El 58% de los universitarios no ocupa un puesto acorde a su formación a los seis años de licenciarse
Sólo cuatro de cada diez licenciados universitarios (un 42%) ocupa, seis años después de graduarse, un puesto de trabajo acorde a su formación. Este dato se desprende del informe Datos y cifras del sistema universitario que ha presentado el Ministerio de Educación y hace referencia a estadística de 2012. El texto también establece, entre otras cosas, que poseer un título universitario otorga más posibilidades de estar empleado que no tenerlo y admite que este curso hay menos becarios totales en la etapa universitaria, aunque matiza que también hay menos estudiantes en general. Se desconocen de momento las cuantías de las ayudas, según Educación.
La estadística dice que si la tasa de paro general en 2012 era del 25%, para la población con educación superior -no doctor- es del 15%, un dato que confirma que la universidad ofrece una mayor empleabilidad. Otra cosa es la adecuación de los puestos a las aptitudes.
Según el informe que desglosó el secretario de Estado de Universidades, Federico Morán, el 70% de los egresados cotiza a la seguridad social a los tres años de obtener el título. De estos, un 60% trabaja acorde a su formación, de lo que se desprende que del total de los licenciados, el 58% (casi seis de cada diez) está desempleado o en un puesto de menor cualificación que la que posee. Si se mira el año inmediatamente posterior a la licenciatura, sólo el 35% está empleado en un puesto acorde a sus aptitudes.
Respecto al empleo, la mitad de los licenciados con empleo tiene una base de cotización inferior a 1.500 euros. De nuevo, esta cifra supone un tercio (35%) del total de los egresados. Seis años después este grupo se reduce a la mitad. Estos porcentajes están calculados con la vida laboral de los egresados del curso 2006-2007, justo antes de que empezara la crisis.
Menos becados
Otro de los aspectos destacados en el informe es el relativo a las becas. Educación otorgó ayudas en el curso académico 2012-2013 a 263.682 estudiantes, 6.608 menos que el curso anterior (un 2,5% menos) para los que hay una partida de 757,7 millones de euros. Es la primera vez que se reduce el número de becarios en seis años, según Europa Press, hecho que para Morán “no es ninguna debacle”. En ese curso académico el ministerio elevó la nota mínima para acceder a la gratuidad de la matrícula del 5 (aprobado) a 5,5. La exigencia es mayor para el resto de becas: 6,5 de media.
La marea verde y algunas asociaciones educativas prevenían desde hace tiempo de que este descenso iba a ocurrir, pero el secretario de Estado ha señalado que “la alarma que algunas fuentes cifraban en decenas de miles de becas no estaba fundamentada”. Morán ha destacado que uno de cada tres alumnos becados pierde su ayuda en el primer curso como consecuencia de no aprobar el mínimo de créditos requeridos. La nueva disposición de Educación exige superar el 85% de los créditos en el caso de estudiantes de Enseñanzas Técnicas y el 100% en el caso de las demás ramas de estudios.
El informe refleja también el estancamiento en el número total de universitarios, que será un 0,8% inferior este curso respecto al pasado, con cifras en torno a 1,4 millones de estudiantes. Educación enmarca esta ligera caída en el descenso de la población general en la franja de 18 a 24 años, dato que explica que la tasa neta de escolarización en esa edad continúe subiendo. Ahora está en el 28,6%, casi cuatro puntos más que hace cuatro años.
Morán ha desligado la caída de los universitarios del aumento del precio de los créditos, que ronda de media el 20% en dos años. Según el informe, el precio medio de una primera matrícula este curso es de 18,42 euros por crédito, un 2,9% más, lo que arroja una media de 1.105 euros para un curso de 60 créditos. El secretario de estado ha destacado que la gran subida se produjo el año pasado y sólo ha admitido que quizá la subida de precios “si podría afectar al número de créditos matriculados por alumno”, hecho que en opinión es positivo, porque cada estudiante se matricula “en lo que puede aprobar”, y ha insistido en desvincular de los recortes la caída de los becados y los universitarios en general.
