La ONU no sabe dónde llevar la cumbre del clima tras la renuncia de Chile

La ONU ha quedado en shock después de que el presidente chileno, Sebastián Piñera, anunciara que el país sudamericano renuncia a organizar la cumbre del clima (COP25) prevista para este diciembre. La secretaria ejecutiva de la Convención para el Cambio Climático de Naciones Unidas, Elena Espinosa, ha confirmado que el Gobierno chileno les informó este mismo miércoles: “Estamos explorando opciones alternativas para su realización”, se ha limitado a decir Espinosa en un comunicado.
El anuncio de Piñera ha llegado un mes antes de la fecha de arranque de la COP25: el 2 de diciembre. El presidente chileno ha renunciado a albergar este evento anual debido al conflicto social que vive el país: “Dadas las difíciles circunstancias y considerando que nuestra primera preocupación y prioridad como Gobierno es concentrarse absolutamente en, primero, restablecer plenamente el orden público, la seguridad ciudadana y la paz social”, ha dicho.
La cumbre es el órgano de decisión de las partes del Acuerdo de París para frenar el calentamiento global de la Tierra y el cambio climático. Esta edición se organizaba en Chile al tocarle al continente americano por turno rotatorio. Dos semanas en la que las delegaciones de 197 partes negocian un texto común.
La cumbre 25 arrastra dificultades desde su gestación. De hecho, Chile tomó la organización y presidencia en diciembre de 2018 después de que Brasil, que era la sede inicial, renunciara tras la victoria electoral de Jair Bolsonaro que se convirtió en presidente el 1 de enero de 2019.
Con algo más de 30 días de margen, la ONU tiene que encontrar una ciudad donde celebrar este encuentro si no quiere suspender la cumbre. La sede de la Covención en la ciudad alemana de Bonn ha hecho la veces anfitriona para la COP en distintas ocasiones, especialmente cuando el país organizador presentaba dificultades logísticas. En 2017, Bonn albergó los trabajos bajo la presidencia de Fidji.