Ahora Madrid, nueva estación con igual horizonte de cambio
El resultado del acuerdo de confluencia que dio lugar a Ahora Madrid es por todos conocidos: más de 500.000 madrileños y madrileñas votaron la candidatura de Manuela Carmena y, con el apoyo de los concejales del PSOE, logramos que Madrid, la capital de España, fuera también “la capital del cambio”. Después de dos décadas y media de gobiernos del PP, un nuevo gobierno municipal, uno mejor, uno de cambio, llegó a Cibeles. Hoy ya “las cosas son diferentes” en Madrid porque Manuela es alcaldesa, porque gobierna una candidatura ciudadana de unidad popular, porque el cambio municipal es real.
De mayo de 2015 a hoy, la labor del equipo de Gobierno se ha concentrado en deshacer los entuertos fabricados por los gobiernos de Manzano (funeraria y privatización de la limpieza,...), de Gallardón (contratos integrales y multimillonaria deuda,...) y de Botella (venta de vivienda social a fondos buitres...). El colofón de todo ello es el hilo, con los principales poderes financieros e inmobiliarios patrios, de operaciones urbanísticas que el Ayuntamiento del Cambio se encontró o bien paralizadas en los tribunales (Canalejas), escondidas en los cajones (Castellana), bloqueadas (Mahou-Calderón) o directamente abandonadas (hormigón del Centro Acuático, huella del fallido espejismo olímpico).
Desmontar este montaje neoliberal de los gobiernos del PP, también conocido como “la operación saqueo” de los bienes comunes de madrileños y madrileñas, no es tarea fácil ni inmediata. Y, sin embargo, se ha hecho. Se han realizados cambios, no menores, en medio de un sistemático y sostenido ataque en los medios de comunicación desde el minuto uno de la constitución del nuevo Ayuntamiento, con la campaña contra el concejal Guillermo Zapata, y no ha parado desde entonces.
La última escena del mismo guión ha sido a propósito de una de las primeras medidas, ya sí, propias de Ahora Madrid para cambiar nuestra ciudad, como es la peatonalización de la Gran Vía. Frente a este cambio, aunque experimental, Esperanza Aguirre levantó su particular barricada con la escenografía de un musical de la Gran Vía, declarando que la decisión municipal es una “decisión ideológica”, y lo hace sin ruborizarse, acompañada de los dueños de los parkings privados de la ciudad de Madrid y de “otros capitales”. Lo suyo no es ideología, es agua bendita.
Claro, agua para los de siempre, no para sus vecinos y vecinas, tengan coche, usen el transporte público y/o disfruten de sus calles, plazas y jardines (ella prefiere ver a su vecindario “paseando” por las grandes superficies, o atascados en los coches, o enfermos por la polución enmascarada tras lo setos, o dejando sus bolsillos en los cajeros, no de la Gran Vía como hace ella aparcando en el carril bus, sino de los parkings privados).
Esta etapa inicial del Ayuntamiento del Cambio va haciendo realidad un nuevo Madrid, más limpio y más participado, más urbano y más natural, con más derecho a la ciudad y con más visión social,… Aún no es el cambio en extensión e intensidad que queremos, pero las cosas ya están cambiando en Madrid. Para consolidar este proceso se requiere también dar nuevos pasos configuradores del movimiento ciudadano de unidad popular que es Ahora Madrid. Un espacio aún apenas dibujado, cuya representación municipal aspiramos en 2019 a que sea la primera fuerza municipal y gobierne, de nuevo, la capital de España, para así asegurar el cambio municipal y contribuir, por qué no, a que las cosas puedan ser diferentes también en España a partir de 2020. Asegurar la estabilidad del gobierno del cambio es sin duda la primera y principal tarea; sin ella no hay Ahora Madrid, ni presente ni futura.
Una garantía de la estabilidad es conformar un espacio común, reconocido y reconocible, de deliberación que, respetando la autonomía del grupo municipal y la independencia de Manuela Carmena, permita alcanzar consensos y acordar los disensos de este proceso de cambio en construcción. Dar forma a Ahora Madrid se revela como una tarea de tod@s y para tod@s. Digo más, se trata de dar formas, porque no va a haber una única forma y porque será resultado de una forma que muta en nuevas formas, sucesivas, sincronizadas con el propio proceso de cambio municipal y popular.
La transformación de una candidatura ciudadana en grupo y gobierno municipal es un proceso dinámico, en marcha, cuyos vértices y motores varían en el tiempo: ayer los motores fueron Podemos y Ganemos, hoy los motores son Manuela, la Junta de Gobierno, el Grupo Municipal y las Vocalías Vecinales. De la misma manera, ni la mesa de coordinación promotora, ni la conformada tras las elecciones, ni una nueva mesa es “la forma” de coordinación única o exclusiva; cada una de ellas, ha respondido a un momento del proceso, a una etapa concreta y se ha conformado de acuerdo a los requerimientos del momento. Y aún nuevas formas están por venir.
