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Euskadi está legalmente contaminada por ozono

Parque Natural de Valderejo

Alba Díaz de Sarralde

La contaminación del aire y la presencia de partículas tóxicas no son algo reservado a las grandes ciudades, donde, según el día, puede apreciarse una niebla grisácea sobre los altos edificios. Euskadi también sufre por contaminantes en su atmósfera y, este verano, casi un millón de vascos los ha respirado.

Ecologistas en Acción ha presentado un año más su informe sobre Contaminación por Ozono y los datos son reveladores: 865.000 habitantes de Euskadi y la mitad del territorio han estado expuestos a niveles insalubres de esta partícula durante el verano de 2018. El ozono troposférico (O3) es tóxico, daña los bosques y cultivos y está relacionado con hasta 1.800 muertes prematuras a nivel estatal.

Qué es el ozono

El ozono 'malo' -por diferenciarlo del de la estratosfera, que protege el planeta- es un contaminante muy complejo que no es generado directamente por el ser humano: se forma en la baja atmósfera por la radiación solar combinada con otros contaminantes -denominados 'precursores'- emitidos por el transporte -en especial los vehículos diésel-, las grandes centrales termoeléctricas y determinadas actividades industriales.

Un 25 % de los españoles ha respirado aire contaminado este año. Las personas más afectadas son las niñas y niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.

Los niveles se incrementan en las épocas más cálidas. Esto hace que, a pesar de que se ha convertido en uno de los grandes problemas para la calidad del aire de los estados europeos, es más preocupante en climas mediterráneos como el de España. En territorio nacional, además, el comportamiento de este contaminante se está viendo agravado por los desplazamientos de masas del aire contaminado, sobre todo entre la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.

El ozono en Euskadi

Que Euskadi no tenga un clima mediterráneo no implica que otros factores hayan contribuido en la creación de ozono en el territorio: el repunte de la quema de combustibles fósiles y el cambio climático son algunas de las causas que señala Ecologistas en Acción. De hecho, se ha mantenido la contaminación atmosférica por ozono, pese al menor calor.

La normativa estatal vigente sobre la calidad del aire establece para el ozono un valor objetivo para la protección de la salud humana. Este fija que las máximas diarias no pueden superar los 120 µg/m³ en más de 25 días por año, que deben calcularse como promedio de los últimos tres años.

En el periodo de 2009-2015, este límite se superó, sobre todo, en la estación de Valderejo, al igual que la primera semana de agosto de este año. El máximo de superaciones fue de 35 en este área, en el año 2012. Además, desde 2009, este valor ha ido en aumento.

Los niveles más altos, que se dan con condiciones meteorológicas de cielos despejados, intensa radiación solar, temperaturas altas y ausencia de viento, se registran entre mayo y septiembre y en las horas centrales del día. La orografía y el viento también influyen en la generación y el movimiento del ozono, de modo que las mayores aportaciones se producen con vientos de componente Este y Sur, es decir, desde el Valle del Ebro y la Llanada Alavesa.

Aunque los precursores del ozono se generen mayormente en zonas urbanas, las zonas rurales no están exentas de este contaminante: el aporte puede provenir desde áreas vecinas y lejanas -de cientos a miles de kilómetros- a causa del transporte de las masas de aire. De hecho, en entornos rurales, los niveles aumentan entre semana debido al aporte de emisiones procedentes de áreas urbanas cercanas. Así, la estación de Valderejo, que está en un valle rodeado de montañas, tiene una situación compleja y dificultada por la llegada de ozono de estas zonas.

Desde La Red de Control de la Calidad del Aire de Euskadi se controla anualmente la evolución de este contaminante, aunque las actuaciones que precisa en su informe de 2016 se limitan a ese mero estudio y a la inclusión de información en la página web del Gobierno vasco. Aun así, el Ejecutivo, según el coordinador del informe de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, “no está informando adecuadamente”. “Ni siquiera cuando se producen superaciones en las estaciones, cuando es obligatorio avisar a la población para que se proteja, como en Valderejo este agosto. Nadie se entera porque no se dispone de un protocolo de información” ha sentenciado.

Euskadi lleva dos años dentro de la legalidad, aunque hay zonas en las que el problema se ha reiterado durante los últimos años: la zona litoral, los valles cantábricos y el valle del Ebro. Aunque el territorio no alcance los niveles de ozono de otras zonas de España, “hay que estar preocupados porque el ozono es un contaminante tóxico y la población más sensible sigue sufriendo”, ha señalado Ceballos. Las 1.600-1.800 muertes registradas por ozono anualmente en España, de hecho, se han dado por la exposición a niveles de contaminación como los registrados en Euskadi durante este verano.

El informe de Ecologistas en Acción

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 472 estaciones oficiales de medición de ozono instaladas en todo el territorio español, 26 de ellas situadas en Euskadi.

Algunas partículas 'clásicas' de la polución en España -por ejemplo el CO2-, según la organización, ha disminuido desde el comienzo de la crisis económica. La menor utilización de vehículos motorizados o producción industrial ha permitido disminuir la presencia de algunos contaminantes en el aire.

Aunque gracias a las características climáticas de Euskadi no se han alcanzado unos niveles tan elevados como en otras comunidades, el ozono ha persistido por efecto de la contaminación generada desde las grandes ciudades, puertos, autopistas y áreas industriales. Esto significa que a pesar de que las temperaturas en época estival han sido más bajas de lo habitual, otros factores han propiciado la estabilidad del O3 en el aire. Así, casi un millón de vascos ha respirado aire contaminado este verano.

Otro de los hechos que denuncia la organización es la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas “no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema”. La estación de Valderejo sufrió en agosto un episodio de alta contaminación, “mientras que el Gobierno vasco incumplió su obligación legal de avisar a la población especialmente sensible para que se protegiera”, han afirmado desde la organización.

Las propuestas de la organización para Euskadi son concretas: disminuir el tráfico motorizado, adoptar mejores técnicas industriales, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y reducir la generación eléctrica en centrales térmicas. También afirma necesario penalizar los vehículos diésel.

Crecimiento sin medidas

Según varios estudios epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud, hay asociaciones positivas entre la mortalidad diaria y los niveles de ozono. Existen algunos datos que expresan que la exposición prolongada a este contaminante puede tener efectos crónicos y “está relacionada con enfermedades respiratorias y cardiovasculares”, según Ceballos.

En términos económicos, según el Banco Mundial, solamente el coste sanitario y laboral derivado de la contaminación por ozono supone unos 5.000 millones de euros al año. Esto supone un 0,33 % del PIB español, un dato que ni siquiera incluye los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

Sin embargo, en España no existen medidas para regular los niveles de ozono. Para Ecologistas en Acción, el estudio e información que afirma adoptar Euskadi, no son suficientes: “No, al menos, si se están incumpliendo los límites legales. Más allá de las actuaciones informativas y de estudio, que son también importantes, hay que prever la adopción de medidas, de planes de mejora de la calidad del aire” afirma el coordinador del informe.

Ceballos explica que la elaboración de planes concretos es “obligatoria para las Comunidades Autónomas”. Aun así, solo Extremadura ha elaborado este tipo de plan, mientras los niveles de ozono siguen siendo desconocidos para la mayoría de la población que se expone a ellos.

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