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Cómo funcionan y quién debe hacerse las pruebas de coronavirus

La OMS eleva a 83.652 el total de casos confirmados de COVID-19 en el mundo

Belén Remacha

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El incremento de casos de coronavirus en España de las últimas horas ha desatado varias alertas, algunas más justificadas y otras menos. Una de ellas ha sido el repunte de peticiones de tests para comprobar si se es o no positivo. Hay quien ha llegado a denunciar que una persona confirmada le había “tosido encima” y que seguía esperando para que le “llamaran” para la prueba. En toda España se han hecho 17.500 pruebas desde que se desató la crisis, con algo más de 1.600 casos confirmados.

Que una persona con coronavirus tosa encima o cerca de alguien sano, no tiene por qué comportar per se la necesidad de hacerse la prueba. Es necesario tener otros indicios de estar infectado. Hay un motivo que Fernando Simón, coordinador del Centro de Alertas Sanitarias y portavoz de Sanidad en esta crisis, lo explicaba didácticamente: “Una muestra negativa de hoy no implica que, si has estado altamente expuesto al virus, mañana no puedas desarrollar síntomas y resultar positivo. No hay que tomar muestras a todos los contactos de un confirmado porque puede generar una falsa sensación de seguridad, que la gente piense: 'como fui negativo, ya no me tengo que preocupar', y se deje de tomar la temperatura y salir a todos los sitios pensando que no genera riesgo. No funciona así”.

¿Quién se debe hacer la prueba?

El protocolo del Ministerio, que se ha ido actualizando según ha ido cambiando la coyuntura de la epidemia y su impacto en España, establece los criterios para realizar la prueba. El primero implica dos supuestos: haber estado en una de las declaradas 'zonas de riesgo' o en contacto con un confirmado; el segundo, presentar síntomas –como se ha repetido, parecidos a los de un proceso gripal–. No vale si no se cumplen los dos supuestos, entre otros motivos, por los que mencionaba Simón: un negativo hoy de una persona asintomática no evita un positivo mañana. El segundo criterio se añadió cuando ya había surgido el brote en Italia, y es que se tomaran muestras en los hospitales a cualquier persona ingresada por una infección respiratoria aguda “con criterios de gravedad” de la que no se tenga claro el origen.

Benito Almirante, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Vall d'Hebrón, que está atendiendo estos días casos sospechosos de coronavirus, lo explica: “Si se ha tenido un contacto estrecho solo hay que tomar pruebas si se tienen síntomas. Si no, hay que guardar cuarentena, tomarse la fiebre dos veces al día y estar atento a síntomas. Si se tienen síntomas, sí hay que hacer el test”. Es decir, si se ha tenido contacto estrecho con un positivo pero se sigue sano, hay que tomar medidas de cuarentena y estar alerta, no correr a hacer pruebas. La razón es la prioridad de todos ahora mismo: evitar el colapso del sistema. “No se pueden hacer pruebas a todo el mundo, además de que no serían eficaces, requiere de una cantidad de medios extraordinaria y el sistema no lo abarcaría. Se acabarían para la gente que realmente es sospechosa”.

La atención asistencial va a ser igual por una neumonía común que por coronavirus. El interés de hacer pruebas es epidemiológico. Lo señalaba la directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud, María Neira: “La lógica es que si el virus está y no está dando síntomas, ¿por qué habría que hacer ese tipo de exámenes? Si hacemos pruebas de hepatitis A vamos a encontrarnos también con más diagnósticos, pero no es una situación lógica analizar a toda la población española. Solo se proponen ese tipo de exámenes a grupos cerrados para tener estudios epidemiológicos. Aparte de eso no veo el interés”.

¿Se han cambiado los criterios?

