La historia de una carta que estuvo escondida en La Alhambra durante 90 años
La Alhambra es una joya arquitectónica que no deja indiferente a nadie que la visite y que, además, aguarda a lo largo de su historia determinados avances, investigaciones y hallazgos que hacen las delicias de investigadores y admiradores de la Alhambra.
Pero en este caso el descubrimiento fue casual, curioso… y romántico. Porque lo que se encontró fue una carta de Pepe a Emilia y que había permanecido escondida nada menos que 92 años.
Los trabajadores de La Alhambra estaban llevando a cabo la movilización unas piezas de madera de grandes dimensiones para fotografiarlas en alta resolución. Y, a la hora de manejar, con precisión y cuidado, un artesonado mudéjar que había sido parte del techo de una vieja iglesia, vieron la carta.
La misiva la firmaba un tal Pepe, que advertía a la destinataria, Emilia, que recibiría en un par de días otra carta junto a unas uvas que recibiría un tal Antonio. Pero el tal Pepe avisaba a Emilia sobre la fecha exacta de cuándo suponía que le llegaría a Emilia la segunda carta, la más importante de ambas, supuestamente.
Doblada y bien escondida
En todo caso, el hallazgo sorprendió a los trabajadores, que no habían reparado en uno de los huecos de la madera en el que estaba, muy bien escondida y doblada, una carta escrita casi un siglo antes.
Durante muchos años, la misiva fue tratada y comenzó a formar parte del Archivo de la Alhambra pero sin lograr resolver todas las dudas que generaba la primera carta, como saber si Emilia llegó a recibir y leer ambas cartas o por qué Pepe se esmeró tanto en que nadie diese con sus palabras.
Pero la familia de ambos, al enterarse del hallazgo, sí que aportó algo de luz. Pepe y Emilia fueron pareja, se casaron, tuvieron hijos. Y trabajaron como conserjes en la Casa de Castril, edificio histórico granadino que en su momento pudo albergar la madera que Pepe utilizó para esconder, quién sabe, sus primeros sentimientos hacia Emilia.
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