La pequeña Liana, hija de refugiados afganos, recibe su primer regalo solidario
La pequeña Liana, nacida hace dos días en el Hospital Virgen del Rocío, e hija de dos refugiados afganos que llegaron a Sevilla el pasado 12 de octubre, todavía no lo sabe, pero la ciudad en la que ha nacido no va a permitir que le falte de nada.
Su madre es Mariana Freshta y su padre Shafiq Ullah. Ambos formaban parte del grupo de 15 inmigrantes afganos que fueron rescatados por el Gobierno español el pasado octubre de 2021, y que llegaron al centro de refugiados de Sevilla Este la madrugada del 12 de octubre pasado.
Salvados de milagro
Los dos formaban parte del grupo de refugiados de la familia del antiguo traductor del Ejército español en Afganistán, Suliman Karwan, que en agosto de 2021 lanzó un llamamiento a través de las redes sociales para pedir al Gobierno español que sacase a su familia de Afganistán, amenazada por los talibanes de muerte.
El propio Karwan ha sido el primero en pedir que a su sobrina no le falte de nada. Y, por ahora, así va a ser. La hermandad de Pasión, con la que algunos de los colaboradores de la familia tienen mucha vinculación, comunicaba este jueves que “ante la petición de ayuda que Karwan nos ha hecho para su sobrina, nacida algo prematuramente el miércoles, ya hemos estado consiguiendo las primeras cosas para Liana y sus padres”, dice un mensaje enviado desde la hermandad.
En la sede de Pasión de la calle Boteros 14 de Sevilla “les hemos entregado hace un ratito ya seis bultos grandes, con ropa, mantas, pañales, artículos de puericultura, juguetes, productos de higiene, una hamaca, zapatos o leche de continuación”.
Pero ahí no queda todo, ya que se sigue intentando “obtener más cosas que les faltan: una cuna, un cochecito, una bañera, más ropa de primera postura, más pañales y todo tipo de cosas que les pueden hacer falta a la familia, sobre todo cuando lleguen a su casa”.
Agradecimiento
Karwan pudo conocer el jueves a su sobrina. Nada más llegar al hospital se comunicó con la hermandad para informar de que ya le había llevado a la niña y sus padres las primeras cosas.
El mensaje que ha enviado a la hermandad después de esa visita lo dice todo: “Me pide que os diga que su hermano y su cuñada están llorando con la respuesta tan generosa que les estamos prestando (pues no tienen nada) y nos mandan un gran abrazo de parte de ellos, especialmente de mi cuñada, para quienes sois unos ángeles”.
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