El Santander limpiará un solar contaminado con más de 100 chalets en Derio
El Banco Santander se ha encargado de la limpieza de una urbanización de chalets en un solar contaminado de Derio tras la quiebra de la constructora. Pero el saneamiento está parado por el desacuerdo con el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco sobre cómo acometer los trabajos, que requieren una inversión total de 1,2 millones de euros. En ese suelo, que funcionó como un vertedero ilegal, el Gobierno detectó metales pesados y PCBs (considerado uno de los contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano), que se unían a residuos de escorias procedentes de una fábrica cercana.
La limpieza de este solar, que supuso la primera infracción por infringir la ley de Prevención de Contaminación de Euskadi, está pendiente desde hace nueve años, causó pleitos de propietarios de chalés que los compraron sin conocer la contaminación y que han perdido su vivienda y hasta 240.000 euros y llevó a la quiebra a la promotora Arco Atlántico. Por esta quiebra, el Santander, que era su principal acreedor, se ha hecho cargo de la limpieza para poder vender los chalés ubicados en el solar, el llamado proyecto Rementeriñe.
Esta área, ubicada en un alto junto al aeropuerto de Loiu, iba a acoger 197 viviendas, la mayoría chalés. Pero la constructora inició las obras sin sanear previamente la zona, como ha certificado el Gobierno vasco, que advirtió a la promotora cuatro veces entre 2007 y 2008 de que debía acometer la limpieza sin que le hiciera caso. La urbanización está paralizada desde julio de 2009 por un expediente de Medio Ambiente cuando había un centenar de viviendas edificadas (con media docena de familias residiendo, que ahora suman ya cerca de 50) y la urbanización prácticamente concluida. Pese a la infracción de la ley, el Ayuntamiento de Derio dio el aval a la urbanización, concediendo las licencias de obras.
La ejecución de la limpieza ha originado fuertes disputas en los últimos años entre el Ayuntamiento y el Gobierno, que ha paralizado varios planes presentados. La quiebra en 2010 de la constructora, que debía costear el saneamiento, complicó más el caso y obligaba al consistorio a hacerse cargo de los 1,2 millones del gasto calculado. Pero el Santander, como principal acreedor de la constructora, se hará cargo de cerca de un millón de euros con el fin de poder vender los chalés pendientes. Otros 275.000 euros ya se han gastado, una partida que tenía el ayuntamiento del pago que hicieron los anteriores propietarios del solar, la congregación religiosa Hermanos de La Sale.
Fuentes municipales confirmaron que se ha limpiado un 20% del terreno contaminado, que totaliza los 5.000 metros cuadrados. “Está limpio y visado por el Gobierno vasco”, señalan. Los otros 4.000 metros cuadrados pendientes, que los acometerá el Santander, aún no se han saneado. El banco, que había realizado ya movimientos de tierras y tareas previas, no ha querido comentar este asunto pero ya ha enviado un informe al Gobierno vasco con su propuesta, que está pendiente de recibir el visto bueno. El Departamento de Medio Ambiente no ha atendido a los requerimientos de este diario para que aportara información.
En los últimos años, el Santander ha agilizado la venta de los chalés que estaban fuera del área contaminada a mitad del precio que tenían hace un lustro (se han vendido a cerca de 360.000 euros) pero varios ubicados dentro del perímetro sin sanear siguen sin compradores y ya se ha descartado la venta de los que se preveían construir en esa zona. La mala gestión en esta urbanización ha dejado al menos a cuatro propietarios sin vivienda y sin los 240.000 euros que abonaron como fianza a la quebrada constructora.