Por ello, hemos relevados nuestra participación en la mesa de coordinación de Ahora Madrid, para abrirlo a personas independientes, para articular la presencia de los distritos a través de mujeres y hombres de las vocalías vecinales y para tejer junto a las demás CUPs de nuestra Comunidad, un espacio abierto del cambio regional que consolide las fuerzas municipales y contribuya a sustituir al PP en el Gobierno autonómico.
Es tiempo de repensar Ahora Madrid y de pensar la ciudad futura, el Madrid nuevo que queremos para nuestra “ciudad de ciudades”. En ello, venimos trabajando en Podemos Madrid desde nuestra Asamblea Ciudadana Municipal realizada el pasado mes de mayo, cuando se cumplía un año del triunfo electoral. En ella, aprobamos mantener un diálogo abierto y colaborativo con los partidos políticos, los colectivos sociales y las personas independientes que venimos promoviendo Ahora Madrid, para reformular el proyecto y actualizar el acuerdo de confluencia, sentando así las bases de la ofensiva que logre en 2019 renovar la confianza de la ciudadanía madrileña en esta candidatura ciudadana y popular.
Esta orientación se completa en la nueva hoja de ruta municipal con el impulso por los círculos de Podemos de comisiones municipalistas de distrito, con el fin de desempeñar la labor de antena y altavoz, que “el círculo de círculos” que es Podemos Madrid, desempeña y debe desempeñar en nuestro territorio. Una antena de las necesidades populares, los conflictos sociales y las demandas cívicas auto-organizadas en barrios y distritos, y un altavoz de las políticas de cambio del gobierno de Manuela Carmena, así como de las luchas y las alternativas de gobierno que promueve Podemos en la Comunidad, en España y en Europa.
Ciertamente, como saben los partidos, los colectivos sociales y las personas independientes, empezando por Manuela, porque así lo hemos formulado en nuestro diálogo con todas las agencias de cambio que habitan la candidatura, Podemos Madrid quiere dar nuevos pasos que consoliden el proyecto y lo impulsen con decisión más allá de 2019. Antes, la próxima Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, deberá decidir sobre la estrategia municipalista, porque fue una de las cuestiones centrales aprobadas en Vistalegre y porque a la luz de la experiencia acumulada precisa ser revisada, bien para afirmar su vigencia con nuevos desarrollos, bien para que sea sustituida por la defensa de la presentación de Podemos a los Ayuntamientos, como ya se planteó en el primer Vistalegre, o bien por la defensa de la extensión a los ayuntamientos de Unidos Podemos, la reciente confluencia estatal, con IU y Equo.
El resultado de ese debate que haremos en Podemos estos dos próximos meses, marcará la próxima hoja de ruta de la organización municipal de Madrid y por su implementación trabajaremos. Personalmente, sostengo que la apuesta por la confluencia ciudadana y popular es y debe seguir siendo la estrategia para promover el cambio municipal, al menos en Madrid, para consolidarlo en la ciudad y para hacer posible el cambio en nuestro “país de países”. Puede que Vistalegre 2 acuerde una geometría variable a diferencia de una única y homogénea estrategia como fue necesario establecer en el primer Vistalegre. En cualquier caso, si Vistalegre 2 apuesta por dar autonomía a las organizaciones municipales para decidir éstas qué hacer en las próximas elecciones municipales, sin duda la defensa de la fórmula electoral de Ahora Madrid, como desde la primera hora hemos hecho, será la posición de Podemos Madrid. Así lo espero y por ello trabajaré.
Mientras tanto, consolidaremos el trabajo municipalista de Podemos en los barrios, los distritos y la ciudad, al tiempo que promovemos el movimiento popular de los derechos humanos con el que vamos, por ejemplo este otoño-invierno, contra la pobreza energética, así como impulsamos las iniciativas sociales y recreativo-culturales que hacemos en la Comunidad de Madrid. También seguiremos, orientando y coordinando la labor tan próxima a la ciudadanía que hacen las Vocalías Vecinales, trabajando como hasta ahora en la Junta de Gobierno y en las Juntas de Distritos, y profundizando en la coordinación con los partidos políticos, los colectivos sociales y las personas independientes para garantizar el Gobierno municipal del cambio, desplegar Ahora Madrid y alcanzar, así, una nueva estación de desarrollo que nos permita en la segunda mitad del mandato, fortalecer la candidatura que derrotó a Esperanza Aguirre en 2015 y que volverá a derrotar en 2019 las políticas caducas y la vieja forma de hacer política, representé quien represente al PP.