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Unidas Podemos pide una reunión urgente al PSOE por la “intromisión” de Calviño en la derogación de la reforma laboral

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, interviene en una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados

Laura Galaup / Laura Olías

22 de octubre de 2021 10:59 h

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Unidas Podemos ha pedido una reunión urgente con su socio de Gobierno para abordar la intromisión de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la derogación de la reforma laboral en la que está trabajando el equipo de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Anoche, la Vicepresidencia económica mandó un correo al Ministerio de Trabajo por el que se informaba de que tomaba la riendas del debate de esta legislación, explican fuentes gubernamentales, algo que en Unidas Podemos consideran “gravísimo” y una “injerencia” de Calviño en el terreno competencial de Díaz.

Desde Unidas Podemos entienden el paso dado por Economía como una “injerencia” en la negociación que lleva cinco meses avanzando en el dialogo social, apuntan las fuentes consultadas. En la comunicación remitida, la Vicepresidencia primera justificaba la maniobra de coordinación de Calviño dado que la reforma laboral es muy importante para el conjunto de la economía, algo que sucede también con otras reformas, como la de pensiones, en las que no ha sucedido lo mismo.

Los socialistas han reaccionado ante el anuncio de Belarra en Twitter y han aceptado este encuentro. Adriana Lastra e Ione Belarra están hablando para cuadrar la convocatoria de la mesa del seguimiento de pacto, explican desde Unidas Podemos. Desde el PSOE también han salido a comentar este desencuentro. El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Héctor Gómez, ha replicado este viernes a sus socios de Unidas Podemos que “todos los ministerios deben jugar un papel” en la nueva regulación del mercado laboral que pondrá fin a la reforma aprobada en solitario por el PP.

Por su parte, en Moncloa rebajan la relevancia de este nuevo choque entre las vicepresidentas Yolanda Díaz y Nadia Calviño, que ha supuesto por primera vez que en Unidas Podemos soliciten la reunión de la mesa de seguimiento de la coalición de manera “urgente”. Sostienen a este medio que el anuncio del socio minoritario del Ejecutivo se ha interpretado con “normalidad” y “tranquilidad”, ya que el propio acuerdo de coalición contempla estas reuniones de seguimiento. “Les puedo asegurar que esta coalición goza de muy buena salud”, ha manifestado la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en una entrevista en Antena 3. En Moncloa insisten en que siempre han salido acuerdos de los debates internos y no dudan de que en esta ocasión ocurra lo mismo, como pasó con el salario mínimo y la ley de vivienda.

Las tensiones arrancaron ayer. Calviño fue este jueves como máxima responsable del Ejecutivo al 12 Congreso de CCOO, por la ausencia de última hora de Pedro Sánchez, que tenía que cumplir con compromisos en Europa. La vicepresidenta primera no se sumó al discurso de su Gobierno sobre la derogación de la reforma laboral del PP de 2012, que solo un fin de semana antes había defendido el propio Sánchez en el Congreso del PSOE.

“Llevo tres años y medio –de ministra primero y después de vicepresidenta– emplazándonos a todos a superar el debate entre reformas, contrarreformas...”, respondió Calviño sobre si tenía el mismo planteamiento que el presidente Sánchez respecto a que la reforma laboral que negocia el Ministerio de Yolanda Díaz supone la derogación de la legislación del PP.

Pero lo más sorprendente no fue eso, sino que Nadia Calviño sostuvo que la negociación de la reforma laboral con los agentes sociales se iniciaba realmente ahora cuando se lleva meses negociando desde el Ministerio de Trabajo. Las palabras de Calviño se interpretaron como una desautorización al equipo de Díaz, que ha realizado un intenso trabajo en los últimos meses en esta materia, con reuniones semanales con los sindicatos y patronales. Calviño redujo a “encuentros y contactos preliminares” este trabajo, por el que se han cruzado ya multitud de textos normativos por parte de Trabajo.

Esas palabras, que chocaron y parecían incomprensibles en ese momento, estaban detrás de la comunicación que horas más tarde mandó Economía a Trabajo para dirigir la negociación sobre la reforma laboral.

Una “injerencia” en el papel de Trabajo

El socio minoritario del Ejecutivo insiste en que existe un intento de “injerencia” de Economía, subrayan, que consideran que intenta condicionar la labor del Ministerio de Trabajo en esta negociación y su autonomía en la mesa de diálogo social con los sindicatos y los empresarios. No es solo una cuestión personal, de quién lidera la negociación, aunque también. Trabajo es el Ministerio más potente de Unidas Podemos y que Economía reduzca su liderazgo es relevante. Más si no ha ocurrido en otras negociaciones, como decíamos en el caso de las pensiones.

Pero, sobre todo, en este rifirrafe de quién lleva el timón en la negociación hay otra derivada más importante: la diferencia de criterios sobre cómo debe ser la reforma laboral que acabe en el BOE. Nadia Calviño no es partidaria de revertir algunas medidas de la reforma del PP en relación a la negociación colectiva, algo que figura en el pacto del Gobierno de la coalición.

Es especialmente relevante también el intento de desautorización de Calviño de cara a las patronales, que no quieren desmontar la reforma del PP. Ya ocurrió con el salario mínimo a principio de año, cuando las patronales no mostraron interés ninguno en negociar una subida dado el respaldo de la vicepresidenta primera a que este se mantuviera congelado.

La derogación de la reforma laboral es una de las banderas que la vicepresidenta segunda enarbola en sus actos políticos. Hace menos de un mes, en la clausura de las Fiestas del PCE, ante 10.000 asistentes, Díaz aseguró que si no se conseguía ese cometido el Gobierno “se equivocará”. En esa intervención, ya alertó que para culminar ese objetivo el Ministerio de Trabajo va a afrontar “muchos atropellos”. Aún así, mantiene su convicción de que ese proyecto va a salir adelante. “Lo vamos a hacer, ¿verdad, Unai? ¿verdad, Pepe?”, apuntó, interpelando directamente a los líderes de Comisiones Obreras y UGT. “Creedme, vamos a derogar la reforma laboral”, finalizó.

A pesar de que el asunto que ha generado el desencuentro afecta al área de Díaz, ha sido Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, la que ha anunciado a través de Twitter la petición urgente de reunión con el PSOE para “abordar la gestión y ejecución de los compromisos de coalición”. Díaz ha mantenido numerosas tensiones con la vicepresidenta Calviño, por ejemplo por la subida del salario mínimo, pero en general ha sido más proclive a no airearlas en público. Ayer, por ejemplo, tras las contundentes palabras de Calviño, en el Ministerio de Trabajo no entraron en polémicas y simplemente recordaron que la mesa de diálogo social lleva “cinco meses” trabajando en este tema.

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