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El asesino de Atocha huido a Brasil, Carlos García Juliá, podrá salir de prisión en noviembre tras recalcularse su pena

El español Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha de 1977, embarca en el aeropuerto internacional de Guarulhos (Brasil).

Laura Galaup

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La justicia ha recalculado la condena del ultraderechista Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha. La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha realizado una liquidación de las penas que determina que uno de los asesinos de los trabajadores del despacho especializado en derecho laboral situado en el número 55 de la calle Atocha (Madrid) saldrá a la calle el próximo 19 de noviembre y no dentro de diez años, como se estimó al realizar la primera liquidación de condena. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha explican que la decisión es provisional, cabe recurso del acusado y de la Fiscalía.

García Juliá cometió el crimen con 22 años y fue condenado junto a Francisco Albaladejo, José Fernández Cerrá y Leocadio Jiménez Caravaca al quedar probado que constituían un “grupo activista e ideológico, defensor de una ideología política radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en España”. Después de más de dos décadas fugado, García Juliá fue extraditado el pasado 6 de febrero desde Brasil para continuar cumpliendo la pena de 30 años impuesta (la máxima que se cumple en España, pese a haber sido condenado a 193 años).

La Audiencia Nacional mantuvo abierta una petición de búsqueda, detención e ingreso – tras una fuga, que comenzó en 1994 – para que cumpliera en España los más de 3.800 días (poco más de diez años) que calculaban que tenía pendiente de prisión. Sin embargo, este jueves, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha reducido la liquidación de su condena a 287 días, por lo que según estos cálculos, el 19 de noviembre García Juliá terminará de cumplir condena por el asesinato perpetrado en el despacho de abogados laboralistas vinculado al Partido Comunista y Comisiones Obreras hace más de 40 años. Saldrá de la cárcel un día antes del 20N, una fecha histórica para la extrema derecha española por ser el aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco.

Tras su extradición, el pasado 21 de febrero la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional calculó que el ultraderechista fugado tenía 3.854 días pendientes de condena, con estas cifras se estimó que García Juliá sería puesto en libertad el 26 de agosto de 2030. Dos meses después, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha hecho otra interpretación: ha tenido en cuenta el año y dos meses que ha estado preso en Brasil a la espera de extradición y las redenciones ordinarias y extraordinarias facilitadas por los centros penitenciarios antes de la fuga.

“Hemos hecho valer los beneficios penitenciarios y la condena que ya estaba remitida con anterioridad a la extradición. Se le ha computado los cinco años que permaneció en libertad condicional, entre 1991 y 1996. En segundo lugar, se le ha abonado a la condena la redención ordinaria, que es por trabajos, como redención extraordinaria, por buen comportamiento y por estudios. Y lógicamente, se le ha computado los 429 días que estuvo en prisión preventiva en Brasil”, explica Ignacio Menendez González-Palenzuela, el abogado de García Juliá. El letrado de la administración de justicia que firma la diligencia da tres días de plazo para que las partes personas presenten alegaciones.

El letrado recurrió la liquidación de condena que planteó la Audiencia Nacional, y que hubiese dejado al ultraderechista hasta 2030 en prisión. “No solo le hemos arrancado a la Audiencia Nacional la competencia para resolver la liquidación de la condena, sino que hemos ganado el recurso y la Audiencia Provincial ha establecido que le quedan 287 días”, añade. El letrado de la administración de justicia de la Audiencia de Ciudad Real que firma la resolución ha aplicado esa argumentación, tal y como figura en una diligencia fechada este jueves, a la que ha accedido eldiario.es. La liquidación de condena comienza a contar desde el 7 de febrero, primer día en el que García Juliá pisó suelo español durante 24 horas.

El 6 de febrero fue extraditado procedente de Brasil, país en el que había sido detenido en diciembre de 2018 y en el que estuvo encarcelado desde entonces a la espera de la extradición. El ultraderechista había conseguido mantenerse oculto durante más de dos décadas, residiendo en Chile, Argentina, Venezuela y, finalmente, Brasil. García Juliá utilizó una identidad falsa durante más de dos décadas saltando de país en país.

Tras cometer el crimen, ya había pasado un mes escondido hasta que fue detenido en marzo de 1977 y, posteriormente, juzgado y condenado. En 1991 se le concedió la libertad condicional y en 1994 solicitó autorización judicial para salir de España.

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