Por el momento los supuestos no se han modificado, tampoco los de la Comunidad de Madrid, donde toda la región es “zona de transmisión comunitaria”. Pueden cambiar en los próximos días, ya que la situación se revisa, como ha insistido Sanidad, “diariamente”. Juan Ayllón, director del Área de Salud Pública de la Universidad de Burgos y virólogo, cree que el escenario puede modificarse: “Hasta ahora, la idea que repetían era acotar un brote para que no se transmitiera. Una vez que se asume la transmisión comunitaria, sí es probable que las medidas cambien en la Comunidad de Madrid o en La Rioja”.

¿Quién ha tenido un contacto cercano?

Un “contacto estrecho” con un confirmado es, según el protocolo de Sanidad, “cualquier persona que haya proporcionado cuidados” mientras “el caso presentaba síntomas” y cualquier persona que haya estado en el mismo lugar “mientras el caso presentaba síntomas, a una distancia menor de dos metros (ej. convivientes, visitas)”. En un avión, se considera contacto estrecho a los pasajeros situados en un radio de dos asientos alrededor de un caso probable o confirmado y a la tripulación que haya tenido contacto.

Ante el incremento de casos, que ha provocado mayor sensación de riesgo, Benito Almirante repite los conceptos de Simón: “Un contacto estrecho está bien definido. No es cruzarte por la calle con un positivo que ni conoces, ni compartir Metro durante dos minutos. Es estar con alguien durante un tiempo prolongado, tiene que ser un contacto acreditado. Por ejemplo, los casos que se han dado en residencias. En China, la mayor parte de casos se han dado en núcleos familiares tras convivencias diarias. No accidentales”.

Así que “las personas que tienen que tener preocupación son las que hayan estado cerca de alguien con la enfermedad. El resto, una preocupación moderada, teniendo en cuenta que se trata de algo nuevo. Si dentro de dos o tres semanas, el volumen de personas infectadas es más grande, veremos, pero a día de hoy son alrededor de 1.000 personas acumuladas en tres territorios. Madrid tiene 6 millones de habitantes. La probabilidad de cruzarnos con alguien es casi nula. No hay que tener una sensación de peligro inminente, como si nos fuera a tocar esta noche”.

¿Cómo son las pruebas?

Las pruebas que confirman o desmienten un coronavirus son las PCR ( Reacción en Cadena de la Polimerasa), un test de screening positivo en los laboratorios acreditados pos los gobiernos regionales y otra de confirmación en el Centro Nacional de Microbiología. La primera tiene un tiempo de respuesta estimado, desde que la muestra se recibe en el laboratorio, inferior a cuatro horas, como describe el protocolo de la Comunidad de Madrid, aunque varios usuarios reportan días de espera. Las muestras se toman, de las que la mayoría se está encargando el SUMMA en domicilios, generalmente, de fluidos de nariz o garganta. En la Comunidad de Madrid hay habilitados ocho laboratorios de distintos hospitales.

¿El sistema está colapsado?

La principal razón para evitar hacerse pruebas si no se tiene sospechas reales de tener coronavirus, además de la “falsa sensación de seguridad”, es no contribuir al colapso del sistema. Algunos pacientes ya han declarado haber pasado una semana esperando por sus muestras. Madrid ha contratado de urgencia a una empresa para derivar llamadas del 112, donde hay que llamar si se tienen sospechas de tenerlo además de a los teléfonos habilitados, ante el desborde.

Este lunes, Simón aclaraba que los datos que se están dando actualmente “nos dan la imagen de lo que nos pasaba entre cuatro y seis días antes” precisamente debido al tiempo de demora en obtener resultados de las pruebas diagnósticas. Ayllón también apunta a esos recursos como motivo para que no se hagan pruebas a todo el mundo, aunque hayan tenido un contacto reciente: “Las pruebas llevan tiempo, requieren material especializado, gente que sabe hacerlo… hay que priorizar la detección de quien más riesgo ha tenido. Si se modifican los protocolos, tendrá que hacerse teniendo en cuenta ese factor limitante de pruebas y espacios”.

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