20 años sin 'las Costus'
Hoy en día, el primero exterior izquierda del número 14 de la calle de la Palma está cerrado. Allí no vive nadie. Cuesta imaginar cómo un espacio tan muerto pudo estar tan lleno de vida 30 años atrás.
Es ahí donde hay que situar la “casa-convento de las estrellas descarriadas”, como la bautizaría Francisco Umbral. Un centro moderno y aglutinador de una gente multidisciplinar que, sin proponérselo, generó un movimiento cultural tan idolatrado hoy como marginal en su momento, la Movida madrileña. Por aquel entonces, sus dueños eran dos jóvenes pintores, Enrique Naya y Juan Carrero, más conocidos como las Costus, nombre con el que firmarían su obra conjunta a partir de 1981.
Un piso con “gente rara”
Fue en julio de 1977 cuando ambos artistas aterrizaron en la calle de la Palma, adquiriendo el inmueble y habilitándolo como vivienda-estudio.
Cuentan que, día sí y día también, por aquel piso pasaban (algunos incluso vivieron una temporada) Fabio de Miguel (McNamara), Alaska, Tino Casal (su gran amigo), Nacho Canut, Pablo Pérez-Mínguez, Txomin Salazar, Carlos Berlanga, Miguel Ordóñez, Capi, Pedro Almodóvar, Miguel Ordóñez, Bernardo Bonezzi, Tesa Arranz y Blanca Sánchez, entre otros.
“Gente rara”, según recuerda una vieja vecina del número 16 de la calle.
Frágil memoria
En el edificio hoy, de todo aquello, no queda ni el recuerdo. Sólo tres jóvenes vecinos saben quiénes fueron Enrique y Juan Costus, aunque llevan poco tiempo viviendo allí. El resto no tiene ni idea. Una chica ironiza sobre el hecho de poner una placa conmemorativa en la fachada con un clásico “Aquí vivieron...”
En 1982 Costus abandonaron Madrid, pero esta casa de la calle de la Palma, a pesar de lo frágil de la memoria, ha quedado marcada como punto neurálgico del movimiento cultural madrileño de los años 80.
Quizá, el hecho más conocido es que fue allí donde Almodóvar filmó las escenas interiores de su primera película, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. El director manchego, que conoció la casa en junio de 1980, se quedó prendado del ambiente que vio en ella y un mes más tarde comenzó a rodar su debut cinematográfico, en algunas de cuyas escenas saldrían tanto Costus como sus obras.
Costus y La Vía Láctea
En la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989, Juan Carrero se quitó la vida. Un mes antes, el 4 de mayo, Enrique Naya había muerto víctima del sida. Pareja profesional y sentimental, ambos artistas han dejado una profunda huella en Malasaña.
A destacar que son los autores de las muy recomendables pinturas que lucen en un local tan emblemático como la Vía Láctea
la Vía Láctea, que este año cumple 30 años y que hoy lo celebra con una fiesta. Fue uno de los primeros encargos de Enrique y la envergadura de los murales, realizados entre finales de 1978 y principios de 1979, le llevó a pintar en colaboración con Juan por vez primera.
En vida, Costus obtuvieron el reconocimiento a su trabajo y sus series de pinturas Las gitanas de Marín, Paso Trascendental del Diez Minutos al Hola, Pinturas mexicanas o La Andalucía de Séneca, entre otras, fueron muy bien recibidas.
Por lo monumentalidad del empeño, mención aparte merece la serie dedicada a Madrid El Valle de los Caídos, elaborada a lo largo de seis años y que se exhibió por vez primera en la Casa de Vacas del Retiro el 3 de junio de 1987
Su vida profesional en Madrid estuvo marcada por los encuentros con los galeristas Fernando Vijande, en 1981, y, más tarde, a partir de 1983, con Eugenia Niño y la galería Sen (situada en la calle Barquillo y a punto de cumplir cuatro décadas de vida)
Recientemente, un documental (2007) del mexicano Ernesto de Chicote y un libro (2008) de Julio P. Manzanares han querido rescatar la figura de los Costus del relativo olvido en el que se encuentra. En internet, existen dos completísimas webs sobre su vida y su obra.
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