Si has crecido en Los Alcázares y en Los Alcázares has vivido los mejores momentos de tu infancia y adolescencia, Los Alcázares te duele cuando sufre, Los Alcázares te alegra cuando se divierte, Los Alcázares te inspira cuando muestra su belleza natural.
El lunes 19 de diciembre de 2016 lo previsto es que yo hubiera estado en la Universidad Politécnica de Cartagena presentando en directo uno de los múltiples programas de divulgación científica que durante doce años dirigí en Onda Regional de Murcia. Pero no pudo ser, una dana lo impidió. La noche anterior se inundaron Los Alcázares, San Javier, Torre Pacheco y otras localidades de la comarca.
Onda Regional estuvo toda la madrugada del 18 al 19 de diciembre de 2016 contando en directo los acontecimientos. Me tocó ponerme siete horas delante del micrófono, con Javier Torrano en la realización técnica. Lamentablemente ocurrió lo mismo tres años después, en la noche del 12 al 13 de septiembre de 2019, y otra vez estuvimos ayudando desde los micrófonos de la Radio Pública de la Región de Murcia.
Recuerdo especialmente aquella noche de diciembre de 2016 porque fue el comienzo de una pesadilla para los habitantes de Los Alcázares que, permítanme, voy a dar por concluida en este momento. No más lamentos, no más titulares apocalípticos.
Ni la sucesión de danas, ni la desgracia de sufrir el injustificable cierre del aeropuerto de San Javier ejecutado por Murcia contra toda la comarca del Mar Menor, ni el maldito coronavirus SARS-CoV-2, ni la manifiestamente mejorable gestión del territorio, ni los fallidos proyectos urbanísticos, ni la contaminación del Mar Menor con sus leyes de protección nunca respetadas, ni las zancadillas políticas a la Iniciativa Legistativa Popular de una Proposición de Ley para el reconocimiento de personalidad jurídica a la laguna del Mar Menor y su cuenca, nada, ni nadie, impedirá que Los Alcázares siga siendo uno de los mejores lugares para vivir de la Región de Murcia.
Los Alcázares es el municipio más joven de la Región, tiene una de las poblaciones más jóvenes y diversas, exhibe un pasado de lo más interesante (excepcional el trabajo de puesta en valor de la Historia que hace la Asociación Los Alcázares Ecocultural-LAEC), y tiene un alcalde, Mario Pérez Cervera, que representa la esperanza para la mayoría de los vecinos y las vecinas del pueblo.
A Mario lo conocí aquel diciembre del 16. Yo iba en la unidad móvil con Domingo Filiu, recorriendo la inundada RM-F26 que va de Balsicas a Los Alcázares, y que junto con la RM-F29 que une Dolores de Pacheco con Torre Pacheco, llevan un siglo (“sí Paulino, creételo, un siglo”, me insistía el alcalde de Torre Pacheco, Antonio León) con el mismo trazado y el firme requeteparcheado, esperando a que algún gobierno regional se apiade para que dejen de ser un camino de cabras transitado por coches y camiones de gran tonelaje, y un laberinto de trampas mortales, y pasen a convertirse en carreteras.
Mario se paró en una curva a comprobar la inundación y el destrozo, y allí tuve mi primera conversación con él. Ni podía imaginar que poco después ese joven político fuera capaz de plantarse ante su partido, el PSOE, en Murcia y en Madrid, ante el gobierno regional, y ante quien fuera menester, exigiendo lo que le pertenece a Los Alcázares, con argumentos, paciencia, y saber estar, para defender los intereses de su pueblo de la mejor forma posible.
Hoy el alcalde ha presentado el proyecto de renovación y ampliación de la Escuela Infantil Municipal de Los Alcázares, es decir, de la guardería a la que él mismo fue, y por la que ha pasado casi todo el pueblo, como bien ha recordado Joaquín Menárguez en la rueda de prensa.
Un momento perfecto para olvidar los males, seguir trabajando para construir un futuro mejor, y no dejar de pedir en Murcia, Madrid, y Bruselas, lo que le corresponde a Los Alcázares. Con el alcalde a la cabeza y el resto de la corporación municipal detrás, a ser posible sin excepciones políticas, todas las ideas deben confluir en un objetivo: cuidar esa escuela y a todos los niños y niñas que a ella van a ir, porque serán quienes proporcionen la energía necesaria para evitar zancadillas, levantarse cuando la caída sea inevitable, seguir caminando con paso firme, y volver a disfrutar de la fuente de vida que fue, es y será Los Alcázares, mi paraíso.
Háganlo. Hagámoslo. Por las niñas. Por los niños. Por Los Alcázares.
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