Madrid pone a grafiteros a limpiar pintadas para condonar multas de hasta 6.000 euros
Cada semana, operarios municipales del servicio de limpieza trabajan en alguna calle de Malasaña para hacer desaparecer las firmas de sus paredes. El trabajo es rutinario: primero sacan una imagen de la firma para recopilarla, luego esparcen un producto abrasivo por el granito y finalmente echan agua a presión sobre la piedra para eliminar la pintura. En el caso de las paredes pintadas, suelen pintar encima con el mismo color para tapar los graffitis. Así hasta que -días, semanas o meses después- la pared se vuelve a llenar de firmas, en un ciclo en el que de momento no se ve el fin.
En paralelo a estas actuaciones de limpieza, el Ayuntamiento de Madrid se ha lanzado a probar una nueva fórmula para intentar reconducir la situación: la de la educación a partir de la limpieza sobre el patrimonio público pintado por el infractor. El programa es voluntario y a él se han presentado varias personas que fueron cazados pintando en las paredes de la ciudad. El consistorio les ofreció condonar multas de hasta 6.000 euros previstas en la legislación municipal a cambio de una o varias jornadas de limpieza de pintadas en la capital. A esta opción se acogieron seis grafiteros, de los que tres eran menores de edad, informa El Mundo.
“El objetivo no es otro que corregir una conducta a través de una actividad educativa y de sensibilización”, apunta en esta publicación Marta Higueras, la concejal de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, quien afirma que la experiencia, iniciada en 2016, se mantendrá este año.
El modelo que se ha utilizado con los grafiteros es el mismo con el que se ha puesto a limpiar cacas de perro a los dueños que dejaban las deyecciones de sus canes en el suelo. En este caso fueron 10 las personas participantes en el programa, que también ha incluido multados por mear en la vía pública (21) y por dejar basura fuera de los contenedores y papeleras (13), según las cifras publicadas por El Mundo.
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