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El 1 de Mayo en Murcia clama por desbloquear convenios y reducir la jornada laboral

Cabeza de la manifestación

Aldo Conway

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“Proteger lo conquistado, ganar futuro.” El lema resonaba este 1 de mayo en Murcia entre pancartas de UGT, CCOO y USO, los tres sindicatos convocantes de una manifestación que reunió a unas pocas miles de personas -más que el año pasado, sí, pero aún lejos de ser multitudinaria-. El de hoy en Murcia ha sido un primero de Mayo correcto, funcional y sin estridencias, que igual que un café templado, hace su papel sin despertar pasiones.

La manifestación ha arrancado en la Plaza de la Fuensanta, punto neurálgico de la ciudad donde comienza Gran Vía. Los diferentes colectivos iban ocupando poco a poco el lugar desde las diez de la mañana: los “yayoflautas” de Murcia comenzaban la jornada recogiendo firmas para la Iniciativa Legislativa Popular por la vivienda, que ha sido uno de los puntos centrales tanto de la protesta como de las proclamas y los discursos; Javier Sánchez Serna, diputado de Podemos en el Grupo Mixto del Congreso, atendía a los medios y reclamaba, entre otras cuestiones, redirigir la inversión en defensa a gasto social e intervenir el mercado energético, a la luz del apagón masivo que sufrió todo el país a principios de semana.

El diputado Javier Sánchez Serna declarando ante los medios

A su paso por la arteria mayor de la capital, turistas despistados, jubilados con gorra y grupos pequeños de jóvenes se han ido cruzando con sindicalistas y manifestantes cargados de pancartas, cada uno bajo su propio paraguas ideológico. entre lema y lema, que este año ha puesto el foco en la guerra de Ucrania, el nuevo mandato de Trump y las políticas de vivienda; la energía se ha sumado al cóctel como invitada de última hora por razones lógicas. Desde los principales sindicatos a pequeños colectivos de extrema izquierda -incontables partidos comunistas y una agrupación anarquista-, pasando por trabajadores marroquíes que reivindicaban una burocracia más amable a la hora de homologar sus permisos de conducir u otro pequeño grupo de personas reivindicando derechos para las trabajadoras sexuales.

Este año, entre las peticiones más destacadas ha figurado el desbloqueo de los convenios colectivos caducados. Más de 130.000 trabajadores en la Región tienen sus condiciones laborales congeladas en documentos que, como ironizó hace unos días la secretaria general de UGT-RM, Paqui Sánchez, “están escritos a máquina”. Algunos llevan más de diez años sin actualizarse, como el del personal de hospitales privados o el del sector de la pastelería. Los sindicatos ya anunciaron que en los próximos días se reunirán con la patronal murciana para reactivar las negociaciones.

La reducción de jornada a 37,5 horas ha sido otro de los temas centrales. Mientras el presidente de la Croem ha sugerido establecer una jornada de 41,2 horas semanales para alcanzar la productividad europea, los sindicatos han recordado que la última gran reducción fue de ocho horas y se produjo hace 41 años. Mientras la comitiva del Partido Socialista de la Región estaba más o menos diluida entre la presencia sindical, desde Podemos sí han encabezado una pancarta propia, desde la que han lanzado proclamas por la vivienda, contra el esfuerzo bélico, por la energía y por el pueblo palestino.

Colofón del acto en el Plano de San Francisco

La manifestación se ha disuelto sin incidentes en el Plano de San Francisco, tras las intervenciones de los representantes de los sindicatos, en las que han resuelto que “el sindicalismo de clase no puede quedar ajeno a la crisis de la vivienda. No puede quedar ajeno a la falta de políticas que han convertido la vivienda en un bien comercial y en un mecanismo de extracción de rentas”.

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