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Opel Vivaro-e: preparado para el reparto más sostenible

Opel Vivaro-e.

Pedro Urteaga

Después de que ya hayan pasado por nuestras manos todos los turismos electrificados de Opel -Corsa y Mokka 100% eléctricos y Grandland híbrido enchufable-, la marca alemana nos ha servido la oportunidad de conducir ahora, precisamente durante una presentación conjunta de su flota más sostenible, la última incorporación a la familia: el Movano, que se pone a la venta tanto en versiones diésel como eléctrica pura.

El conocido furgón, que ha cumplido 20 años en fechas recientes, está disponible en tres longitudes de carrocería -4,60 (S), 4,95 (M) y 5,30 metros (L)- y, en el caso de la variante eléctrica (Vivaro-e), con dos tamaños de batería: 50 y 75 kWh. Con la primera, la autonomía alcanza los 230 kilómetros en ciclo WLTP, y con la segunda, que pueden montar los modelos largo e intermedio, llega a 330 kilómetros.

Gracias a las ayudas del Plan Moves III, el Vivaro-e ve rebajado su precio oficial de 32.600 a 23.600 euros, una rebaja muy considerable que tal vez convenza a más de un profesional de decidirse ya por un sistema de propulsión alternativo a la combustión.

La cuestión es si el vehículo proporciona la autonomía necesaria para las funciones de reparto que desempeñan estos trabajadores, y la primera conclusión que hemos podido obtener de nuestra breve prueba es que sí puede acercarse a las distancias anunciadas más arriba. La potencia, de 136 CV, y el par motor de 260 Nm no suponen problema alguno, sino al contrario, porque parecen más que suficientes para moverse con facilidad, y se acompañan además de una entrega de la fuerza inmediata.

A bordo del modelo M, equipado con la batería de 75 kWh, pudimos recorrer 93 kilómetros con un gasto de 100 km; eso sí, sin carga, pero con el aire acondicionado funcionando. Con la batería completamente cargada, el panel indicaba en el momento de ponernos al volante 296 kilómetros de alcance total. La velocidad máxima está limitada a 130 km/h precisamente para no desbaratar las prestaciones eléctricas del vehículo.

El Vivaro-e cuenta con una carga útil de hasta 1.275 kilos, que es casi tan elevada como en las versiones diésel Cargo S de 2,0 litros, en que la cifra alcanza los 1.405 kilos. La furgoneta eléctrica también es el único modelo electrificado de un fabricante de automóviles disponible con un enganche que permite una capacidad máxima de remolque de hasta 1.000 kilos.

La versión corta, cuyo radio de giro de 11,8 metros se traduce en una gran agilidad en espacios reducidos, cierra la brecha entre las furgonetas pequeñas de Opel, como el Combo, y los grandes furgones de techo elevado, como el Movano. La marca del rayo acaba de anunciar justamente días atrás la comercialización de sendas variantes 100% eléctricas tanto del Combo como del Movano. Su compromiso apunta a ofrecer versiones electrificadas de todos sus modelos para 2024.

Mediante el práctico sistema FlexCargo, la capacidad de carga de 4,6 m3 del Vivaro S aumenta a 5,1 m3, lo que hace posible transportar objetos de hasta 3,23 m de longitud. Las versiones M y L tienen una capacidad máxima de carga de 5,8 y 6,6 m3, respectivamente. Las escaleras o paneles de hasta 3,58 o 3,93 m de largo se pueden transportar de forma segura, mientras que la multitud de huecos de almacenamiento en la cabina, que dispone de freno de aparcamiento eléctrico de serie, permiten guardar con comodidad numerosos objetos más pequeños.

La recarga del Vivaro-e lleva 7 horas y media en un poste de 7,4 kW y 5 horas y 15 minutos en caso de usar 11 kW de potencia (para ello hay que instalar en el vehículo el cargador opcional de esa misma potencia, unos 1.000 euros más caro). La carga necesaria para recorrer 100 km se obtiene en 2:15 y 1:30 horas, respectivamente.

En estaciones de recarga rápida, el 80% de la batería se recupera en una hora en una toma de 50 kW y en media hora en una de 100 kW. Los 100 km se generan en 19 y 12 minutos, respectivamente.

Al igual que las versiones térmicas, la eléctrica está equipada con una extensa dotación de sistemas de ayuda a la conducción que mejoran la seguridad de los profesionales. Además del head-up display, incluye asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento extendido de señales de tráfico, alerta por somnolencia y alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia.

A la espera de la versión de hidrógeno

Opel ha confirmado en estos días que el furgón tendrá además una declinación propulsada por una pila de combustible de hidrógeno y que contará con hasta 6,1 metros cúbicos de capacidad y autonomía WLTP de 400 km. El Vivaro-e Hydrogen, que se reposta en unos tres minutos -como un coche de combustión al uso-, se venderá en las dos tallas más grandes (M y L) y comenzará a entregarse a clientes de flotas el próximo otoño, en países de Europa entre los que aún no se ha confirmado que esté España.

Este modelo, merced a su pila de combustible de 45 kW, es capaz de generar suficiente energía para una conducción prolongada en autopista, mientras la batería de iones de litio de 10,5 kWh, situada bajo los asientos delanteros, proporciona un pico de potencia cuando se necesita; por ejemplo, al ponerse en movimiento y en las aceleraciones.

Como la batería cubre las necesidades de energía en esas situaciones, la pila de combustible puede funcionar siempre en condiciones óptimas. La batería se beneficia también de la frenada regenerativa, mientras que la posibilidad de conectarse a la red hace posible cargarla externamente si fuese necesario, con lo que se obtienen 50 km extra de autonomía eléctrica.

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