“Cada vez que un colaborador mío ha tenido dificultades, siempre he mostrado mi apoyo y solidaridad. Siempre he actuado igual. Yo no condeno a nadie de manera preventiva. Siempre he actuado así. A veces lo más difícil es respetar la presunción de inocencia. Lo fácil es 'me lo quito de enmedio, y fuera'. Un imputado no es un condenado, y una persona que no ha sido llamado a los tribunales, menos. Yo confié en el señor Bárcenas y contesté a sus mensajes y hablé con él. Y le pedí que dejara la tesorería en junio de 2009, y lo hizo. Y en 2010 dejó el Senado y la militancia. En 2011 fue desimputado. Cuando llegué al Gobierno no estaba imputado. ¿Cómo se puede desconfiar de una persona cuando el Tribunal de Cuentas aprobaba las cuentas?”
Ante los murmullos socialistas, Rajoy responde: “Pero si ustedes nombraron al director de la Guardia Civil que nombraron, ¡por favor, déjenme hablar!”
Aplausos.
“Me he equivocado, pero nosotros no le presentamos a las elecciones. Otros sí han presentado a imputados.