Carles Mundó, el exconseller de Justicia acusado de desobediencia y malversación, insiste en los argumentos que ya han expuesto algunos de los acusados. La firma del decreto del 1-O se hizo para “enfatizar el carácter político de ese momento” y añade que no tenía ninguna consecuencia que aparecieran o no las firmas de todos los consellers. Por Cristina Armunia.
“Lo hacíamos [firmaron el decreto de la convocatoria] no con la creencia sino con la certeza de saber que una firma de decreto no era delito. Estábamos convencidos de ello”, zanja Mundó.