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PSOE y Unidas Podemos reciben las últimas encuestas antes de abordar la semana clave de la negociación

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en una de sus reuniones públicas en Moncloa.

Irene Castro / Aitor Riveiro

A dos semanas de la convocatoria automática de unas nuevas elecciones generales en España, el PSOE y Unidas Podemos apuran los plazos en la búsqueda de un acuerdo de investidura que hoy parece lejano. Los equipos negociadores volverán a reunirse este martes por la mañana en el Congreso. Tras la fracasada cita del pasado jueves y del cruce de declaraciones posterior, en los cuarteles generales de los partidos han recibido durante las últimas horas diferentes estudios demoscópicos para orientar a los dirigentes sobre cómo respira la sociedad tras el parón de agosto y, más importante, cómo podría resolverse una inminente segunda cita con las urnas.

Esas encuestas, realizadas durante la primera semana de septiembre a la vuelta de vacaciones servirán de termómetro para medir el estado de la opinión pública tras la investidura fallida de finales de julio y la no negociación de agosto.

El discurso público de los socialistas se asienta en el rechazo a una repetición electoral que, al mismo tiempo, aseguran no temer. Los datos que manejan en Moncloa a partir de las encuestas publicadas por los diferentes medios, encargadas ‘ex profeso’ o estimaciones elaboradas por el equipo demoscópico del Gobierno en funciones apuntan a que el PSOE mantiene una tendencia al alza con Unidas Podemos a la baja, y que el PP subiría frente a un Ciudadanos en caída. “Cuantos más datos tengamos, mejor ante el halo de posibles elecciones”, dice un dirigente socialista que considera que lo “lógico” es que Iglesias acabe cediendo para hacer presidente a Sánchez. “Y si no, tendremos que ir a elecciones”, concluye. Sánchez alertó este sábado del “riesgo cierto” de que haya unos nuevos comicios, visto que Unidas Podemos no acepta el acuerdo programático y los socialistas no quieren ya saber nada de la coalición que ofrecieron en julio.

En la cúpula del PSOE están cada vez más convencidos de que es preferible pasar por las urnas el 10 de noviembre que dentro de unos meses, sobre todo si eso implica pasar por el desgaste de la inestabilidad parlamentaria. Y todo cuando la economía empieza a mandar algunas señales de crisis. “Lo veo como se ve: elecciones”, dice un miembro de la Ejecutiva. Es el sentimiento mayoritario de la dirección tras los últimos acontecimientos. “Los Presupuestos Generales del Estado no se van a aprobar”, dice un presidente socialista sobre la posibilidad de que finalmente haya Gobierno. De ahí que en su argumentario los de Sánchez hayan incluido la premisa de que quieren un acuerdo programático con Unidas Podemos que garantice el funcionamiento del Ejecutivo.

En la sede de Podemos también han recibido en las últimas horas estudios demoscópicos sobre la situación política española con el regreso del curso político y el final de las vacaciones. En una entrevista grabada la semana pasada con el canal RT, Iglesias sostenía que en caso de una repetición electoral solo caben dos opciones: “O ganan las derechas o tendremos una correlación muy similar”.

El líder de Unidas Podemos confía “en que en el último minuto” Pedro Sánchez rectificará “como hiciera en julio y ofrecerá un Gobierno de coalición”. Como explicaba la portavoz del partido de Iglesias, Noelia Vera, este lunes en una rueda de prensa, si el punto de partida con el que se retoman las negociaciones es en el que se quedaron en julio, “el acuerdo llegará en minutos”.

Tras estas declaraciones, desde el PSOE han llamado a su contraparte para retomar las conversaciones este martes. Un movimiento que en Podemos esperan que tenga que ver con las palabras de Vera y haya un intento “serio” de negociación.

El temor que propagan los socialistas es que Iglesias permita que Sánchez gobierne sin llegar a un entendimiento y que se sitúe en la oposición. Una idea que, hoy por hoy, no contemplan en Podemos. Iglesias aseguraba en la misma entrevista con el canal ruso de televisión que no tienen la intención de renunciar a entrar en el Gobierno. Ni ahora, ni tras la repetición electoral. “Estamos ante una ventana de oportunidad inédita, que Unidas Podemos pueda gobernar porque Ciudadanos no quiere representar al Ibex 35 gobernando con el PSOE. Tenemos que aprovechar esa ventana”, dice en RT.

La posibilidad de una investidura sin acuerdo no gusta en el PSOE, pero el líder socialista tendría complicado rechazar el encargo del rey para formar Gobierno, si Unidas Podemos acabase ofreciendo un apoyo gratis antes para desbloquear la situación y pasar a la oposición. Pese a las reticencias de Unidas Podemos, en el PSOE ven factible que lo acaben haciendo para cortar el paso a Íñigo Errejón en caso de que decida dar un paso al frente para la contienda electoral en unas generales. El PSOE esgrime, además, la “presión” que recae sobre Iglesias “por los resultados” y por las supuestas diferencias en el seno del grupo confederal sobre qué hacer.

Esas supuestas “diferencias” a las que aluden los socialistas están acalladas en esta ronda negociadora. A diferencia de lo ocurrido en julio, el grupo dirigente que mantiene la interlocución directa con Carmen Calvo, Adriana Lastra y María Jesús Montero se ha ampliado. A Pablo Echenique y Ione Belarra se han unido Enrique Santiago (IU), Jaume Asens (En Comú Podem) y Yolanda Díaz (Galicia en Común). Diversas fuentes del grupo confederal consultadas por eldiario.es sostienen que habrá unidad de acción y que los 42 diputados votarán lo mismo en una hipotética investidura.

En Moncloa están convencidos de que en una repetición electoral Sánchez mejoraría su resultado y que estaría más cerca de la mayoría absoluta con Unidas Podemos y PNV. Y sin necesitar a las fuerzas independentistas catalanas –cuya abstención en una investidura en los próximos días dan por garantizada–. Otro pensamiento que se ha instalado entre un sector del PSOE es que el nuevo paso por las urnas resolvería la competición en la derecha –dan por hecho que con Albert Rivera como perdedor– sin que tuviera capacidad de hacerse con el poder. Y, en ese momento, la abstención para permitir la gobernabilidad se da por hecho. “Nosotros nos abstuvimos tras una repetición electoral”, recuerdan fuentes próximas a uno de los presidentes socialistas que se posicionó a favor de permitir el Gobierno de Mariano Rajoy.

A pesar de las expectativas de mejora que tienen en la cúpula socialista, el temor a otros comicios crece en los cuadros intermedios del partido. Algunos dirigentes consultados por eldiario.es advierten de que la repetición electoral puede suponer una desmovilización del electorado progresista que termine por pasarles factura. “A unas elecciones hay que tenerles respeto. Las urnas pueden dar sorpresas”, reflexiona un dirigente andaluz. En Unidas Podemos también consideran que a Sánchez no le conviene arriesgarse a unas nuevas elecciones ahora que tiene posibilidades de seguir en Moncloa.

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