El Gobierno niega que prepare manifestódromos como pide Botella
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el Gobierno no se plantea que las manifestaciones vayan a quedar restringidas a un espacio concreto para que no circulen por el centro de las ciudades. La número dos del Ejecutivo ha insistido en la necesidad de buscar el equilibrio entre quienes se manifiestan y los que no, pero ha recordado que ya existen mecanismos previstos actualmente a través de la Delegación de Gobierno, que es quien tiene las competencias para modificar itinerarios en caso de que coincidan varias.
“Quiero señalar que el Gobierno no ha reclamado ninguna posición jurídica a los ministros de Justicia e Interior sobre este punto ni se está trabajando en este sentido”, ha dicho la vicepresidenta al ser preguntada por esta propuesta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes. Quien ha reclamado con más insistencia la conveniencia de reservar espacios para las protestas ha sido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
No obstante, la vicepresidenta ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de defender los derechos de quienes no se manifiestan o regentan negocios en las áreas afectadas. “Sí que analizamos en cada manifestación en qué manera esos itinerarios perjudican lo menos posible al resto de ciudadanos. Reconociendo el derecho de manifestación, la Delegación de Gobierno, en ocasiones avalada por los tribunales, ha tratado de reconciliar ambos conceptos y es en lo que estamos trabajando”, ha explicado.
Sáenz de Santamaría ha subrayado que “la violencia no puede tener ninguna justificación en ningún ámbito” y ha defendido que hay que “marcar la línea roja de la democracia”. A pesar de que la mayoría de los partidos han condenado de forma clara los disturbios posteriores a las Marchas de la Dignidad del pasado sábado, la vicepresidenta ha insistido: “Pediría a todas las fuerzas políticas que ahí no hagamos matices. Una cosa es manifestarse y otra aprovechar manifestaciones para atentar contra los derechos de todos los demás”, ha zanjado.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, avanzó el pasado miércoles que solicitará una reunión formal con la Delegación de Gobierno para proponerle que se acuerden espacios en la ciudad en los que se podrían limitar las manifestaciones, como ocurre en París, con tres criterios: los ejes estratégicos de transporte, las áreas de afluencia turística y las zonas históricas. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se apresuró a calificar la iniciativa de “muy atinada”.
La respuesta de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, no ha sido tan entusiasta a pesar de que en otras ocasiones se ha mostrado partidaria de “modular” el derecho de manifestación. Esta vez, Cifuentes ha reprochado a los dirigentes de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid que no le apoyaran cuando hace año y medio planteó la iniciativa y ha recalcado el hecho de haberse enterado “por los medios de comunicación” en vez de ser informada directamente por los interesados.