“Se han perdido muchos derechos y hay que pelear para recuperarlos”
Más trasparencia, más cercanía con las plantillas y una apuesta por la cobertura, más global, que dan los convenios colectivos. Estas son tres patas de la apuesta de Raúl Villar (Pamplona, 1965) para lograr más confianza en el movimiento sindical y mejores acuerdos con los trabajadores y las trabajadoras de Navarra. El secretario general de CCOO en Navarra insiste en que la crisis no está superada y, frente a unas administraciones que destacan los avances, recuerda los retrasos que se han producido en materia de derechos. Este es su repaso a la actualidad del mercado laboral navarro.
Las cifras del paro en el tercer trimestre del año indican que, en Navarra, hay 46.200 personas en situación de desempleo. Esos datos han encadenado diversas bajadas. Pero, ¿podemos estar esperanzados? ¿Cuál es su valoración?46.200 personas
Si nos comparamos con el resto del Estado, estamos mejor, porque tenemos la tasa más baja de desempleo. Pero tenemos que ver la realidad. Hay cifras insoportables, como esos 46.200 parados y paradas, y una tasa de desempleo del 14,92% es un problema de primera magnitud. Sí es cierto que, si miramos el registro del desempleo, vemos que hay muchos meses consecutivos de descenso paulatino, pero también nos hemos encontrado con un nuevo fenómeno, a raíz de la reforma laboral: es la contratación precaria, estacional, con poca cobertura, con trabajos que duran poco. Está habiendo un reparto del trabajo; donde antes había un contrato, ahora se contrata a dos o, incluso, a tres personas.
¿Qué le pareció el discurso de Barcina en el debate sobre el estado de la comunidad? La presidenta del Gobierno Foral aseguró que estamos mejor que otras comunidades.el discurso de Barcina
Es el discurso oficial que se está dando desde los órganos de gobierno: que ya hemos pasado lo peor, que estamos saliendo de la crisis. Pero hay que tener claro que estamos saliendo de la recesión, no de la crisis.
Ante esta situación, ¿resulta más difícil para su sindicato llamar a la movilización a los trabajadores?
Desde que empezó la crisis, nosotros hemos hecho tres huelgas generales y multitud de movilizaciones, y seguimos en esa clave. Sí ha habido grandes mareas y movilizaciones que se producen cuando la gente ve un problema cercano; aunque, quizá, han faltado esas grandes protestas que son las que el país necesita.
¿Es la LOMCE, contra la que CCOO se ha manifestado esta semana, un tema que puede motivar estas grandes protestas?
La LOMCE ha suscitado el rechazo de todos grupos políticos de la oposición, de todas las organizaciones sindicales y de la comunidad educativa. Ha sido uno de los temas que más protestas ha generado porque es una reforma aprobada sin consenso, profundamente ideológica, que propugna un modelo educativo selectivo y segregador, que mercantiliza la educación yconsolida los recortes, debilitando la calidad de la enseñanza pública.
Si la LOMCE ya se ha tramitado, ¿por qué es necesario seguir movilizándose contra ella?
La presión social y sindical funciona. Ya se ha demostrado en otras ocasiones, con rectificaciones del Gobierno o, por ejemplo, con la reciente retirada de la Ley del Aborto y la dimisión de Gallardón. Es necesario continuar movilizándonos.
¿La Ley Mordaza puede generar miedo a la participación en estas protestas?
La génesis de esa ley demuestra que la gente se moviliza, porque precisamente lo que pretende es desincentivar esas protestas. Quieren que sea ilegal incluso acudir a una manifestación, con multas desproporcionadas. Es una ley represora y policial. Ahora mismo, hay 300 sindicalistas procesados en todo el Estado por su participación en huelgas; es increíble y un ataque a un derecho fundamental, como es el de la huelga.
