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El sarcófago visigodo hallado en una necrópolis romana de la Región de Murcia: “Es un descubrimiento único en el sureste español”

El sarcófago

Erena Calvo

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“Espectacular, absolutamente excepcional, extraordinario; y nos quedamos cortos”. Así define el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Murcia (UMU), Rafael González, el hallazgo de un sarcófago visigodo datado entre los siglos VI y VII en la villa romana de Los Villaricos, ubicada en el municipio murciano de Mula, en el Noroeste de la Región, donde se espera la visita del nuevo ministro de Cultura, Miquel Iceta, en los próximos días para ver el descubrimiento y visitar el yacimiento. “No es algo que pase todos los días, ni todos los años, y se trata de un descubrimiento prácticamente único en el sureste español”, señala al otro lado del teléfono Rafael González, que ha dirigido las excavaciones, al tiempo que apunta que “lo más cercano” es un sarcófago que se halló en Arjonilla (Jaén) en 1969.

El sarcófago de Los Villaricos, de dos metros de longitud, cuenta con una decoración geométrica intercalada con hojas de hiedra, y en el frontal de la parte de la cabecera hay grabado un crismón (superposición de las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego) enmarcado en una orla. Aparecen el alfa y el omega invertidos, “pero no se trata de una herejía ni de un error, posiblemente esté relacionado con conceptos funerarios y el hecho de que aparezca invertido obedecería al fin de la vida terrenal y el inicio del camino que les va a llevar a la eternidad”.

Rafael González atiende a elDiario.es desde su despacho en la universidad después de dedicar toda la mañana a los Trabajos de Fin de Grado de sus alumnos y minutos antes de salir al campo de trabajo. Reconoce que todavía no han tenido mucho tiempo para investigar el hallazgo a fondo. “Pero ya sabemos que había más de un cuerpo, uno o dos adultos y un infante, pero no han podido determinar si eran varones o mujeres”. Los cuerpos se encuentran en muy mal estado, “el agua se filtraba en el interior y ha hecho efecto bañera”. En estos días, se han ido haciendo fotos y a pesar de que el cráneo encontrado está machacado, “se harán las pruebas pertinentes; hay que esperar a que los antropólogos estudien los huesos para arrojar más luz”.

Villaricos, villa muy rica en la época romana

En cualquier caso, es un hallazgo que ha revolucionado a los investigadores, que mantenían hasta ahora la tesis de que los enterramientos en la villa romana eran de un grupo de un nivel económico y social bajo frente a los de los pobladores de la ciudad, que se encontraba a 3 kilómetros. Villaricos fue en la época romana muy rica, una villa que produjo mucho vino y aceite, pero que hacia el siglo IV se hunde y queda abandonada. “Formaba parte del entorno suburbano, y allí se enterraba la gente que vivía en los alrededores; lo hacían en agujeros en el patio o las habitaciones, envueltos en sudarios y sin cajas, porque no han aparecido clavos”, explica Rafael González, quien insiste en que el sarcófago “nos ha roto todos los esquemas porque alguien que se entierra de esa manera tiene unas posibilidades económicas que no eran las que habíamos atribuido a este grupo, pero la historia es así”. Solo en 3 casos, de los 50 cuerpos encontrados en Villaricos, llevan algún tipo de broche o hebilla para sujetar el cinturón, “y de taller local; mientras que en la ciudad -que contaba con su propio cementerio- casi todas las piezas encontradas son de importación, de la misma época, posiblemente de oriente”.

Hasta el siglo III, IV la villa “sigue viviendo una época de esplendor; era una villa riquísima, con unas termas preciosas, jardines y una fuente de mármol de la que se conservan algunos restos”. Una vez abandonada por los romanos, a partir del siglo V, sus habitaciones se empezaron a utilizar como lugares de enterramiento en las inmediaciones del 'oecus' o 'triclinium' -un salón para recibir visitas- reconvertido en espacio de culto cristiano.

El director de la excavación, Rafael González, explica que la campaña de este año -que arrancó el 12 de julio- estaba centrada en terminar de excavar los tres últimos enterramientos de la necrópolis y continuar con las labores de excavación del complejo situado al norte de la villa donde en los últimos años se había documentado un nuevo conjunto de piletas. El equipo está formado por los arqueólogos Francisco Fernández Matallana, José Javier Martínez y José Antonio Zapata, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Mula.

La excavación se desarrolla todos los veranos con la participación de la Universidad de Murcia, el Ayuntamiento y la Fundación CajaMurcia, y se ha centrado en los últimos años en la necrópolis que se originó junto a la iglesia de planta basilical construida tras el abandono de la villa en el siglo V d.C.

“Es aquí donde debe estar”

Diego Boluda, concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, señala en declaraciones a elDiario.es Región de Murcia que el descubrimiento de este enterramiento constata la “potencia arqueológica” de Villaricos y confirma la apuesta del Consistorio por la Universidad de Murcia, y adelanta que la pieza ocupará un lugar preferente en el Museo Ciudad de Mula: “Es aquí donde debe estar”.

Y destaca la riqueza histórica del municipio, “con la cueva prehistórica del Milano, que es Patrimonio Inmaterial Cultural de la Unesco, el yacimiento ibérico de El Cigarralejo, Villaricos, y el castillo medieval de Los Vélez”. En Villaricos, recuerda, “se encontró una almazara que es de las más grandes de las villas romanas de Hispania, y la villa en sí era de las diez más importantes”.

En el descubrimiento de la almazara, y de la bodega de Villaricos, en los últimos 20 años ha estado presente Rafael González, quien recuerda especialmente los años que formó parte del equipo en los años 70 del reconocido arqueólogo murciano Emeterio Cuadrado. “Pero es verdad que a pesar de que la bodega fue un descubrimiento mayor como estructura, el del sarcófago lo es como objeto, y los dos o tres primeros días no podíamos parar de mirarlo”. Las emociones tras desenterrar un hallazgo de esas características “son difíciles de explicar; es realmente emocionante verlo y pensar en las personas que han vivido y se han enterrado aquí”.

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