El Europa se muda forzosamente para seguir haciendo historia en Primera RFEF

Campo de fútbol de Can Dragó

Aleix Blanch

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Después de un histórico ascenso a Primera Federación, tercera división del fútbol estatal, el CE Europa se ve obligado a hacer las maletas a otro estadio para poder competir la siguiente temporada 2025-2026. La normativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) obliga a todos los clubes de la categoría a jugar en estadios de césped natural. El Nou Sardenya, no cumple con este requisito porque es de hierba artificial. El Ayuntamiento de Barcelona y el club han anunciado que Can Dragó será la alternativa provisional hasta que se resuelva la situación.

Las dificultades del Nou Sardenya

La exigencia federativa no solo afecta al tipo de terreno de juego, sino que plantea un problema estructural de difícil solución. Debajo del Nou Sardenya hay un aparcamiento subterráneo que impide realizar una sustitución sencilla del campo. Instalar hierba natural requeriría obras complejas e inasumibles para la temporada entrante. Además, el club descarta cualquier modificación, ya que centenares de niños entrenan y disputan partidos en esas instalaciones.

Además, la Federación Española ha establecido el 15 de enero de 2026 como fecha límite para que los escapulados dejen de usar superficies sintéticas en esta categoría. Aunque el CE Europa ha recibido una moratoria para poder empezar la temporada en el Nou Sardenya, sabe que a medio plazo debe buscar una solución definitiva si quiere seguir compitiendo.

En este contexto, la elección de Can Dragó se presenta como una de las pocas posibilidades. La solución es provisional, aunque desde el club esperan que la RFEF les permita acabar esta temporada en su casa.

Can Dragó como alternativa

El nuevo destino será el complejo deportivo de Can Dragó, ubicado en el distrito de Nou Barris. La instalación cuenta con un campo de césped natural y una ubicación bien comunicada, a tan solo 4 kilómetros del Nou Sardenya, lo que ha facilitado la decisión. Además, el consistorio ha confirmado una inversión de más de un millón de euros para remodelar el espacio con gradas supletorias, vestuarios mejorados y espacios de prensa e iluminación adaptada a las exigencias de la categoría.

Sin embargo, el traslado ha generado malestar entre algunos usuarios habituales de Can Dragó, especialmente clubes de atletismo y escuelas deportivas que entrenan allí de forma diaria. Su principal temor es ver cómo se tiene que readaptar a estas nuevas circunstancias, ya que consideran que ambas actividades serán difíciles de compaginar con los horarios y las reformas.

El concejal de Deportes, David Escudé, ha defendido la decisión y espera que el Europa pueda competir durante toda la temporada en su casa a pesar de las dificultades del terreno de juego. “La norma que nos impide jugar en el Nou Sardenya se acabará modificando, seguro, a medio o largo plazo”, confió.

Financiación del club

Paralelamente, el club ha puesto en marcha la campaña de micromecenazgo con el eslogan de “Somos la resistencia”. El principal objetivo es recaudar fondos que permitan afrontar los altos costes de la categoría. A través de donaciones, los socios, aficionados y simpatizantes pueden colaborar en el sostenimiento económico del club y apoyar un modelo de autogestión arraigado al barrio de Gràcia.

El futuro inmediato del CE Europa está lleno de retos, pero también de ilusión. Aunque se vea obligado a abandonar forzosamente su campo, el club mantiene intacta su ambición y cuenta con el respaldo de su masa social. Con Can Dragó como nuevo domicilio, los de Gràcia buscarán asentarse en Primera Federación.

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