Los jóvenes molinenses, críticos de teatro por un día: “Queremos que de los cuatro gatos que vienen al teatro, al menos uno de ellos sea un gato crítico”
La 52 edición del festival de teatro de Molina de Segura vuelve a formar parte de la escena cultural de la Región. Un grupo de jóvenes se ha estado preparando entre bambalinas. Estos chicos, con edades comprendidas entre los 14 y 22 años, serán el jurado de esta edición. Un total de 123 adolescentes verán cinco obras de teatro que tendrán que valorar para decidir que compañía recibirá el primer Premio joven del festival de teatro de la localidad.
Para poder desempeñar su labor de críticos culturales, los jóvenes han recorrido las tripas del teatro: “Queremos que tengan información que abarca todos los oficios involucrados en una representación teatral. Hay mucha gente que les interesa este mundo para ser actor o actriz, que es lo que se ve. Nos interesa crear escuela de espectadores. Actores y actrices pueden haber suficientes, pero el público siempre nos parece poco”, explica Beatriz López, miembro de la compañía Plenilunio producciones teatrales, responsable de guiar a los jóvenes por el teatro.
Y ese es el principal objetivo de este proyecto: crear un público juvenil, pero sobre todo formado: “Idealmente queremos que una de las personas que vengan al teatro se convierta en el gato crítico. Hay cuatro tipo de espectadores, los cuatro gatos que vienen al teatro. Queremos que al menos uno de ellos sea un gato crítico: que mira informado, con uno ojo distinto y con inquietud”, resume Adrián Castellón, otro miembro de la compañía.
En palabras de Plenilunio, los críticos novel estaban “expectantes”: “Por el momento son gatos mudos, pero se les nota el interés”, asegura José Antonio Avilés, director de la compañía. “Desde siempre me ha encantado el teatro y me ha apasionado el mundo de la interpretación. Nos han dado un montón de información técnica, estoy muy contenta”, asegura una de las jóvenes inscritas al proyecto.
Muchos de los jóvenes participantes aseguran valorar más el teatro desde que comenzaron su labor como jueces: “Estamos muy acostumbrados a ir al cine y no valoramos el teatro. El actor de teatro tiene mucho más mérito que un actor de cine. En el cine tienen muchas tomas, pero en el teatros se la juegan todo a una toma. Se ríen, se caen y pueden liar una increíble”, subrayan.
Un Otelo moderno
Los adolescentes que componen el jurado valorarán un total de cinco obras en el teatro Villa de Molina, con temas que abarcan desde el acoso escolar hasta la comunicación y los sueños.
La primera obra inscrita a esta primera edición del Premio joven será 'La chica que soñaba' (The Cross Border Project), el 21 de septiembre a las ocho de la tarde: “Nuestra chica sueña con robots y con ecuaciones de Maxwell. Pero podría haber soñado con dirigir una empresa. O con conducir coches de carreras. O con ser disc jockey en grandes festivales. Un espectáculo que abrirá numerosos interrogantes al espectador ¿Cómo elegimos nuestra profesión? ¿Cuánto influye el género en esta elección? ¿Y la maternidad una vez que estamos trabajando? Nuestra chica pierde la capacidad de soñar, y ahí nos preguntamos, público y elenco, qué podemos hacer los demás por ella”.
Al día siguiente, el 22 de septiembre a las ocho de la tarde, se representará 'Broken Play. Stop Bullying' (InduoTeatro): “Es la noche de San Juan. El instituto ha acabado por fin. Koke, Fer, Aída y Dami van a celebrar el comienzo del verano. Son adolescentes y hoy les toca disfrutar. Pero para ellos hoy será una noche diferente. ¿Su juego? Está a punto de acabar”.
La tercera obra tendrá lugar el lunes 27 de septiembre a las nueve de la tarde. 'Otelo #EnLaRed' (El Aedo), plantea sobre la obra de Shakespeare si “¿No sería terrible que, sin traicionar el texto original, el mismo drama pudiera ocurrir de nuevo en otro lugar y en otro tiempo? ¿Y si esa venganza y ese asesinato fueran obra de unos jóvenes de hoy en día? ¿Y si Otelo fuera al instituto? Otelo bien puede ser un adolescente, y el palacio de Venecia bien podría ser un aula de un instituto cualquiera, donde las relaciones de amistad, amor, poder, celos y secretos corren de pupitre en pupitre, como el pañuelo de Desdémona. Todos los personajes de Shakespeare están en nuestras aulas; solo lo hay que localizarlos, escucharlos y dejarles hablar para que, en unos años, no vivan las tragedias que están destinados a vivir. La clase está a punto de acabar. El Instituto Venezia abre sus puertas”.
El martes 28 de septiembre llega 'Verdingo, Salir de fiesta de un viernes a un domingo': “La obra la protagoniza Iván, un joven ya pasado de los treinta años, que relata a su psicóloga en terapia sus experiencias en el mundo de la fiesta, las raves, los afters, haciendo participe al público de sus hazañas, sus pensamientos y sus miedos. Todo ello a través de un ágil monólogo apoyado en proyecciones y música electrónica que convertirá la sala de teatro en una fiesta llena de vida, de sentimientos, de baile, de colores y de verdad”.
La última representación del Premio joven será 'Silencio' (M.A.R.), “Una pieza sencilla. Llena de silencios y vacíóos”. Así define esta pequeña gran obra su principal impulsora, Andrea Díóaz Reboredo, una creadora escénica que viene trabajando desde su particular universo, el teatro de objetos, y que en 2017 creó la compañía M.A.R. a partir de la pieza homónima. Otro mago de los objetos y de lo pequeño, Xavier Bobeós, contribuye con su mirada externa en la conformación de Silencio, en la que también está involucrada junto a Andrea otra intérprete, Miriam Garlo, que se introduce en la creación las inmensas posibilidades expresivas y artísticas de la lengua de signos.
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