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Vox busca a la desesperada un candidato “independiente” para su moción de censura contra Sánchez

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, conversa con el líder de Vox, Santiago Abascal, durante los actos del 12 de octubre

Carmen Moraga

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El ambiente de crispación política que se ha adueñado de la vida parlamentaria, espoleado por la ultraderecha de Vox y secundado por las dos derechas de PP y Ciudadanos, va a vivir pronto un nuevo capítulo que amenaza con subir un poco más el diapasón: el debate de otra moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez, que marcará el primer periodo de sesiones del Congreso de 2023.

Todo apunta a que el protagonista de ese nuevo capítulo parlamentario volverá a ser Santiago Abascal, que ya ha anunciado que Vox tomará la iniciativa ante la negativa del PP a recoger el guante que le lanzaron casi al unísono tanto él como Inés Arrimadas. La dirigente de Ciudadanos, inmersa a su vez en una batalla campal con su portavoz, Edmundo Bal, por el liderazgo de su propia formación, se ha convertido en la principal —e inesperada— aliada de Abascal en la pinza que ambos dirigentes forman contra Alberto Núñez Feijóo.

El panorama, sin embargo, no se presenta nada fácil para la extrema derecha, decidida ya a registrar y abanderar esa moción “instrumental” cuyo fin, aseguran, sería convocar “de inmediato” unas elecciones generales, un escenario que en Vox ya han comprobado que el presidente del Gobierno no va a propiciar. Aunque Abascal sabe que esa censura está abocada al fracaso, pretende que esta vez el candidato alternativo a Sánchez sea una persona, a su juicio, “de consenso”, ajena a su partido, con un perfil “independiente” y, a poder ser, con “experiencia de gobierno”.

Para ello, el líder de Vox se ha lanzado a tantear a numerosos exdirigentes de partidos que dejaron hace mucho tiempo de estar en el foco político, pero que siguen de alguna manera en el candelero mediático, bien por sus declaraciones públicas en actos o foros impulsados por ellos mismos, o bien por su febril actividad en las redes sociales. Todos tienen un denominador común: su animadversión a Pedro Sánchez, al Gobierno de coalición con Unidas Podemos y a sus aliados “separatistas”.

Recientemente, el portavoz del partido, Jorge Buxadé, afirmó que es el propio Abascal el que “ha asumido personalmente todas las conversaciones” para la búsqueda de ese perfil, así como “las negociaciones para sumar apoyos en el Congreso”. No obstante, tampoco descarta que en caso de fuerza mayor acabe siendo él quien abandere de nuevo esa segunda moción.

Un listado variopinto

Por ahora, la lista de nombres de “personas relevantes” que han ido apareciendo para ejercer ese papel y a las que el líder de Vox asegura haber “consultado” es de lo más variopinta. En ella figuran, entre otros, Rosa Díez, Joaquín Leguina, Alejo Vidal Quadras, Carlos García Adanero, Marcos de Quinto, Cayetana Álvarez de Toledo o Nicolás Redondo Terrreros. Una lista que a medida que pasan los días va ensanchándose sin que hasta el momento ninguno de los tanteados haya respondido afirmativamente al envite de Abascal. El propio líder de Vox reconoció el pasado 23 de diciembre que no hay novedades al respecto.

Y aunque en Vox dicen no tener prisa, la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas de mayo les está animando a dar ese paso ante la negativa del PP a sufrir ese desgaste como principal partido de la oposición. “No dan los números”, insisten los de Feijóo, que argumentan que esa iniciativa solo serviría para “reforzar” más al Gobierno y al propio Sánchez. En Génova 13 sostienen que el actual presidente saldría “triunfante” del lance ya que lograría no solo unir a la mayoría que le apoyó en la investidura, sino sumar algún apoyo más. Es decir, que frente a los 167 votos que le hicieron presidente, el líder del PSOE obtendría un número próximo a 190, muy por encima de la mayoría absoluta. El propio Feijóo ha trasladado esos argumentos a Abascal mientras varios dirigentes del PP le recomiendan “prudencia” o le piden directamente que cancele sus planes.

Sin embargo, en Vox creen que un debate de estas características, aunque lo pierdan, abriría la precampaña y sería rentabilizado por Abascal frente a Núñez Feijóo, al que se jactan de marcarle la agenda y al que presentan como un líder “cobarde”. Otro de los factores que ha pesado en la decisión de Vox es que esta vez no se quedarán solos, sino que van a sumar otros votos a favor. En la moción de censura que presentó Vox en octubre de 2020, Abascal obtuvo únicamente el apoyo de su grupo parlamentario. El PP votó en contra y Abascal salió muy tocado de aquel debate que le costó la ruptura de relaciones con el entonces presidente del PP, Pablo Casado, con quien mantuvo un tenso enfrentamiento que rozó lo personal.

En principio, Vox contaría con el apoyo de los nueve diputados de Ciudadanos, donde también hay división. Mientras Arrimadas se muestra a favor, Bal ha adelantado que si el candidato es Abascal no apoyaría la moción. No obstante, ha avanzado que sí lo haría si lo fuera un exsocialista, como Joaquín Leguina, al que considera una persona “solvente” y “preparada”. En el partido de momento no han desvelado cuál sería la postura oficial, a la espera de que se sepa el nombre del candidato.

