Actividades deportivas extraescolares

Con la experiencia de unos hijos que han jugado y juegan a patinaje artístico, futbol, ajedrez, natación y balonmano, he llegado a la conclusión de que a largo plazo no es sostenible ni favorece la conciliación familiar tener que desplazarse 30 km o más para jugar partidos. El 80% del coste de un club son los desplazamientos. Estas dificultades organizativas truncan la posibilidad de que mucha gente vea cómo sus hijos se aficionan a un deporte con vocación de continuidad más allá de las extraescolares de la escuela o los grupos de amigos del instituto.

Y muchos niños y adolescentes se apartan de una alternativa de ocio saludable en sus barrios y pueblos porque es cara y muy complicada administrativamente.

Los clubs se han convertido en entidades que profesionalizan a los asociados como única opción: sólo puedes jugar si te federas y en una liga aplicándose las mismas reglas y condiciones que Jordan, a Messi o Carlsen. Y somos los padres con nuestro gran esfuerzo gratuito en la estructura organizativa y en el pago de cuotas los que sostenemos económicamente los clubs pequeños. Y los clubs grandes han externalizado las canteras a los clubs pequeños.

La solución es relocalizar las competiciones amateur. Que se organicen competiciones dentro de los colegios, en los distritos escolares o que no salgan de los pueblos. Como ya se hacía. Solo así puede formarse una alternativa de ocio deportivo barata, que atraiga a las familias y genere canteras.