Los resultados de las elecciones hacen imposible una reforma de la Constitución
La Constitución se queda como estaba. Es una de las conclusiones que ofrecen los datos arrojados por las urnas este 20 de diciembre. La reforma de la Carta Magna exige una mayoría de tres quintos en el Congreso de los Diputados. El PP tiene en su mano la minoría de bloqueo que podrá frenar cualquier propuesta que no sea de su agrado.
Además del reparto en el Congreso, los populares cuentan con mayoría absoluta en el Senado, cámara por la que habrá de pasar cualquier reforma constitucional que se plantee. En la cámara alta los populares podrán ejercer el veto a casi todo y complicar aún más la endiablada tarea parlamentaria que han dibujado las elecciones con el reparto actual del poder.
El cambio constitucional es una de las condiciones planteadas por Podemos para un posible acuerdo con el PSOE. Sin embargo, por mucho que Pedro Sánchez quiera ceder a esas peticiones el PP tiene la potencia parlamentaria suficiente para convertir en vano cualquier esfuerzo.