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Arranca la segunda campaña electoral en seis meses sin indicios de gobernabilidad

Los cuatro candidatos de los principales partidos

Gonzalo Cortizo

Ya está en marcha la nueva carrera por el voto que terminará el 26J en torno a las mismas urnas que hace medio año no sirvieron para escribir el nombre de un presidente en un acta del Congreso. Las principales formaciones se enfrentan de nuevo a dificultades para encontrar los equilibrios que permitan una investidura que se presenta como un objetivo difuso. Las cuatro principales formaciones insisten en que, esta vez, los acuerdos llegarán rápido aunque nadie ofrece pista alguna que avale ese pronóstico.

Gobernabilidad y sorpasso son las dos grandes claves de unas nuevas elecciones, donde la principal novedad reside en el giro estratégico protagonizado por Podemos y su alianza con la Izquierda Unida de Alberto Garzón.

La tradicional pegada de carteles se ha convertido en una sucesión de actos a horas diversas que se ha desencadenado mientras Antena 3 emitía el primer debate de campaña protagonizado por Andrea Levy, Carolina Bescansa, Margarita Robles e Inés Arrimadas. 

“El voto seguro es el voto al PP”, afirmó Rajoy durante el acto de apertura de su partido. Minutos antes, el candidato popular se dejaba ver en las pantallas de Telecinco desde donde se refería a los datos que el CIS publicó este viernes: “Tenemos algo más de votos de los que tuvimos en diciembre”.

Rajoy encara las nuevas elecciones sin lastres aparentes: poco parece importarle a la formación conservadora la actitud pasiva de su líder cuando el rey le preguntó si quería someterse a la investidura. Las últimas revelaciones sobre la corrupción que asola al PP tampoco parecen hacer mella en sus aspiraciones. La mayor parte de los sondeos indica que Rajoy podrá mejorar el 26J los resultados que obtuvo en las últimas elecciones.    

En el PSOE la batalla es contra el desánimo. El CIS asegura que en la mejor de las circunstancias Pedro Sánchez perderá 10 de los 90 escaños que obtuvo en diciembre, lo que complicaría profundamente su continuidad en el cargo. Sin embargo, el equipo más cercano al candidato asegura que la cocina de la encuesta no refleja la situación real. Fuentes del gabinete de Sánchez se mantienen en que su formación estará por encima de Unidos Podemos “en votos y en escaños”. 

Durante su discurso, Sánchez cargó contra Podemos: “No me hice de izquierdas para controlar a los espías, sino para garantizar la sanidad de nuestros mayores”. 

En Unidos Podemos la fiesta fue cosa de Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Ambos, escoba en mano, cumplieron con el trámite de pegar sus carteles a la vieja usanza sobre un mural con la imagen de un barrio en homenaje a los jóvenes que emigraron para buscar trabajo fuera de España.

Iglesias ha vuelto a decir que su candidatura no tiene límites. “Es probable que tengamos que asumir grandes responsabilidades. Vamos a dialogar con todos”, aseguró.

En Ciudadanos el ambiente es de cierto agobio. Es el segundo asalto a La Moncloa para una formación que acabó pidiendo la hora en la última campaña electoral. Rivera busca mejorar sus opciones en el caladero de la indecisión.

El candidato naranja dirige a este sector sus mensajes más directos. “Le pido la confianza a todos los que durante décadas votaron al PP o al PSOE, porque era lo único que había”, señaló Rivera. Para el líder de Ciudadanos, los votos no tienen que explicar su pasado y menos a quince días de unas elecciones que se les presentan con tendencia descendente con respecto a los apoyos obtenidos el 20D. 

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