“En cada generación aparece el Anticristo y aquellos que le sirven con gran poder queriendo usurpar el nombre de Dios. Nunca el mal triunfará sobre el bien, jamás. Las tinieblas no pueden sobre la luz”, dijo el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, en la misa en honor de San Antonio de Padua el pasado sábado 13 de junio.
El empresario murciano, único laico en dirigir una universidad católica en España, se apunta al bulo también propagado por el músico Miguel Bosé que señala al multimillonario Bill Gates -Mendoza añade al financiero George Soros- y la tecnología 5G de ser los culpables de causar tantas víctimas en el mundo y contar con un plan para dominar a la humanidad al instalar un microchip en nuestro cuerpo a través de la vacuna, aún sin descubrir, del coronavirus. “Quieren controlarnos cuando se encuentre la vacuna con un 'chis' para controlar nuestra libertad. ¿Qué se han creído? Esclavos y servidores de Satanás. No les tengáis miedo”, apunta el presidente de la UCAM con una voz atiplada que recuerda ligeramente a la de Franco.
Para los que creen esta teoría, Mendoza incluido, la enfermedad COVID-19 no sería un virus en absoluto, sino el efecto de las torres 5G, que se introdujeron por primera vez en 2019 y ofrecen velocidades de conexión mucho más altas. A través de ellas y con la ayuda del microchip, Gates podría monitorear todos nuestros movimientos, apunta esta desinformación, que otros famosos también han contribuido a extender.
El vídeo, cómo no, se ha viralizado en las redes sociales y ha copado titulares de medios nacionales a pesar de que el responsable de la emisión, la cadena Popular TV Región de Murcia, lo retiró de YouTube cuando empezó a oler la controversia. Las palabras y la imagen de Mendoza, con ese exhuberante ramo de flores de fondo, me retrotrajeron, en cambio, a otro tipo de oscuridad, la de la sala de cine a la que fui a ver en 1995 el segundo filme de Álex de la Iglesia: 'El día de la bestia'. Los protagonistas de esa película, un sacerdote vasco, un aficionado al death metal y un famoso presentador de un programa de ciencias ocultas deciden investigar en qué lugar de Madrid nacerá el 25 de diciembre el Anticristo, según el mensaje secreto que ha creído descifrar el cura del libro del Apocalipsis. Lo encuentran finalmente en la Puerta de Europa, más conocida como las Torres Kio, en la plaza de Castilla de la capital.
Esta 'comedia satánica' capturó el miedo y el asco de fin de siglo: 1,4 millones de espectadores acudieron a verla y ganó seis Goya. La obra apunta de forma crítica al giro conservador que había dado la sociedad española, la corrupción inmobiliaria, el racismo, los reality, el culto a la violencia y la ambivalencia ante la integración en la Unión Europea. Todos ellos temas tan candentes entonces como ahora.
A diferencia de Álex de la Iglesia, Mendoza no es un director de cine que esté rodando una comedia histriónica, aderezada de humor negro y protagonizada por Bosé. Es el presidente de una universidad que cuenta este curso con más de 22.000 alumnos. Que se enfrenta a una investigación judicial y una petición de tres años de cárcel de la Fiscalía murciana por las obras del campus de la UCAM, erigidas en suelo no urbanizable y sin licencia urbanística. A quien le hemos escuchado en la presentación de cada nuevo curso afirmaciones ultraconservadoras, extemporáneas u homófobas, como la del “matrimonio homosexual es una abominación”. Ya en 2004, frente a un grupo de representantes institucionales, aseguró que el maremoto que había sufrido Indonesia había sido causado por un meteorito que volvería a la Tierra para acabar con ella. Es uno de los hombres más poderosos de la Región, que ha pasado a ser crítico con el PP y airear las tesis más ultras de Vox.
Habrá que plantarse ante las Torres Gemelas de las Atalayas, las Torres Kio murcianas, y preguntarse quién nos gobierna en la Región en la luz y en las tinieblas.
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