El avance electoral sorprende al PSC sin programa ni candidato
La trepidante velocidad que está tomando la política en Catalunya ha cogido por sorpresa a los catalanes y también a los partidos. Ni tan siquiera la Assamblea Nacional Catalana (organizadora de la histórica manifestación que ha disparado el cronómetro) se esperaba algo parecido. Pero, sin ninguna duda, los más sorprendidos por el ritmo de los acontecimientos son los socialistas catalanes.
El segundo partido de Cataluña, que ha sido clave en la cohesión social y territorial, está fuera de combate, sin programa ni candidato. La fuerte caída sin precedentes que sufrieron los socialistas en las últimas elecciones catalanas (pasando de 37 diputados en 2006 a 28 en 2010) y en las municipales (perdieron Barcelona que era su mayor bastión) puede agravarse todavía más si el president, Artur Mas, adelanta las elecciones.
El último congreso del partido se cerró con el compromiso de escoger al futuro candidato mediante unas primarias abiertas, al estilo francés. Se vendió este sistema como si fuera una cura agresiva pero necesaria para un paciente que agoniza. Las primarias abiertas reducen mucho la capacidad de influencia del aparato del partido en la elección del candidato, ya que permiten votar a cualquier ciudadano mayor de 17 años, aunque no sea ni militante ni simpatizante. Las únicas condiciones que se querían fijar eran firmar una declaración de principios de la izquierda y una simbólica aportación económica.
El compromiso de primarias abiertas permitió calmar al sector más crítico del partido, que no ofreció la resistencia que se esperaba y se conformó con la elección del oficialista Pere Navarro como primer secretario. Pero si Mas aprovecha el debate de política general de la próxima semana para convocar elecciones anticipadas, los socialistas no tendrán tiempo de organizar unas primarias abiertas.
“Son inviables por exigencias del guión”, reconoció a eldiario.es uno de los miembros de la Ejecutiva. El mínimo de tiempo necesario son cuatro meses según reconocieron ayer varios miembros del partido, ya que legalmente el partido no puede tener acceso al censo y es necesario confeccionar uno nuevo.
La comisión encargada de establecer el reglamento tenía previsto presentar las normas y el calendario de trabajo el 3 de octubre. Pero será demasiado tarde. Los socialistas confiaban en motivar al electorado implicándole en unas primarias jamás vistas, dando ejemplo de democracia y de partido con vocación de escuchar a la ciudadanía pero el calendario sólo les permitirá, como mucho, organizar unas primarias entre militantes y simpatizantes. Y, de ser así, el máximo rival que podría tener Pere Navarro, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, ya ha avanzado que no se presentará.
Hace falta saber si los demás socialistas que estaban barajando la posibilidad de plantar cara al aparato, como Montserrat Tura, Joan Ignasi Elena o Rocío Martínez-Sampere, también se lo van a pensar, conscientes de que si las primarias no son abiertas, tienen muy pocas posibilidades de ganar. El PSC puede pasar de organizar unas primarias abiertas a toda la ciudadanía a organizar unas primarias con un único candidato.
Los socialistas catalanes han avanzado muy poco desde su caída en las pasadas elecciones. Las esperanzas que muchos tenían en salvar al paciente de su grave enfermedad con unas primarias se esfumarán con el adelanto de los comicios.
Federalismo y derecho a decidir
Resulta casi imposible enumerar las distintas corrientes que existen dentro del PSC. La que más poder tiene sin duda la que se conoce como el aparato, y es donde se encuentra Pere Navarro y los que defendieron su nombramiento. La otra gran familia tiene varios nombres y representa al sector más catalanista. Su gran obsesión, especialmente desde que sabe que las primarias abiertas son casi imposibles, es incluir en el programa de las próximas elecciones “el derecho a decidir”, según explicó a eldiario.es un miembro de la corriente Avancem! (Avancemos!).
“Nosotros somos un partido federalista pero tenemos que abrazar el derecho a decidir, que al fin y al cabo es participación democrática, o la ola independentista se nos comerá”, razonó el político socialista. Este pulso no será nada fácil pero cada vez hay más miembros de la Ejecutiva del partido que opinan que el PSC no puede ni debe enfrentarse al independentismo. Justo lo contrario de lo que dijo el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su reciente visita a Cataluña.
Por el contrario, algunos socialistas consideran que su apuesta por un modelo federalista es posiblemente la última oportunidad que queda para evitar la independencia de Cataluña y se muestran convencidos de que “cada vez habrá más gente a favor del federalismo, porque está clarísimo que Cataluña tiene un problema de encaje”. Esta teoría sostiene que, aunque sea por descarte, el resto de España acabará apostando por el federalismo.
