Nuestra región se enfrenta a una encrucijada en torno a la energía solar fotovoltaica. Por una lado, el boom fotovoltaico de plantas solares con una proliferación descontrolada y significativos impactos socioambientales de algunas de ellas. Por otro, el escaso fomento del autoconsumo fotovoltaico en edificios y viviendas unifamiliares por las administraciones. La demanda del autoconsumo se ha disparado en los últimos años, debido a la derogación del denominado 'impuesto al sol' y la caída de los precios de instalación; que han disminuido casi un 80% en una década. Cada vez más, muchas familias y empresas, en sus viviendas o en sus instalaciones, están apostando por instalar placas de producción de energía solar con las que contrarrestar el incremento del precio de la electricidad.
En octubre de 2018 se aprobaba el Real Decreto-Ley 15/2018 con el objetivo de impulsar el autoconsumo renovable, la generación y la distribución de electricidad. Se establecía claramente que la energía autoconsumida estará exenta de todo tipo de cargos y peajes, poniendo fin al absurdo impuesto de la Ley del Sector Eléctrico en 2014, que se materializó en el Real Decreto 900/2015. El concepto de autoconsumo tiene un sentido amplio en el que se puede aprovechar la energía de una instalación próxima al lugar de consumo. Se posibilita también que varios consumidores estén asociados a una o varias instalaciones de generación. Así, varias viviendas de un bloque de pisos puedan aprovechar su cubierta y repartirse la energía generada y también otros tipos de usuarios próximos como pueden ser naves industriales, edificios públicos o comercios. Para un consumo sostenible, es necesario además que el autoconsumo fotovoltaico vaya aparejado a la implementación de mecanismos de ahorro y eficiencia energética
Un reciente estudio realizado por EDP Energía para la Región de Murcia estima que además de sus 2.856 horas de sol al año, el 83% de los 224.000 edificios de viviendas existentes cuentan con superficie útil para la instalación fotovoltaica. Además, existen unas 172.000 viviendas unifamiliares, de las que casi 148.000 (el 87%) también pueden instalar paneles solares fotovoltaicos. La instalación fotovoltaica en todos los hogares permitiría un ahorro energético que cubriría el consumo medio anual de casi tres millones de hogares, es decir, casi el 100% de la demanda eléctrica murciana. Esa producción de energía eléctrica evitaría la emisión anual de 3,4 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Por otra parte, existen las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con una Subvención al Autoconsumo de hasta el 40% en el caso de particulares; y hasta el 40% para empresas del coste de la instalación (65% si la instalación cuenta con una batería).
Algunos municipios bonifican con un descuento en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) la puesta en marcha de instalaciones fotovoltaicas.: Cieza bonifica un 50% durante cinco años, así como Yecla; Santomera un 50% durante tres años; y Molina de Segura, un 40% durante tres años. En Murcia el ayuntamiento lanzó a principios de junio una línea de ayudas que permite sufragar la totalidad, unos tres mil euros, de la instalación. Además, la instalación de paneles solares para autoconsumo tiene deducción en el IRPF. Esta deducción cubre el 10% del coste de la instalación fotovoltaica tanto en la vivienda habitual como en la segunda vivienda, con un límite máximo de mil euros.
El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha elaborado un proyecto con el que prevé instalar paneles fotovoltaicos en nueve de los once hospitales de la Región, excepto el hospital de Caravaca que ya dispone de este sistema y el Hospital Reina Sofía que tiene un proyecto fotovoltaico propio. En Yecla se ha inaugurado una de las primeras instalaciones fotovoltaicas sociales. La propiedad de la planta está repartida entre 70 familias. El Ayuntamiento de Cartagena ha encargado un estudio para la instalación de placas fotovoltaicas en los 35 locales sociales del municipio.
El autoconsumo fotovoltaico tiene una doble ventaja en el ahorro proveniente del mismo y la compensación por los excedentes de energía, que se vierten a la red eléctrica. El autoconsumo resulta más interesante en horas punta de mayor producción solar, aquellas en las que la energía es más cara. Esta potencialidad hay que afianzarla mediante medidas inteligentes que favorezcan la instalación eléctrica de autoconsumo como un elemento central para la descarbonización de la economía. Se necesitan medidas de estímulo y fomento en el ámbito municipal. En el marco autonómico es necesario la elaboración de un Plan Regional de Fomento del Autoconsumo Fotovoltaico.
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