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Lo malo conocido sigue siendo malo

12 de mayo de 2021 15:12 h

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Renunciar a lo bueno por conocer es una actitud conservadora.

El mundo avanza gracias a los osados que, algunas veces, se equivocan, pero que muchas otras aciertan y mejoran el presente. La probabilidad de que alguien continuista mejore las cosas es muy pequeña.

Sin los que deciden innovar, nunca habríamos bajado de los árboles. No habríamos alcanzado los niveles de cura del cáncer o del Ébola en los que estamos, ni la información sería accesible a tanta gente. Innovar es atreverse a actuar de manera diferente, analizar el pasado para imaginar el futuro y no actuar “como toda la vida”. Innovar obliga a enfrentarse a los problemas, no dejarlos a un lado ni intentar convencerse y convencer de que no existen. Por mucho que repitamos que la tierra es plana, no va a dejar de ser esférica. Por mucho que neguemos el cambio climático, va a seguir avanzando. Aunque ignoremos la Covid-19, va a seguir infectando y matando.

Conocí a alguien que describe el avance de la sociedad como nada un pulpo: retrocede para coger impulso y después avanza. Podría parecer que no se mueve, pero la media nos enseña que avanza, y mucho.

Trump fue el impulso que necesitaba EEUU para darse cuenta de que no era ese el perfil de líder que querían, fue el momento del retroceso que ha venido a determinar la victoria de Biden que, en muy poco tiempo, ha dado la vuelta al panorama americano. No hay quien aguante esa tensión, esa pelea de forma permanente. No necesitamos líderes que se limiten a cuestionarse todo lo que hacen los demás para ganar notoriedad. Hacen falta perfiles que se pongan a trabajar y que tomen decisiones, aunque en esa dinámica, es posible equivocarse. Mi madre decía siempre que las cosas las rompía el que las usaba. El que no hace nada, es más difícil que rompa algo.

El mundo pide a gritos un enfoque nuevo, ojos que vean los problemas desde otros ángulos, políticas para este momento y no recicladas del pasado. Y para eso hace falta impulso, perfiles con ideas (muchas ideas) y formas de pensar diferentes, menos miedo a lo nuevo y más compromiso con los resultados. Pero para llegar a esos perfiles (que a muchas personas les dan miedo) igual hay que pasar previamente por épocas de retroceso.

Necesitamos innovación para atrevernos con nuevas formas de hacer políticas laborales, económicas, medioambientales, sanitarias, de educación (están obsoletas). Para acabar con la corrupción. Hoy hay más migración, más gente formada en los países desarrollados, menos perfiles para determinados trabajos, menos natalidad. No tenemos las mismas reglas del juego. Si el mundo cambia, tienen que cambiar las políticas.

Necesitamos generosidad y falta de codicia. Si a los demás no les va bien, a mí tampoco me irá bien. Es mejor pensar en un mundo más equilibrado. No es normal que un 1% de la población tenga el doble de dinero que el 90% de la población.

Necesitamos dejar de mirarnos el ombligo y romper con el individualismo. Somos mejores si colaboramos y las miradas regionalistas son cortas e impiden ejecutar políticas con un espectro amplio. Ya no se trata de mi ciudad o mi comunidad, se trata del mundo.

Soy un ser humano antes que española o madrileña.

Necesitamos políticos honestos, que se preocupen por resolver los problemas de los ciudadanos no por su éxito personal, el de sus amigos. (Me encantaría hacer las cuentas, pero estoy casi segura de que si los corruptos devolvieran lo que han robado se acabarían las peleas por las subidas de impuestos, no harían falta.)

Son una serie de conceptos muy sencillos, honestidad, generosidad, innovación, humildad, altruismo y un poco de inteligencia, necesarios para impulsar los cambios que necesitamos. Por eso lo malo conocido no es lo mejor. Porque, como seguimos donde estábamos, seguro que no habrá cambios.

¿Será este el momento de retroceso que anuncia un nuevo avance? Si es así, espero que haya políticos que aprovechen la situación actual para coger impulso y pensar en estrategias para las próximas elecciones.

Porque seguro que muchos esperamos que llegue pronto lo bueno por conocer.

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