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El activista Manuel Pineda explicó en Murcia su lucha por la causa Palestina

Joaquín Morote, secretario general del PCE en la Región de Murcia, junto al activista Manuel Pineda / PSS

Pedro Serrano Solana

Murcia —

Unadikum no puede considerarse una asociación normal, pero tampoco su causa responde a la normalidad. Sin estructura definida y sin fuentes de financiación, los que se sienten miembros de Unadikum desarrollan su trabajo en cualquier lugar del mundo, pero especialmente en Palestina. Allí sirven de escudos humanos protegiendo y acompañando a la población local frente a las agresiones que reciben, y aquí hacen de altavoces de la situación que se vive en los territorios ocupados y tratan de favorecer que se lleve a cabo un boicot contra el Estado de Israel.

Manuel Pineda ha hecho y hace ambas tareas. Residente en Gaza desde 2011 y miembro fundador de Unadikum, recorre ahora España tratando de ganar adeptos a la causa y de favorecer que la asociación siga creciendo, pero no demasiado: “No queremos ser grandes y tampoco queremos obtener subvenciones, porque pensamos que eso provocaría de algún modo la autocensura; nacimos en Málaga en 2010, nos autofinanciamos y tenemos una cabeza pequeña y un cuerpo muy grande, una red muy extensa”.

España, Chile -desde donde se coordina a la asociación en toda América latina-, Francia, Inglaterra, Argelia, Egipto... Unadikum tiene presencia en todos esos países y alguno más. La idea de Manuel Pineda durante su estancia en la Región de Murcia ha sido la de encontrar “la cara visible de Unadikum aquí para organizar actos de todo tipo y para gestionar las medidas de boicot a Israel”.

El propósito de la asociación es, por un lado, “crear una herramienta que permita denunciar los ataques de Israel al pueblo palestino”, y por otro, ponerse “al servicio de la población palestina que sufre a diario, y no sólo cuando se producen las grandes operaciones militares que salen en los medios”. “Para afrontar la situación no podemos limitarnos a mandar ayuda humanitaria a Palestina, sino afrontar el problema de la ocupación por parte del Estado sionísta de Israel”, relata con decisión Manuel Pineda, antes de explicar en qué consiste la tarea de Unadikum sobre el terreno.

“Protegemos a los campesinos y pescadores de los ataques que reciben cada día, a personas que resultan heridas y que mueren en silencio. Nuestra carne es más cara que la de los palestinos, y por eso hacemos de escudos humanos, y hacemos un llamamiento para hacer lo mismo en Cisjordania”, afirma Pineda, para quien lo que está pasando “no es un conflicto armado, son ataques y ocupación de un Estado a otro”.

“En la última operación militar murieron 2.200 personas, más de 500 niños...”, prosigue, antes de reflexionar: “Estar allí te ayuda a entenderlo todo, y no es que aprendas nada teórico, pero a su lado te sientes parte de ellos; estás allí y ves cómo te bombardean...”. “Protegemos incluso a los niños que van al colegio para que no los apedréen los colonos; hay que tener en cuenta también lo que hacen los colonos, que tiran piedras a la población palestina”, añade Manuel Pineda.

Fuera de Palestina, la lucha es distinta aunque esté ligada a la misma causa: “Queremos denunciar este ataque. ¿Cómo puede ser que la UCAM, por ejemplo, conceda un doctorado honoris causa a una persona como Benjamin Netanyahu?”. “Queremos favorecer el boicot y las desinversiones contra Israel, igual que se hizo con la Sudáfrica del 'Apartheid', y que no vaya nadie a Israel ni se compren productos de dicho Estado, y acabar con la complicidad de las instituciones con Israel”, cuenta Pineda.

“Israel es socio preferente de la Unión Europea. Llevamos 67 años tolerando lo que sucede en Palestina. Por ejemplo, desde Europa se le ha dado una subvención de 244 millones de euros a dos empresas que fabrican los drones que bombardean Gaza. ¿Cómo es posible”, afirma Manuel Pineda mientras va desgranando sus argumentos casi sin respirar, aunque en ocasiones adopte un tono más pausado: “Queremos que se acabe con la ocupación por parte de un Estado teocrático y excluyente, que practica el 'apartheid' y la limpieza étnica, y lo que piden los palestinos es poder tener un Estado democrático y laico”.

“Nosotros estamos agradecidos a Izquierda Unida y al PCE por su apoyo, pero Unadikum no está vinculada a ningún partido; es cierto que en España se vincula la izquierda con la defensa de la causa palestina y es verdad que es mayoritario ese apoyo, pero también hay gente conservadora que la defiende. No mucha, pero la hay”, afirma el activista, que también recuerda de qué modo se responde al problema en otros países: “En Londres se han recogido 107.000 firmas pidiendo que se arreste a Netanyahu aprovechando que iba a visitar la ciudad; la gente responde a esta situación”.

Manuel Pineda reflexiona sobre la sociedad y la política: “Hay un divorcio entre la gente y sus Gobiernos, a los que la propia gente ha votado. Hay una anestesia, una lobotomía... La gente ha dimitido de pensar y ha delegado en la televisión. No sé dónde vi una encuesta en la que se decía que de haberse presentado a las elecciones, Belén Esteban habría quedado en tercera posición...”.

Para terminar, y preguntado por la grave crisis de los refugiados con las miles de personas que huyen de Siria, el activista de Unadikum considera que, como en el caso palestino, Occidente tiene algo que ver: “Eso también es consecuencia de nuestras políticas. Casi siempre estamos detrás, bombardeando. Pasó en Irak, pasó en Libia... Pero nadie le mete mano a Qatar o a Arabi Saudí”.

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