La crisis de confianza en la clase política también está afectando a los sindicatos, que se han visto involucrados en diversos escándalos. En el caso de CCOO, por los consejeros de Caja Madrid afectados por las tarjetas ‘black’. ¿En Navarra afecta este descrédito?los consejeros de Caja Madrid
Nosotros llevamos sufriendo ataques de forma injustificada durante muchos años, procedentes fundamentalmente de lo que conocemos como la caverna mediática de Madrid, que son los medios de la derecha. Sí es cierto que también hay cosas que hemos hecho mal, pero seguimos teniendo una presencia importante en las empresas, los trabajadores nos siguen votando, y es cierto que socialmente puede afectarnos y minarnos casos como el de Bankia.
Dice que es cierto que en el sindicato han hecho cosas mal. ¿Cómo valora la reacción ante este caso?
Creo que el sindicato ha actuado con inmediatez y rotundidad. Se ha expulsado a estas personas y se pondrán filtros de control porque estas cosas no pueden volver a pasar. Se va a exigir que retribuyan el dinero que han recibido de forma indebida, porque, lógicamente, personas así no tienen cabida en esta organización. Pero son casos aislados. Somos una organización muy grande, con un millón de militantes, con 130.000 delegados y delegadas por todo el Estado, cuya labor no se puede ver empañada por cinco o seis personas.
Pero, si el trabajador no puede fiarse de los políticos, de los empresarios, ni los sindicatos. ¿En quién puedo confiar?
Hay que seguir confiando. Todos tenemos que hacer un ejercicio importante para cambiar las cosas. E insistir en ser transparentes, hacer nuestro trabajo lo mejor que podamos y estar cerca de los trabajadores.
Un lugar común en la crítica a los sindicatos es que se mueven por un interés, al estilo de los políticos, electoral.
Los trabajadores lo que quieren es que se solucionen sus problemas. Si se firman buenos convenios colectivos, si hay buenos acuerdos, las plantillas te darán su apoyo. Somos el primer sindicato de este país y el segundo en Navarra, y eso son datos objetivos. La gente sigue confiando en nosotros, aunque nos cueste más trabajo.
Habla de los convenios. Antes, los convenios colectivos parecían acuerdos de mínimos y, sin embargo, ahora parecen ofrecer más mejoras que los de empresa.
El convenio colectivo sectorial era de mínimos, para que luego se pudieran mejorar en los convenios de empresa, pero la reforma laboral da prioridad al convenio de empresa sobre el sectorial. Y este es vital. En 2014 se han firmado 57 convenios colectivos de empresa, y eso afecta a 10.300 trabajadores y, de ellos, casi la mitad son de Volkswagen. Sin embargo, se firman 26 convenios sectoriales y estos afectan a 130.000 trabajadores. Esa cobertura marca la diferencia; por eso tenemos que insistir en esa vía.
Usted, que es trabajador de Volkswagen, ¿no cree que Navarra depende mucho de una sola empresa?
Tener una fábrica como Volkswagen en Navarra es una bendición, un motor que tira de la industria. Lo que debemos hacer es potenciar este tipo de sectores que generan riqueza y empleos de calidad. Sí es cierto que hay que diversificarse. Y hay que recordar que Navarra también es potente en la industria agroalimentaria, la energía eólica o la farmacéutica.
¿Qué valoración hace de la otra gran empresa navarra: los servicios públicos?
Todo, con la crisis, se ha ido deteriorando. El sistema sanitario y el educativo, y lo vemos día a día, han sufrido problemas de austeridad que han afectado al servicio. Ya no solo a la congelación de sueldos y a la falta de convocatorias de empleo público, sino que también se ha deteriorado el servicio que se da a la ciudadanía. Si valoras los datos, podemos caer en la tentación de compararnos con el resto, pero sería como decir aquello de ‘En el país de los ciegos, el tuerto es el rey’. Hace falta inversión para mejorar los servicios públicos, porque hablamos de cuestiones básicas como la sanidad, la educación y los servicios sociales.
¿No cree que persiste esa idea de que los funcionarios son unos privilegiados?
Se ha querido vender esa imagen de la funcionarios, pero a menudo confundimos privilegios con derechos. Y también hay muchos derechos en el ámbito privado que se han perdido y que tenemos que pelear para, poco a poco, poder recuperarlos.