Según pasan las horas del nombramiento de Miquel Iceta al frente del Ministerio de Cultura, en el PSOE encuentran cada vez más razones a la decisión de Pedro Sánchez de prescindir de José Manuel Rodríguez Uribes. “El presidente conocía perfectamente la situación del Ministerio con el sector porque Iván Redondo despachaba cada dos semanas con agentes que le informaban del caos. Cultura era una herida que desangraba al PSOE y es un sector estratégico para la próxima campaña electoral. Hay que tenerla a favor y eso no estaba ocurriendo. Es importante valorar el sacrificio que ha hecho Sánchez: nadie sabe más que Iceta de política territorial. El presidente ha mandado un cuerpo especial a poner orden”, reconocen a elDiario.es las fuentes del PSOE cercanas al movimiento. Desde Cultura explican que el ministro está ultimando el equipo.
Tal y como ha podido saber este periódico, Iceta se lleva a Cultura a su mano derecha en su anterior cartera, Víctor Francos, que pasará de la Secretaría de Estado de Política Territorial y Función Pública a ocupar el cargo de Secretario General de Cultura, un puesto que Uribes creó para reincorporar al cuestionado Javier García Fernández, de 72 años. Es un lugar privilegiado desde el que dirigirá la estrategia de las unidades que atienden a las diferentes disciplinas: artes escénicas, cine, museos, archivos, libro e industrias culturales. Las directoras generales que han atendido al sector hasta el momento desde estas áreas, con Adriana Moscoso, Beatriz Navas, María José Gálvez, Lola Jiménez y Amaya de Miguel, no parece que vayan a tener recambio. Sí desaparecen de escena, junto a Javier García Fernández, la directora del Gabinete, Mónika Serrano, y la subsecretaria, Andrea Gavela.
Escribe Peio H. Riaño.