También votarían a favor algunos miembros del Grupo Mixto. Entre ellos, el representante de Foro o los tránsfugas de otros partidos, como los dos exparlamentarios navarros de UPN y, previsiblemente también, el exdiputado de Ciudadanos por Sevilla, Pablo Cambronero. En las filas de Vox, además, dejan caer que están convencidos de que hay diputados del PSOE que si la votación fuera “secreta” romperían la disciplina de grupo y la apoyarían “sin ninguna duda”.

Feijóo descarta votar en contra como hizo Casado

La principal incógnita que queda por despejar, junto a la fecha para su registro en el Congreso y el nombre del candidato que la encabezará, es qué postura adoptará finalmente el PP.

El pasado 23 de diciembre, en una entrevista en esRadio, Núñez Feijóo señaló que no votará en contra de la moción de censura de Vox, incluso si Abascal es el candidato. “Ya le anticipo que 'no', no vamos a votar. Oponernos no lo vamos a hacer”, le contestó a Federico Jiménez Losantos, sin concretar si se abstendrán o votarán a favor. Sus declaraciones crearon malestar en sus filas y desconcertaron a algunos dirigentes de su propio partido que son partidarios de desmarcarse de la extrema derecha, con la que compiten por su electorado una vez que han logrado fagocitar prácticamente a Ciudadanos.

Ese malestar se debe a que la decisión sobre qué harán sus diputados cuando se materialice la presentación de la moción no ha sido sometida todavía al Comité de Dirección, el órgano más próximo a Feijóo y donde está su supuesto círculo de confianza, según aseguran a elDiario.es algunos de sus miembros. “No lo hemos despachado en el Comité de Dirección”, lamentaba un dirigente nacional En el PP, muy dividido ante esta cuestión, prefieren también esperar a conocer todos los detalles, sobre todo quién será la persona que defenderá la moción como alternativa a Sánchez.

Uno de los nombres que más les incomoda y que ha saltado a la palestra estos días ha sido el de la exportavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. La diputada defenestrada por Casado es una de las 'favoritas' tanto de Vox como de Arrimadas, que habló con ella telefónicamente hace unos días para conocer su disposición. Álvarez de Toledo no se ha pronunciado públicamente sobre esa posibilidad pero sí ha animado a Feijóo a que sea él quien presente la moción.

Abascal también ha desvelado en las últimas semanas sus contactos con otras personas “relevantes”. Ha citado, entre otros, al exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto, exfichaje estrella de Albert Rivera que está en sintonía con el antiguo portavoz del partido, Juan Carlos Girauta. Los dos se han adherido a un manifiesto, impulsado por un grupo de periodistas que circula por las redes sociales contra Pedro Sánchez y su Gobierno bajo el nombre 'Defender la Democracia'.

Los firmantes de ese texto piden a los partidos de la oposición que utilicen “todos los mecanismos constitucionales a su alcance para cortar, o al menos dificultar lo más posible, la –a su juicio– deriva autoritaria y antidemocrática del actual Gobierno”. En él figuran renegados de sus antiguos partidos, como el exsocialista Jesús Cuadrado, el propio Toni Cantó, Rosa Díez, Malena Contestí, Xavier Pericay, Carlos Martínez Gorriarán o Maite Pagazaurtundúa.

Tampoco han faltado espontáneos para dar ideas. Entre ellos, el ex cargo con el PP y ex diputado de Ciudadanos y UPyD en el Congreso, Toni Cantó, a quien pese a haber contribuido a su dimisión, ahora cree que Rosa Díaz sería una excelente candidata para presidir el Gobierno y derrocar a Sánchez, en cuyo partido militó Díez durante muchos años y ostentó importantes cargos. Junto a ella, Cantó también propuso a Joaquín Leguina, el expresidente de la Comunidad de Madrid, recientemente expulsado del PSOE por mostrar públicamente y en diversas ocasiones su apoyo a Isabel Díaz Ayuso.

Tanteos a la vieja guardia del PSOE

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, desveló en una entrevista en RNE que, además de con Díaz o Leguina, también se han puesto en contacto con algunos socialistas “de la vieja guardia”, que habrían confesado su disposición a “encabezar como candidatos” la moción de censura. “Estamos encontrando mucha gente, también de la izquierda. Hay antiguos miembros del PSOE que están de acuerdo en el concepto, que están estudiando si llegan a presentarse o no, pero el alto coste personal impide que algunos den ese paso”, afirmó.

Aunque Espinosa no dio nombres, se sabe que se refería al exalcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, otro reconocido antisanchista, al igual que el exministro del Interior José Luis Corcuera, o el exdirigente vasco, Nicolás Redondo Terreros, nombres que también han salido a colación por esta cuestión. Pero hasta la fecha todos los que han sido tanteados han declinado la oferta.

En la ensalada de nombres también ha aparecido el del diputado navarro Carlos García Adanero, que fue expulsado de UPN y ahora está en Plataforma Navarra, y con el que Abascal y Arrimadas conversaron recientemente aprovechando una manifestación en Pamplona a favor de la Guardia Civil, para ver si está dispuesto a ser la cara de la moción. Tanto Adanero como su compañero de escaño Sergio Sayas votaron en contra de la moción que presentó Vox en octubre de 2020.

Aunque la determinación de presentar la iniciativa ya está tomada por Vox, lo que le falta a la extrema derecha es poner cara a ese candidato que se comprometa a convocar “elecciones de inmediato”. La posibilidad de que esa “responsabilidad” recaiga de nuevo en Abascal no se descarta y parece ganar enteros, aunque los números para salir triunfante, como insiste el PP, no le den.

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