Catharsis: “Iba a ser una red social de trabajo pero lo montamos en un local”

Si algo abunda en los últimos tiempos en Malasaña son los espacios para el trabajo colectivo donde además se organizan todo tipo de eventos. Recientemente ha nacido un nuevo espacio en la calle Valverde número 6, Catharsis, que pretende dar una vuelta de tuerca al concepto de espacio de trabajo y creación, huyendo de la etiqueta de coworking. Hablamos con algunos de sus promotores.

Marta y Manu nos atienden en la sala de exposiciones, que es también sala de trabajo. Allí, en tono distendido y con ilusión, nos cuentan los pormenores de su aventura. Nos enseñan cada detalle del local, cómo los planes iniciales de “lavado de cara” se han  convertido en una profunda reforma. “Salieron las vigas de madera tras los falsos techos, la cueva de ladrillo – anterior al edifico del XIX-  y hasta unos dibujos de Mingote en las paredes que habían sido tapados por el restaurante que había antes y que no pudimos salvar”.

Frente al uso omnipresente del término sinergias ellos hablan de coligamento, “menos utilizado que coaligamiento, pero igualmente correcto, y que creemos que es una palabra muy adecuada para lo que queremos que se produzca en este espacio”.  Se refieren a crear la atmósfera idónea para que se produzcan alianzascreativas y laborales.

Son cinco socios, muy jóvenes, que tienen bien repartidas las tareas (lo relativo a la organización de eventos, las relaciones públicas, la edición de vídeos, la hostelería…) La mayoría se conocieron en Londres, donde conocieron espacios similares. “De todas formas, el proyecto empezó siendo en nuestras mentes una revista – primero en papel y luego digital- luego se convirtió en una red social de contactos profesionales, pero vimos que ya había otras”. Finalmente, decidieron convertir el lugar virtual en espacio físico y aparcar, sólo temporalmente, la idea de la revista.

Catharsis – el título de idea de ruptura creativa – es “un espacio para las ideas, no es coworking – aclara Manu –, porque no se puede alquilar una mesa de forma continua, queremos que aquí pasen cosas y no podemos garantizar un clima de silencio absoluto ¡El otro día entró un mago!” Lo que si quieren poner a disposición de sus clientes, a cambio de una consumición mínima, es un espacio agradable para trabajar y talento en circulación para que surjan alianzas interesantes. “También un servicio de cafetería sencillo y Nocilla”.

En Catharsis alquilan los espacios – cuatro salas con proyector a precios muy competitivos – para reuniones o presentaciones de trabajo, y organizan cada 15 días un encuentro de networking en el que cada cual se presenta para luego proseguir la reunión en la cafetería “y que surja lo que tenga que surgir”, explica Marta.

Y lo que queda por llegar. Llevan un mes de rodaje y es ahora cuando están empezando a presentarse en sociedad (la semana pasada hicieron una fiesta de inauguración). Su idea es poder hacer reuniones efectivas de emprendedores con inversores, también dar cobijo a eventos artísticos y culturales. La impresión general que se saca de una visita a Catharsis es la de un sitio joven pero en movimiento, que pretende recoger la difícil mixtura de negocios y arte; de ocio y trabajo. Esperemos que lo consigan.