prevista para noviembre. Un paso más de una iniciativa que desde el CRTM califican de “éxito rotundo”.
La experiencia de Andrés es en efecto muy positiva, aunque tiene algunos peros. “Lo de que mi tarjeta física quede desactivada me inquieta un poco. No sé qué pasará si pierdo el móvil, se me estropea, me quedo sin batería o si la aplicación empieza a dar problemas”, cuenta a Somos Madrid. El CRTM aclara que es necesario dar de baja el abono anterior para no generar duplicidades, fraudes y posibles alertas de seguridad. Una explicación lógica, aunque no es el único asunto que ha granjeado críticas a una herramienta por otro lado largamente demandada y que sin duda destaca por fomentar la comodidad del viajero.
Antes de entrar en detalles sobre ventajas y reproches, conviene recordar los pasos a seguir a la hora de apuntarse. En primer lugar, al menos durante esta etapa de prueba, la aplicación solo es compatible con teléfonos del sistema operativo Android 9.0 o posteriores que dispongan de tecnología NFC y Google Wallet (la tarjeta quedará almacenada en esta plataforma). Así, los usurarios de Apple podrán presumir de iPhone, pero todavía no de tarjeta virtual. Otro apunte es que la prueba no incluye los abonos anuales, con un precio por mes más barato que el de 30 días.
Si se cumplen las condiciones antes citadas, solo es necesario rellenar el formulario disponible en este enlace, donde se solicitan datos de contacto e información sobre el dispositivo utilizado. Quienes lo cumplimenten recibirán un correo electrónico con un link de descarga y las instrucciones para empezar a usar la aplicación, que se llama “Mi Tarjeta de Transporte”.
Incidencias resultas con atención humana y personalizada
Los inscritos verán que poco tiempo después les llega un justificante. Una vez verificadas las solicitudes, la cuenta pruebaappcrtm@madrid.org les remite un correo electrónico, con un enlace de descarga y las instrucciones para empezar a usar la aplicación y digitalizar la tarjeta. A lo largo de la prueba, el equipo encargado del plan piloto contacta con cada participante para recabar su opinión sobre el funcionamiento y, una vez terminado ese periodo de testeo, podrán seguir utilizando su abono digitalizado.
La atención individualizada desde el citado mail está siendo, sin duda, uno de los puntos fuertes. En Somos Madrid hemos probado la aplicación, encontrándonos con un grave contratiempo de entrada. Una vez rellenado el formulario y recibido el justificante, los problemas llegaron con el segundo correo. El enlace remitido conducía a la Play Store (el portal de descarga de aplicaciones en Android), pero un mensaje indicaba que no era posible continuar el proceso al carecer del permiso oportuno.
Esto se debe a que la aplicación está abierta solo a quienes reciben una autorización expresa por parte de quien la administra, de forma que no pueda bajarla toda persona que acceda al enlace. Pero quienes han sido admitidos en la prueba deberían tenerla automáticamente, para poder así completar la descarga. No fue el caso. Según fuentes consultadas por este periódico, una posible explicación es que el volcado de los correos con autorización de descarga se haga de manera manual. Así, si quien se encarga de ello comete un error, la persona a la que pertenece el mail queda sin acceso.
Por suerte, una vez elevada la incidencia a pruebaappcrtm@madrid.org, desde la entidad enviaron una respuesta personalizada (no son contestaciones automáticas) interesados en resolver la incidencia. Primero instaron a revisar que el mail registrado fuese el mismo utilizado en la Play Store. Después de indicar que así era, y transcurridos unos días, desde el CRTM enviaron otro correo con un nuevo enlace de descarga. Esta vez sí, funcionaba. Queda por ver si habrá una atención igual de eficaz cuando el número de usuarios vaya aumentando.
Validación rápida y margen de mejora a nivel informativo
Al margen del seguimiento pormenorizado y personalizado, los grandes beneficios llegan una vez activada. En Somos Madrid no hemos tenido contratiempos serios desde el primer uso, habiéndola empleado ya en Metro y autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Basta con abrir Google Wallet, pulsar en la tarjeta virtual y pasar el móvil por el sensor de validación de la estación, con la pantalla boca arriba. Un sistema muy parecido al que funciona en ciudades como Londres, donde también es posible pasar y pagar directamente con tarjeta a través del móvil billetes individuales.
La experiencia deja eso sí dos aspectos a corregir. El primero tiene que ver con la propia digitalización de la tarjeta. Una vez descargada la aplicación, solo hay que pulsar en la pestaña “Tarjeta Virtual” y proceder a digitalizarla, colocando la física pegada a la parte trasera del teléfono. Pero ojo porque no basta con ello. Hay que esperar unos segundos y terminar de validar el proceso, algo que la aplicación no muestra con claridad y que resulta poco intuitivo. Así, en nuestro caso creímos que todo estaba completado. Minutos después, al ir a pasar los tornos con el móvil, los sensores daban error. Por suerte, como el proceso no se había completado, la tarjeta física seguía operativa. Unos minutos después, ya en el andén, completamos la digitalización y desde entonces todo ha funcionado con normalidad.
Lo ocurrido sirvió para ilustrar, eso sí, que no todo el personal de Metro y otros servicios de transporte cuenta con la información más completa sobre la iniciativa. El trabajador de la estación donde se produjo el contratiempo anterior aseguró “no saber cómo va”. A la vez, empleados de Cercanías consultados por este periódico ni siquiera conocían que ahora es posible validar el abono con el móvil. Desde el CRTM no atienden por el momento las preguntas trasladadas por este medio acerca de un posible refuerzo en las campañas de información y asesoramiento, sobre todo en las propias estaciones.
Son, en cualquier caso, pequeños reparos o lagunas a corregir de una novedad que genera una enorme comodidad. Adiós a sacar la cartera cada vez que se accede al Metro o a un bus. A guardar el abono entre el móvil y la carcasa. Pasarlo ya tan solo requiere encender la pantalla. Además, quienes opten por la virtualidad se ahorran tener que renovarlo cada 10 años, trámite que cuesta 4 euros (6 si se debe a pérdida o deterioro). Unos eurillos que guardar en la cartera ahora que en ella habrá una tarjeta menos.
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