La Justicia belga decidirá el 7 de agosto sobre la euroorden del exconseller Lluís Puig

El juzgado belga de primera instancia que examina la euroorden de las autoridades españolas contra el exconseller catalán Lluís Puig, reclamado por malversación en el caso del 1 de octubre, ha celebrado este martes una nueva vista del proceso y ha fijado el 7 de agosto como la fecha en la que dictar una resolución: podría desestimar la euroorden, aceptarla o plantear una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Es la segunda parte de una vista que se empezó a celebrar el 24 de febrero y en la que se trataron aspectos como los derechos fundamentales y la doble incriminación, pero que no dio tiempo a concluir en aquella fecha, por lo que se acordó un receso hasta el 30 de marzo, cuando fue aplazada de nuevo por la covid-19 hasta este 23 de junio, que ha durado dos horas.

Técnicamente, el juez belga podría haber dictado sentencia el mismo 23 de junio tras la vista, pero los letrados de Puig lo veían muy improbable y consideraban que el magistrado anunciaría la fecha de su decisión definitiva, ante la que cabe recurso en Apelación y después en Casación.

Así, este martes se ha debatido en la sala, fundamentalmente, sobre la competencia del Tribunal Supremo para pedir la euroorden, en tanto que Puig no era aforado cuando se cursó. “El juez natural es el que debe prevalecer, en este caso serían los tribunales catalanes”, ha explicado Gonzalo Boye, uno de sus abogados.

En paralelo, las euroórdenes cursadas al expresident Carles Puigdemont y sus exconsejero Toni Comín están suspendidas en Bélgica hasta que se resuelva el suplicatorio que el Tribunal Supremo español ha enviado a la Eurocámara para pedir que se les retire la inmunidad parlamentaria, también aplazado por las restricciones impuestas por el coronavirus.

En situación similar se encuentra la ex consellera Clara Ponsatí, también eurodiputada y pendiente de que el Parlamento Europeo resuelva sobre su suplicatorio.

Puig, sin embargo, no es eurodiputado y no disfruta de inmunidad, por lo que su euroorden sigue adelante en los tribunales belgas.