Denuncian ante la justicia el caso de los arquitectos contratados a dedo por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos

El rector de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Javier Ramos, ha contratado  como funcionarios eventuales a tres arquitectos, un arquitecto técnico y un ingeniero, como publicó eldiario.es. Serán personal de confianza del rector y sus salarios suman casi 350.000 euros. Son desde ahora empleados a tiempo completo y ya aparecen en la intranet de la URJC. A los funcionarios eventuales se les nombra y cesa discrecionalmente y su trabajo acabará cuando Ramos deje el rectorado, pero su salario y condiciones laborales sí son las de los empleados públicos.

Comisiones Obreras ha confirmado a este diario que han interpuesto una demanda en el contencioso-administrativo por estas contrataciones. Santiago Cuesta, responsable de Universidad del sindicato, señala que “la figura eventual es de confianza y asesoramiento político y eso no casa con una figura eminentemente técnica” como la de arquitecto o ingeniero. Además, ya hay puestos de arquitectos y técnicos creados en la universidad como funcionarios de carrera, de modo que el sindicato critica que se cree la misma figura por otra vía, la discrecional, o lo que es lo mismo, a dedo.

“O bien se hace concurso de méritos de la propia universidad, es decir, una promoción interna, o una oferta pública de empleo”. En opinión de Cuesta “lo normal es una bolsa trabajo que cumpla los requisitos de igualdad, mérito, capacidad y transparencia, que son criterios básicos para empleo público”. En este caso, según su opinión, se han saltado todos los procedimientos y se ha usado una figura de contratación que no encaja. 

Además, esos contratos no se han hecho públicos por parte de la universidad, que tampoco ha respondido a las preguntas de eldiario.es sobre este asunto y emplaza su respuesta a dentro de unos días. CCOO pide en su demanda que se consideren todos como contratos nulos “porque no se ajustan a derecho”.

Por otra parte, como ha podido confirmar eldiario.es, los nuevos empleados públicos tienen empresas o incluso seguían trabajando en sus despachos privados una vez nombrados pese a que es incompatible con su nueva situación de funcionarios eventuales.

Javier Ramos creó el pasado 23 de febrero estas 5 plazas nuevas, como quedó recogido en las actas del consejo de gobierno a las que ha tenido acceso eldiario.es. Esas plazas ya tienen nombre y apellidos, aunque eldiario.es ha podido confirmar la identidad solo de cuatro de los cinco nuevos funcionarios. 

Dos ellos son Rosario Campos Rodríguez de Tembleque y Marta Chaves Galán. Ambas fueron localizadas el lunes 23 de abril  trabajando en su propia empresa, Ladrillo Hueco Doble Arquitectura SL. Ambas son administradoras de la empresa, algo que también se salta la normativa de funcionarios. 

Según especifica la Ley 53/1984 de Incompatibilidades, para trabajar en la pública y la privada a la vez hay que solicitar un permiso especial que reduce el salario como funcionario. Ellas, como el resto de nuevos contratados, no han querido dar su versión ni desvelar si han pedido el permiso necesario para compatibilizar la pública y la privada. Tampoco la universidad ha respondido a esta cuestión ni el propio día 23 ni este mismo viernes.

El ingeniero Ángel de Diego Caballo, del estudio Kobe, se encuentra en la misma situación que las dos arquitectas: es el dueño de la empresa y a la vez aparece ya como funcionario de la URJC en el directorio de la URJC. Santiago Durán, arquitecto técnico, tiene también su propia web en la que muestra sus proyectos y ha sido contratado como funcionario. 

Expertos en derecho administrativo confirman que es habitual usar la figura del funcionario eventual para un “abogado de confianza o jefe de prensa de confianza o asesor de confianza... Lo de arquitecto de confianza es más sorprendente”. También que el procedimiento habitual, en caso de que haya que hacer obras importantes o reformas en la universidad, o construir nuevos edificios, es sacar a concurso público el proyecto y la infraestructura que se quiere construir, no incorporar a los técnicos a los puestos laborales para futuras obras.

Para más inri, la universidad ya cuenta con su propia oficina técnica dedicada a las infraestructuras y el mantenimiento. Hace dos semanas, la URJC justificó las contrataciones en que “este equipo de arquitectos e ingenieros se encargarán de las obras de los próximos tres años, incluyendo aularios, laboratorios o espacios de investigación”, pero no ha respondido sobre el tipo de contrato discrecional ni sobre por qué siguen trabajando en la privada en lugar de hacerlo solo en la universidad.