Rivera se reúne con Sánchez después de haber reforzado su apoyo a Rajoy con un almuerzo en Moncloa
- El líder de Ciudadanos mantiene una reunión este miércoles con Pedro Sánchez al día siguiente de acudir a un “almuerzo de trabajo” de dos horas en la Moncloa con Mariano Rajoy
Albert Rivera acude este miércoles a la reunión con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con las ideas claras sobre lo que le va a plantear y horas después de mantener con Mariano Rajoy un inesperado almuerzo de trabajo de dos horas, en el que ambos demostraron estar en sintonía en temas “de interés político y económico”.
Este encuentro entre Rajoy y Rivera no parece casual justo la víspera de que Pedro Sánchez y el líder de Ciudadanos se vean en el Congreso, aunque la versión de su partido es que se cerró “a iniciativa mutua” antes de conocerse la invitación que le hizo el socialista a Rivera.
Según Ciudadanos, en la Moncloa ambos trataron del “desafío separatista de Cataluña”. Pero también de Europa, de las consecuencias del Brexit y de “cómo combatir a los nacionalismos y populismos que quieren destruir la UE”. Junto a ello, Rajoy y Rivera trataron de la necesidad de reforzar el pacto antiyihadista y de “los acuerdos comerciales” con otros países.
Aunque en la nota de la dirección de C's no se mencionó directamente el CETA, se supone que se abordó el cambio de postura que acaba de hacer público Sánchez sobre el tratado con Canadá, dado que es una de las cuestiones que más preocupa ahora al presidente del Gobierno. Rivera tiene pensado afear a Sánchez este rechazo para ver si le convence de su “equivocación”.
Además, Rivera trasladará al líder del PSOE la importancia de que su partido no desdeñe de nuevo entrar en la negociación de los Presupuestos Generales de 2018, que tendrán como antesala fijar la senda del déficit y el techo de gasto. Un tema que también se trató en el amuerzo monclovita. De hecho, Rivera y Rajoy acordaron que los equipos negociadores de los dos partidos “comiencen a hablar de ello cuanto antes”.
Rajoy sabe que va a ser dificil contar con el apoyo de los socialistas en este terreno y Rivera puede hacer de intermediario en la reunión que va a mantener este miércoles con Sánchez.
Rivera ha insistido estos días en que él prefiere dar “estabilidad a la legislatura”. “Mientras otros hacen circos o se suben al autobús, nosotros vamos a seguir trabajando para mejorar la vida de los españoles”, remacha una y otra vez.
Por lo demás, el presidente de Ciudadanos reiterará al líder del PSOE que con él no cuente para presentar una nueva moción de censura contra Rajoy, al que él prefiere “ganar en las urnas”. Mucho menos después de dejar patente que su sintonía política con el líder del PP es mayor de la que se ha esforzado en aparentar, pese a la corrupción que inunda a su partido.
El mismo martes, Rivera le enviaba el mensaje a Sánchez de que evite poner “cordones sanitarios” contra el PP, porque sus votos son imprescindibles para aprobar en el Congreso leyes y reformas que su partido quiere impulsar, algunas de las cuales requieren de mayoría absoluta.
Entre esas reformas Rivera ha destacado la ley electoral que acaba de empezar a estudiar una subcomisión abierta en la Comisión Constitucional del Congreso. O cambios en la Constitución para lograr aquellas medidas a las que el PP se resiste, como la supresión de los aforamientos que, junto a la limitación de mandatos para los presidentes del Gobierno, están contenidas en el acuerdo de investidura que Rivera firmó para garantizar a Rajoy su investidura.
Rivera también desdeñará la posibilidad de habilitar en el Congreso una mesa de diálogo a tres bandas entre el PSOE, Podemos y su partido para pactar una estrategia común contra el gobierno conservador. “Ese espacio de diálogo entre las fuerzas políticas ya existe y es el Parlamento”, recordó Rivera a Sánchez, mientras le reprochaba su afán de querer montar “espacios paralelos” de trabajo tras haber renunciado a su escaño en el Congreso.
La teoría de Rivera es que los cantos de sirena que le lanza Pablo Iglesias solo persiguen restarle fuerza electoral.
Según han dejado caer varios dirigentes de la dirección nacional, Rivera no espera gran cosa de este encuentro personal con Sánchez, el primero que mantiene con él desde que firmaron el pacto de investidura en febrero de 2016.
En las filas naranjas contemplan con la misma preocupación que el Gobierno y el PP el giro a la izquierda que está experimentando el líder socialista, al que ven “podemizado”. Un giro que Rivera cree que es “una equivocación” y que le pasará factura al PSOE en las urnas.
La cita está prevista a las 16.30 horas y se producirá un día después de la que Sánchez mantuvo el martes, con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. El entendimiento entre Iglesias y Rivera es nulo, sobre todo desde el agrio enfrentamiento que ambos mantuvieron en la tribuna durante el debate de la moción de censura.