El proyecto de colegio en el Seminario de Pamplona, fulminado por los tribunales
Punto final para el proyecto de colegio católico y bilingüe (castellano e inglés) que el Arzobispado de Pamplona pretendía instalar en el edificio de su propiedad el Seminario de San Miguel. La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha denegado autorización al Arzobispado al señalar que el proyecto vulnera los requisitos mínimos que las leyes exigen para la apertura de centros escolares en Navarra. Entre otras cuestiones, los centros educativos deben estar ubicados “en edificios independientes, destinados exclusivamente a uso escolar”, recuerda el Alto Tribunal. El Arzobispado alquila desde hace años parte de las instalaciones de su conjunto monumental a una residencia de ancianos, actividad por la que no podrá abrir un colegio en el resto de su edificio.
El contencioso del proyecto católico en el Seminario de San Miguel revela las severas dificultades por las que atraviesa el Arzobispado para administrar su patrimonio sin causar demasiado quebranto económico a la economía de la iglesia. El complejo religioso, obra del arquitecto Víctor Eusa, se construyó hace casi un siglo después de que el obispo de Pamplona pidiese a los fieles una cuestación económica para albergar en un edificio digno a los alumnos con vocación religiosa.
Durante los años del franquismo, el Seminario instruyó a cientos de seminaristas y sirvió al mismo tiempo como residencia para los sacerdotes encargados de su educación. Pero la crisis llegó también a las vocaciones sacerdotales y, con el cambio de siglo, el Arzobispado decidió alquilar parte del conjunto monumental a la promotora Amma Recursos Asistenciales para construir un moderno centro gerontológico. También empleó parte de sus instalaciones como sede de la emisora de televisión local Popular TV, ya extinta.
Pero el edificio seguía prácticamente vacío y el Arzobispado decidió dar un paso más para contribuir a su mantenimiento. Presentó ante las instituciones de la Comunidad foral un proyecto de colegio “de corte muy católico”, que impartiría una educación bilingüe en castellano e inglés, con plazas desde cero hasta 18 años que irían instalándose de forma gradual, y que el Arzobispado quería ya en funcionamiento para el curso 2012-2013.
UPN lo facilitó
Y, aunque en un principio los sectores sociales de Pamplona más católicos y el propio Arzobispado se las prometían muy felices, pronto llegaron las trabas administrativas. Y lo hicieron por dos frentes: la oposición política de izquierdas y los nacionalistas frenaron durante tres años el proyecto en el Ayuntamiento de Pamplona; y su propio inquilino, la residencia de ancianos, le requirió judicialmente a no establecer un colegio en las mismas instalaciones en las que el centro geriátrico se encontraba también arrendado.
Aunque el Gobierno de Navarra, en manos de UPN, facilitó el camino al proyecto del Arzobispado, en el Ayuntamiento de Pamplona, también en manos regionalistas, el asunto no lo tuvo tan fácil. Y es que el complejo monumental de Eusa está catalogado en el Plan Municipal de Pamplona con el máximo grado de protección, equivalente al que recibe la catedral gótica de la ciudad, como edificio relevante e hito urbanístico. Y la oposición encontró en esta protección la herramienta idónea para dejar el expediente paralizado durante años.
No obstante, cuando Gobierno y Ayuntamiento desbloquearon el asunto, fueron los recursos de la residencia de ancianos contra su 'casero' los que finalmente han conseguido que el Arzobispado vea definitivamente rechazada su petición para construir un colegio en el Seminario. El auto del TS viene a ratificar una sentencia del TSJN en el mismo sentido, contra la que habían recurrido el Gobierno foral y el Arzobispado, que ahora deben además pagar las costas judiciales.
